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Hielo en Dolomitas

Dolomitas

Rafa Vadillo

Al día siguiente, tras haber hablado con el guía en Cortina d’Ampezzo, y bajo una gran nevada, nos adentramos en el desfiladero de Sottoguda. Más de una veintena de posibilidades de escalada en hielo y mixto se repartían a lo largo de los cerca de 2 kilómetros de angostura.

Sottoguda es un pequeño pueblecito situado al pie de la Marmolada. Antiguamente, el acceso a esta montaña y al paso Fedaia, que permite llegar hasta Canazei, pasaba por la estrecha garganta que comienza justo al final del pueblo. Un estrecho camino encajado entre las altas paredes del Serrai de Sottoguda. Actualmente, una carretera que pasa por encima del desfiladero comunica Sottoguda con Malga Ciapela, canalizando todo el tráfico de acceso a las concurridas pistas de esquí de la Marmolada. No obstante, de vez en cuando algún que otro esquiador decide alargar el descenso, pasando por la garganta para llegar hasta el pueblo. Un largo descenso que lleva desde la cima de la Marmolada (3.343 m) hasta Sottoguda (1.250 m). A pesar de su proximidad a esta importante zona de esquí, Sottoguda es un pueblo con muy pocas casas y tan sólo tres pequeños hoteles. En uno de estos hoteles (el más elegante y caro) está Francesco, el único habitante del pueblo que se dedica a la escalada en hielo. A pesar de su aire tranquilo y como despistado, Francesco ha escalado buena parte de las cascadas del Serrai de Sottoguda. Es poco hablador pero, después de cenar, y entre vaso y vaso de excelente grapa de frutas, podemos hablar con él de las vías y de la historia de la escalada en el desfiladero.

 

Justo después de las casas, y antes de entrar en la garganta, hay un aparcamiento para dejar los vehículos. Inmediatamente después aparece la primera cascada y poco a poco las restantes, a lado y lado de sus paredes y muy próximas unas de otras.

En casi todos los alojamientos de la zona hay una habitación para secar esquís, botas y... material de escalada. Generalmente suele ser la sala donde está la caldera de la calefacción, lo que permite además equiparse con el material para la escalada en la comodidad de una sala caliente. Desde el hotel a la primera cascada hay unos 5 minutos y hasta la última unos 30-40 minutos. ¿Qué más se puede pedir?

Con estas condiciones, no es difícil imaginar que los fines de semana la fluencia de escaladores locales es importante. De todas formas, los cursillos siempre se suelen concentrar en las mismas cascadas: el primer largo de La Traversatta y los primeros de La Cattedrale.

A la mañana siguiente (viernes) aparece Alberto, un alpinista italiano que conocí durante el Ice Climbing Event, una reunión internacional de escalada en hielo que se celebra cada año a primeros de enero en Argentiére la Béssée, cerca de Briançon en Francia. Viene desde Trieste para escalar con nosotros durante estos días así que, manos a la obra. Ese día escalamos la que seguramente sea la cascada más estética de la zona: Excalibur. Tres bonitos largos con un primero “de película” que escalamos bajo una intensa nevada. Para rematar el día decidimos escalar la bonita Rugiada, que completa un día de escalada sin estrés, disfrutón y en el que incluso hacemos nuestros pinitos con la cámara de video.

 

Durante la cena, Alberto nos habla de otras zonas de cascadas, también muy asequibles desde el aeropuerto de Treviso. Aún no hemos acabado nuestra visita y ya estamos planeando la próxima.

El sábado nos dirigimos a la cascada Del Sole. Cuando nos encontramos en la primera reunión entendemos el porqué de su nombre: el sol toca en seguida en la cascada haciendo que comience a caer agua justo en el largo que cuenta con el tramo más vertical. A pesar de la capucha de la chaqueta, nos entra algo de agua.

Bajamos y al entrar de nuevo en la garganta comprobamos la gran diferencia de temperatura y el frío intenso que hace dentro de la misma. Al poco rato comenzamos a escalar la imponente columna de La Spada Nella Roccia A esta cascada que aquí se la considera como grado 5, por nuestras tierras, sin duda, se le daría una graduación superior.

Tras escalar la mitad de la cascada, los temblores por el intenso frío hace que se acentúen por la mojada que nos hemos dado en la cascada anterior, por lo que renunciamos y nos vamos en busca de una buena ducha caliente y un cambio de ropa.

Durante el día hemos ido viendo como la zona se iba convirtiendo en un lugar bastante concurrido por escaladores locales así que, siguiendo los consejos de Alberto, el domingo nos vamos hasta la base de las Torres de Sella donde se encuentra un bonito sector llamado Col Fosco. Allí, a pesar de no estar tan concurrido como el desfiladero de Sottoguda, también hay algunas cordadas escalando, con lo cual acabamos subiendo por la única en la que no hay nadie: Onda su Onda.

El lunes sólo queda despedirnos de los amigos hechos en la zona y quedar con ellos para el invierno siguiente.

Sottoguda

En Sottoguda se encuentra un angosto cañón, situado a la salida del pueblo, que cuenta con más de una veintena de posibles cascadas de hielo. La aproximación a las mismas se desarrolla por un buen camino prácticamente llano y va desde los 3 minutos de la primera, Baby, hasta los 30-40 minutos de la última, Rugiada. El descenso de todas las cascadas se realiza en rápel por las mismas, bien desde árboles o bien desde reuniones en la roca.

 

 

Este era el antiguo camino de salida del pueblo que fue sustituido por una carretera que salva la garganta por encima de ella.

