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Sobre este blog

Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

El otoño apocalíptico por ahora no está ni apenas se le espera

Archivo - Recurso de electricidad, postes eléctricos

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Transcurrida ya casi la mitad del que, según algunos de los profetas del apocalipsis, iba a ser un otoño catastrófico, la economía española aguanta razonablemente bien, mejor que muchas de su entorno, y arroja para el futuro inmediato señales contradictorias. Unas apuntan a que viene un bache de intensidad media; otras dicen que será un socavón más grave. Pero ninguna ve en el horizonte, por ahora, un hundimiento estrepitoso.

El viernes pasado, la Contabilidad Nacional del INE confirmó la desaceleración del tercer trimestre, con un crecimiento del PIB de solo el 0,2% entre julio y septiembre, frente al 1,5% del trimestre anterior, pero al mismo tiempo registraba un 1,1% de crecimiento del consumo de los hogares en ese periodo, apenas una décima menos que en abril-junio. La EPA del tercer trimestre, conocida también la semana pasada, tenía un dato malo, preocupante, el del número de parados, que creía en 60.000 personas, pero al mismo tiempo arrojaba otros buenos, como el aumento en 77.000 de los ocupados, para llevar el total de estos a los 20,54 millones, la cifra más alta desde la crisis financiera de 2008. El viernes pasado, se conocía también el dato adelantado del IPC en octubre: fue del 7,3%. Altísimo, sí, pero 1,6 puntos porcentuales más bajo que en septiembre, que estaba en el 8,9%, y 3,4 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE, que se ha puesto en el 10,7%. A los profetas del apocalipsis, del cuanto peor mejor, y entre ellos algunos dirigentes políticos de la derecha, se les ve contrariados, disgustados.

Ver el vaso medio lleno o medio vacío, según desde dónde se mire, es lógico y hasta comprensible. Ya nos pasó en la anterior gran crisis, la financiera de 2008. A José Luis Rodríguez Zapatero, entonces en el Gobierno, se le empezó a llamar Don Óptimo, por lo mucho que hablaba de los brotes verdes de la economía; a Mariano Rajoy, por entonces en la oposición, se le empezó a conocer por Don Pésimo. En tiempos complicados, los que gobiernan tienden a ver el vaso medio lleno y los que son oposición a verlo medio vacío. Lo que ya no es tan comprensible es que unos vean el vaso casi rebosante y otros lo tengan por prácticamente vacío. La polarización, la política como confrontación pura y dura, el mundo de las realidades alternativas... están haciendo perder la vista y la capacidad de análisis a muchos. Especialmente a la derecha, ahora en la oposición a nivel estatal, que además incurre a menudo es una contradicción risible si no fuera por lo serio del asunto: si en una comunidad autónoma con gobierno de derechas sale un mes un dato bueno en un indicador relevante, es por mérito propio. Si al mes siguiente ese mismo dato es malo, la culpa se le carga al Gobierno central.

En unas semanas o en muy pocos meses veremos definitivamente si viene bache o socavón. Dependerá de varios factores. De si siguen dando resultado las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno, especialmente las encaminadas a contener la inflación: la excepción ibérica, la rebaja del IVA de la electricidad, los descuentos del bono social, la bonificación al combustible, etc. etc. De cómo evolucionen la guerra de Ucrania y las reacciones militares y económicas de Vladimir Putin. ¡Y del tiempo, del tiempo meteorológico! Si el invierno es muy frío, las economías europeas -y especialmente la alemana- necesitarán mucha más energía -sobre todo gas- que si el invierno es más bonancible, menos crudo. Y Alemania no sólo sigue siendo la locomotora de la UE, sino que además es nuestro segundo cliente -sólo superado por Francia-, el segundo destino de muchas de nuestras exportaciones. Por cierto: el viernes se dieron a conocer también la evolución del PIB de Alemania y de Francia en el tercer trimestre del año. En Alemania, un alentador (se temía peor) +0.3%, una décima mejor que nosotros. En Francia, +0,2%, como nosotros. Nuestra suerte sigue en buena parte ligada a nuestros dos principales socios comerciales.

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Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

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