Carta con respuesta es un blog del escritor Rafael Reig. Dejad vuestros comentarios en este blog sobre vuestras preocupaciones políticas, sociales, económicas, teológicas o de cualquier índole, y él os responderá cada martes.
A las redacciones de los periódicos
A finales de este mes se harán públicos los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que se considera el indicador más fiable del paro en nuestro país.
Entonces veremos, pero mientras tanto lo que se ha dado conocer ahora son los datos de afiliación a la Seguridad Social, que a mí me han parecido penosos, a pesar de las alharacas con las que los ha difundido el Ministerio y que los dóciles medios de comunicación han aceptado apenas sin discusión. Un ejemplo, este diario afirma que “la economía creó 160.570 empleos en marzo”. Más patriótico, El País habla en su titular de que “España crea 160.000 empleos en el mejor marzo de su historia”
Ni son 160.000 ni es el mejor marzo de la historia de España en cuanto a empleo. Para evaluar el crecimiento del empleo, a las nuevas contrataciones habrá que restar, como es obvio, los nuevos parados. En ese caso estamos hablando, para todo el trimestre, de unos 60.000 empleos más, como dice El País, aunque no en el titular. Por otra parte, esa larga historia de la que hablan no llega más atrás de 2001, cuando se cambió la forma de calcularlo. Pero en cambio los titulares, radios y televisiones hablan de la historia en general, quizá desde los celtíberos.
Que los medios de comunicación orienten la noticia al dictado del Ministerio es triste, aunque no sorprendente. Para mí el vértice de la noticia que contienen esos datos está en otros dos puntos: la pérdida de cobertura de los parados y el aumento de la temporalidad en los contratos. Ambos datos aparecen en el interior de las informaciones periodísticas, pero mi pregunta es, señores periodistas que se reúnen a valorar noticias en sus redacciones: ¿por qué renunciar a decidir cuál es la noticia más importante de un conjunto de datos? ¿Por qué resignarse a obedecer y reproducir el punto de vista ministerial, en este caso? A menudo sucede lo mismo con las notas de prensa de una empresa.
El País al menos lleva la pérdida de cobertura de los parados al titular de otra noticia, lo cual merece un aplauso: “La protección a los parados cae a su nivel más bajo desde 2001”. Curioso, ¿verdad? Ahora ya no es el nivel más bajo de la historia, sino sólo desde 2001. Misterios de la objetividad periodística.
Allí dice El País que “en conjunto, el número de beneficiarios de algún tipo de prestación se situó en febrero en 2.372.615 personas. Eso supone un descenso del 13,7% con respecto al mismo mes de 2014”. No sólo son menos personas las que reciben prestaciones, sino que reciben cada vez menos dinero: un descenso del 4,7% en un año y del 11,4% en dos años. Además, en estos datos no se cuentan los que no han encontrado el primer empleo, así que habría que sumar otros 382.234 parados que tampoco tienen cobertura. Menos personas con cobertura y menos dinero para cada persona.
Por otra parte, aumenta más aún el porcentaje de contratación temporal, que alcanza el 90%. Además en los contratos estables aumenta la contratación a tiempo parcial, de modo que, como recuerda este diario, ya estamos consiguiendo ser uno de los países europeos donde más trabajadores se ven obligados a aceptar contratos a tiempo parcial contra su voluntad. Por supuesto, la gran mayoría son mujeres.
En resumen, los datos no son la información. La información es el resultado del análisis de los datos, que deben realizar los periodistas por su cuenta, en sus propias reuniones, sin fiarse de cómo se los presenten los organismos oficiales o las notas de prensa empresariales.
De los datos difundidos, se puede sacar otra conclusión que no parezca una sugestión hipnótica impuesta por el Ministerio. Por ejemplo: caída simultánea de las coberturas y de los empleos estables. Porque eso es lo que, para mí, ha pasado: que empeora gravemente la situación (ya agónica) de los parados, pero también la de quienes tienen un empleo, que será temporal en el 90% de los casos y, si no lo es, en más del 40% de los casos sólo será un contrato a tiempo parcial.
Y si eres mujer, peor todavía.