Atropellos, daños en cultivos y enfermedades: la sobrepoblación de ciervos y jabalíes

“Castilla La Mancha tiene una larga e histórica relación con el mundo rural y con su fauna”. Así lo asegura José Otero Muerza, doctor ingeniero de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), y uno de los participantes en la Jornada ‘Estrategias y nuevas ideas para la gestión del patrimonio natural’, organizada por el Colegio de Ingeniero de Montes en Toledo.

Durante la misma ofreció una charla sobre la sobrepoblación de ungulados silvestres en España entre 1960 y 2017. “Responde al resumen de un trabajo más extensos que hace el Colegio de Ingenieros de Montes, con la ayuda del MAPAMA. Así, esta charla sería una presentación resumida de este reciente trabajo”.

A través de este trabajo, Otero llama la atención sobre esta situación e insiste ante las administraciones regionales y locales del riesgo que tenemos de “morir de éxito”. “Este incremento tan notable de ciervos y jabalíes conviene analizarlo entendiendo sus causas. Casi nada es casual sino que hay una causalidad tras estos números”. Según Otero, de igual modo que ha existido una estrategia y una política de conservación de especies amenazadas y de espacios naturales, también ha existido una voluntad de fomentar las poblaciones de grandes herbívoros silvestres.

“Al fin y al cabo, son la base de una renaturalización de nuestras sierras, montes y dehesas, a la vez son también la base de muchos aprovechamientos tradicionales como la caza y son los cimientos de numerosas actividades socioeconómicas en rincones rurales muchas veces muy apartados, y son también la base para la conservación de grandes mamíferos como el lobo ibérico, o como nuestros cuatro grandes buitres: quebrantahuesos, buitre negro, leonado y alimoche”.

Según Carlos Otero, la sobrepoblación de ungulados silvestres en España es un fenómeno de confluencia de muchos factores que se ha dado también en otros países como Francia, Alemania, Reino Unido o Suecia e incluso en los Estados Unidos de América. “Se dan muchos factores naturales como la reforestación o la regeneración natural de bosque y de matorral, pero existen también factores socioeconómicos, entre los que habría que citar, el despoblamiento del mundo rural”.

Aspectos positivos y negativos 

Entre los aspectos negativos que tiene la proliferación de algunas especies como los ciervos y los jabalís cita tres: el incremento del número de accidentes en carretera por atropello de grandes herbívoros silvestres, los daños que producen en reforestaciones y cultivos y la propagación de enfermedades infecto-contagiosas al ganado doméstico.

En cuanto a los beneficios Carlos Otero destaca que la abundancia de herbívoros silvestres “renaturaliza la carga pastante en pastizales naturales, garantiza la conservación de valiosas especies y las consolida, porque les dota de presas naturales. Por no hablar de la actividad socioeconómica ligada a estas especies y a su caza que se da en nuestras regiones cinegéticas, muchas de ellas ubicadas en remotos rincones muy lejos de otras oportunidades de desarrollo”.

“Hoy existen más de 30.000 cotos de caza que cubren más del 80% del territorio español y que permite identificar al responsable en cualquiera de los casos, ya sean éxitos o errores. Hemos logrado consolidar sólidamente poblaciones vulnerables o amenazadas de extinción de todos los grandes herbívoros pero que sin embargo, y salvo aisladísimos casos, no ha sabido resolver la intrincada ecuación de la conservación de nuestra perdiz roja, de nuestro conejo de monte o de nuestra liebre ibérica…cuyas poblaciones se nos están yendo de los dedos…y es aquí donde tendremos que centrar nuestros esfuerzos en los próximos años”, explica.

Según Otero, la sobrepoblación se podría evitar con su control. “Hay que conocer la vocación y la capacidad de las distintas Comarcas Naturales y además su carga pastante. El exceso de población hay que controlarlo con extracciones. Ya sea con su caza y aquí el papel del casi un millón de cazadores que tenemos en España va a ser decisivo, como con su extracción y traslado con el fin de renaturalizar otras regiones o comarcas”.