No todas las cascadas se encuentran siempre formadas o en buenas condiciones. Las más estables suelen ser:

Baby (15 m., I, 3).

- Del Sole (80 m., II,3+). Toca el sol por la mañana.

- Della Luna (70 m., II, 4).

- L’Spada nella Roccia (50 m., II, 5). Magnífica.

- La Cathedrale (100 m., II,4+,5, 6). Tres posibilidades de derecha a izquierda.

- Della Traversata (100 m., II, 4).

- Excalibur (120 m., II,4+). Imprescindible.

- Rugiada (20 m., II, 4).

Desde Sottoguda y a tan solo 1 hora en coche se encuentra otra interesante zona que cuenta con varias cascadas de hielo: Col Fosco, al pie de las Torres del Sella.

Para llegar hay que regresar desde Sottoguda a Caprile y allí tomar la carretera que va hasta Arabba para seguir luego hasta Corvara y Col Fosco. Desde el aparcamiento de las pistas de esquí ya se ve el muro que alberga las cascadas más asequibles. Para llegar hasta ellas hay que salir del aparcamiento de las pistas de esquí y cruzar el río por un puente de madera. Remontar a la derecha por la pista de fondo y por un sendero a la izquierda en fuerte pendiente hacia el Passo di Campolongo y llegaremos a la base de las cascadas.

Se baja de ellas en rápeles por las mismas cascadas.

- Onda su Onda (100 m., II,3+). Un poco escondida en la esquina.

- La Spada de Damocles (120m., III,4+). La clásica.

- Solo per pochi (120 m., III, 5).

- Brivido Sottile (120 mts, III, 5). Entrada a veces poco formada.

 

Un invierno en Sappada

En esta ocasión nos vamos hasta Sappada, otra zona que cuenta con un trayecto en coche desde el aeropuerto de Treviso similar al de Sottoguda.

Aquí las cascadas suelen ser de mayor longitud que las de Sottoguda, pero quizás menos mantenidas. La mayor parte de las cascadas se encuentran junto a la carretera, en los últimos kilómetros antes de llegar al pueblo, que cuenta con dos partes. La primera concentración de casas es Sappada y 1 kilómetro después, tras una pronunciada curva está Cima Sappada.

De nuevo Alberto, nuestro amigo italiano, nos acompaña en esta visita. El viernes, escalamos la estética y fácil: Lo Specchio di Biancaneve, situada frente al pueblo y sin duda una de las clásicas de la zona.

El sábado y sin ninguna cordada a la vista, escalamos Carpe Diem en toda su longitud (500 m). Los escaladores locales suelen subir solamente los 4 primeros largos. A nosotros nos apetece subir toda la vía, así que después de tres largos de matojo escalada con algún trocito de roca, continuamos por un torrente con bonitos resaltes de hielo, hasta llegar al mejor largo de la vía. Un bomboncito reservado para el final de la escalada.

 

El domingo nos acercamos hasta el sector Futura-Diagonal, situado junto a la carretera y un par de kilómetros antes de llegar a las primeras casas de Sappada. Alberto se dirige hacia la bonita Futura. Nosotros escogemos la Diagonal, un gran muro de hielo situado al otro lado del río y que debe su nombre a que, en la primera ascensión, se siguió una larga diagonal que permite una escalada menos vertical que las actuales escaladas directas. Para acceder a la cascada hay que atravesar el río por un curioso cable-tirolina que une las dos orillas. Tan curiosa como el acceso es la primera reunión, situada en la roca y en mitad de la cascada a la que se llega entrando por un pequeño agujero en el hielo por el que en ocasiones hay que entrar a gatas.

Sappada

Sappada cuenta con 6-7 cascadas de hielo junto a la carretera y alguna más con accesos más complejos. La aproximación no supera los 5 minutos en la mayoría de los casos, a excepción de la clásica, Lo Spechio di Biancaneve, para la que harán falta unos 20 minutos de buen camino. El descenso se realiza en rápeles montados en la roca en la parte derecha de la cascada.

Para acceder a las cascadas del Sector Diagonal se sale del aparcamiento situado frente a la cascada y se cruza el río gracias a una tirolina. Para bajar se rapela por las reuniones de las mismas.

Para Futura hay que salir desde el aparcamiento de Diagonal y se remonta el bosque frente a esta cascada. Se baja en rápeles por la misma cascada.

Para Carpe Diem hay que bajar la carretera, y poco después de pasar el sector Diagonal encontramos un cruce a la derecha que se dirige a la Val Visdende. Poco más de 1 kilómetro después del cruce encontramos un salva-aludes. Justo encima comienza la cascada en forma de torrente. Normalmente se suelen escalar los 4 primeros largos (reuniones equipadas en la roca). A partir de aquí hay un tramo un poco confuso de 3 largos, a través de zonas boscosas y algo de roca para salvar un muro de roca que no se congela nunca. Con tendencia a la izquierda se entra de nuevo en el torrente para escalar alguno de los tramos más bonitos de la cascada. El descenso es algo complicado a través de árboles y algún avalakoff, por lo que será útil llevar algunos cordinos para abandonar y gancho para avalakoff.

Normalmente, en esta zona se suelen encontrar en buenas condiciones:

- Lo Spechio di Biancaneve (280 m., II,3+ ). La gran clásica.

- Diagonal (100-200 m., II, 4, 4+ ). Diferentes posibilidades por su anchura.

- Futura (150 m., II,4+). 5+ por la columna de la izquierda.

- Le 3 grazie (100 m., II, 3). La más concurrida.

- Carpe Diem (500 m., IV, 5).

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