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España está en situación de sequía meteorológica y afecta especialmente al oeste de Castilla-La Mancha y Toledo

Índice de precipitaciones

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La escasez de precipitaciones en los últimos 12 meses permite hablar de sequía meteorológica, sobre todo en la mitad occidental y en el tercio norte, así como en algunas islas canarias, según ha destacado el portavoz de AEMET, Ruben del Campo durante la rueda de prensa estacional del organismo. Entre estas zonas, ha mencionado el oeste de Castilla-La Mancha y especialmente al oeste de la provincia de Toledo.

Según datos de AEMET publicados este jueves 20 de junio, el valor medio nacional de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre de 2018 (comienzo del año hidrológico) hasta el 18 de junio de 2019 se cifra en 459 mm (litros por metro cuadrado), lo que representa alrededor de un 16% menos que el valor normal correspondiente a dicho periodo (546 mm).

Pero, además, en el actual año 2019 la situación de escasez de precipitaciones se ha acentuado, y desde el 1 de enero (año natural) las lluvias han estado un 25 por ciento por debajo del promedio 1981-2010.

Tercer año más seco del siglo

En ambos casos, se trata tanto del tercer año hidrológico y como del natural más seco del siglo XXI.

“Desde febrero de 2018 no se daba un índice de sequía tan bajo, a pesar de que en España la sequía es una situación habitual”, ha precisado Del Campo, que apostilla que “el oasis” de 2018 “se ha revertido”.

Así, las precipitaciones se encuentran por debajo de sus valores normales en la mitad oeste y al norte del cuadrante nororiental peninsulares, en el archipiélago canario salvo en el norte de Gran Canaria, en la mitad oeste de Mallorca y en las Pitiusas.

No se alcanza ni el 75 por ciento de dichos valores en extensas áreas de Castilla y León, en puntos aislados de la provincia de A Coruña y Huesca, en Cáceres y al sur de Badajoz, en zonas de Andalucía occidental y en la comunidad de Madrid, así como en todas las islas del archipiélago canario con la excepción de Fuerteventura.

De este modo, aunque no existe una definición única de sequía, aplicando uno de los índices que se utilizan para su cuantificación, el Índice de Precipitación Estandarizado (SPI, por sus siglas en inglés) a la precipitación recogida en España en los últimos 12 meses, se puede hablar de sequía meteorológica en áreas de las provincias de A Coruña, Burgos, Bizkaia y Huesca, así como en el sur de Castilla y León, Comunidad de Madrid, Extremadura, oeste de Castilla-La Mancha, tercio occidental de Andalucía, norte de Tenerife y La Palma.

La situación se acusa especialmente en el extremo meridional de Castilla y León, oeste de la Comunidad de Madrid y oeste de la provincia de Toledo.

Por otra parte, las precipitaciones superan los valores normales en amplias zonas del tercio este peninsular y Baleares, especialmente en zonas del levante, sierra Nevada y provincias de Teruel y Castellón, donde en algunas zonas las precipitaciones llegan hasta el 50 por ciento de los valores normales.

Sexta primavera más seca del siglo

Durante la rueda de prensa, Del Campo ha precisado que la primavera de 2019 ha sido la sexta más seca del siglo XXI, con un valor medio de lluvias de 174 litros por metro cuadrado para el conjunto del país lo que “le confiere un carácter seco”.

Por meses ha indicado que tanto marzo como mayo fueron “muy secos”, con un -45 por ciento y un -61 por ciento de precipitaciones respecto al nivel normal, mientras que abril ha resultado ser el cuarto más lluvioso desde 1965, con un 48 por ciento de precipitaciones por encima de lo normal.

“Esto se debió, sobre todo a los episodios muy lluviosos que afectaron sobre todo al sureste peninsular”, ha comentado Del Campo, que ha dicho que durante los cinco días de Semana Santa en algunos puntos llovió más del doble de lo que cae en toda una primavera normal.

El portavoz ha comparado la estación con la de 2018, que fue “la más lluviosa de toda la serie histórica”, pero este año de 2019 “no ha llovido ni la mitad que en la primavera pasada”.

Asimismo, ha insistido en mayo, que ha sido muy seco, con un -61 por ciento de lluvias frente a lo normal y hay zonas donde ni siquiera ha caído una gota desde el 24 de abril.

Por ejemplo, ha citado a la ciudad de Madrid, donde en mayo “no cayó nada”, la segunda vez que esto ocurre desde que hay registros y la primera vez fue “hace poco”, en 2015.

Por otra parte, ha añadido que esta primavera ha sido la tercera menos tormentosa del siglo.

El portavoz ha recordado que las lluvias de abril se concentraron principalmente entre los días 18 y 22 a consecuencia del temporal de Levante que dejó en pocos días en la Comunidad Valenciana y Murcia más de 200 litros por metro cuadrado y afectó también a algunas zonas de Albacete.

La situación no está cerca de arreglarse ya que no se ve una tendencia a que en los próximos meses vaya a ser diferente a la climatología propia del verano, cuando las precipitaciones son escasas.

“Solo podría arreglar el balance hídrico un septiembre especialmente lluvioso”, ha lamentado.

Los regantes piden prevención ante la sequía

Por su parte, la Federación Nacional de Regantes (FENACORE) ha instado a prevenir los efectos de la sequía, en lugar de lamentar sus consecuencias, con la puesta en marcha de los planes de emergencia de las comunidades de regantes y la cesión temporal de agua, una herramienta, a su juicio, “muy útil” para estas épocas.

Los regantes abogan por flexibilizar la cesión temporal de derechos del uso del agua para garantizar los recursos a los agricultores en épocas de falta de agua, lo que, a su juicio, también eliminaría las tensiones por el reparto y paliaría los mayores perjuicios en los cultivos más damnificados.

Asimismo, abogan por la construcción sostenible de embalses y trasvases en determinadas zonas para tener agua garantizada, “por mucho que resulte una medida impopular entre ciertos sectores políticos y ecologistas”.

“Y es que, sin estas infraestructuras, el agricultor se vería obligado a apostar por cultivos de secano en zonas de regadío, lo que reduciría sus ingresos, la diversidad de las producciones y se generaría una pérdida de competitividad y de cuota de mercado”, avisa la organización.

El uso alternativo de aguas superficiales y subterráneas es otra de las medidas preventivas propuestas por FENACORE, así como avanzar en la modernización de regadíos.

Finalmente, los regantes insisten en que, aparte de recurrir a los seguros agrarios o a moratorias en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social para mitigar los efectos de la sequía, convendría tomar medidas estructurales para evitar la sequía hidrológica y poder abastecer la demanda de los diferentes usos, aunque parezca estar pasado de moda.

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