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Castro Urdiales aprueba su primer presupuesto de legislatura que asciende a 50 millones “para sacar a la sociedad de la parálisis” provocada por la pandemia

Exterior del Ayuntamiento de Castro Urdiales.

Rubén Alonso

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El Ayuntamiento de Castro Urdiales ha aprobado el presupuesto municipal para 2021 que asciende a 50 millones. El equipo de gobierno ha logrado sacar adelante sus primeras cuentas de la legislatura por la mínima: con el apoyo de sus ediles (PSOE y Cs) y de Podemos, y gracias a la abstención del PP, mientras que PRC y CastroVerde se han posicionado en contra.

De esta forma, nueve 'síes', otros tantos 'noes' y dos abstenciones han hecho posible que este presupuesto vea la luz casi dos años después de que se constituyera la actual Corporación. Se trata, según ha detallado el concejal de Hacienda, Pablo Antuñano (PSOE), de unas cuentas que vienen marcadas por “la difícil situación que vivimos, un presupuesto excepcional para una situación excepcional”.

“Apuesta por la inversión pública para sacar a la sociedad de la parálisis que ha producido la crisis sanitaria”, ha resaltado el edil socialista, “ayudando a los y las que más lo necesitan, así como al tejido económico en su reactivación y mediante la política fiscal”. “Personas y sectores, como comercio y hostelería, que han sido duramente castigados por la pandemia, pero con los que este equipo de gobierno ha estado desde el principio, y que con este presupuesto demuestra que no va a dejar a nadie atrás”, ha expresado el edil.

Respecto a los números más importantes del documento, el concejal ha destacado que las Juntas Vecinales reciban un 53,6% más en las aportaciones respecto a los presupuestos de 2019. “Este equipo de gobierno ha escuchado y atendido las necesidades de los presidentes y presidentas de las Juntas Vecinales”, ha subrayado, que se van a traducir en obras en las pedanías por valor de 2.105.000 euros. El presupuesto incluye también una ampliación del contrato del limpieza para dar mayor cobertura a los barrios y zonas de las pedanías “donde los vecinos y vecinas reportaban carencias sobre este servicio”.

Además, estas cuentas registran una subida del 41% en la partida destinada a políticas sociales respecto al presupuesto anterior que aprobaron CastroVerde y PRC, y un incremento de la subvención al Banco de Alimentos de 28.000 euros a 70.000 euros. En el ámbito de las políticas activas de empleo recogen más de 1.100.000 euros, y 700.000 euros en inversiones para formación. Con estos datos, ha incidido Antuñano, “fijamos el carácter social del presupuesto y la importancia de la reactivación del empleo y la formación”.

La mejora de las instalaciones deportivas de Vallegón -con césped de hierba artificial por un importe de 450.000 euros-, la restauración del Cargadero de Dícido o el inicio de la tramitación para disfrutar de un Teatro “a la altura del municipio” junto al Pachi Torre son, ha finalizado Antuñano, “algunos de los hitos más importantes que recoge el documento”, para los que se cuenta “con la colaboración y compromiso tanto del Gobierno de Cantabria como del gobierno de Pedro Sánchez con Castro Urdiales”.

Por otro lado, el edil socialista ha lamentado “el rechazo del grupo regionalista y de CastroVerde con su 'no' a que se realicen en el municipio grandes inversiones absolutamente necesarias en estos momentos, dando la espalda a los sectores más perjudicados y a los castreños y castreñas más vulnerables cuando más nos necesitan”.

Finalmente, el equipo de gobierno municipal hace hincapié en que con este presupuesto “ponemos un punto y seguido a nuestra agenda social, a la reactivación del tejido empresarial y damos pasos importantes en inversiones que Castro Urdiales merece”.

“Despilfarro histórico”

Poco después de su aprobación, CastroVerde, una de las dos formaciones que ha votado en contra, ha criticado que este presupuesto “es el resultado tanto de la eliminación por parte del Estado de las restricciones del gasto público como de las limitaciones de endeudamiento”. “Y el PSOE lejos de aprovechar la oportunidad para priorizar lo social atendiendo a la ‘S’ que cuelga – más bien pende de un hilo- de sus siglas, demuestra claramente su afán desmedido por despilfarrar el dinero público”, ha manifestado en un comunicado.

Y es que para CV, el presupuesto es “irreal”, puesto que “no tiene en cuenta para nada el momento económico que vivimos, ni las previsibles consecuencias negativas en el futuro”, además de “irresponsable”, ya que “el importante crédito que se pretende pedir condicionará la política económica de las siguientes corporaciones municipales”.

Asimismo, a juicio de este partido, el documento también es “clientelista” porque “en línea con los intereses de los actuales gobernantes, PSOE y Ciudadanos dedican importantes cantidades de dinero a las Juntas Vecinales, discriminando otras partes del municipio, como Cotolino, Ostende o el Barrio de los Marineros que, con los mismos derechos, no reciben el mismo trato privilegiado que aquellas”.

“Compromiso con el interés general”

Por su parte, el PP, cuya abstención ha permitido inclinar la balanza hacia la aprobación del presupuesto, ha puesto en valor “su compromiso con el interés general de todos los castreños por encima de posiciones partidistas o individuales totalmente prescindibles en estos momentos”. “Los vecinos nos piden que estemos a la altura de un momento tan delicado como el actual y tendrán que ser otros quienes reflexionen sobre si lo están, no nosotros”, ha destacado su portavoz, Ana Urrestarazu.

La edil del PP ha explicado en un comunicado que las tres concejales integrantes de su grupo se han abstenido “por responsabilidad” en la votación de unas cuentas “que no nos gustan en absoluto, pero que han de servir para que desde el Ayuntamiento castreño se cuente con las armas necesarias para combatir la excepcionalidad de la actual crisis económica y social a causa de la COVID-19 y la nefasta gestión de la izquierda y sus peligrosos socios a nivel autonómico y nacional”.

De esta forma ha señalado que “más vale un mal presupuesto que no tener presupuesto”, tal y como ocurrió durante casi cuatro años en la pasada legislatura. Finalmente, también ha aprovechado para exigir a la alcaldesa que “abandone su postura cabizbaja y alce la voz ante los gobiernos central y regional para reivindicar que se atiendan las grandes necesidades con que cuenta la ciudad”. 

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