El autoconsumo y la reducción de plásticos contarán con estrategias propias de desarrollo en la región
Los objetivos de la nueva Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha han quedado plasmados en comisión parlamentaria tras la comparecencia de su titular, José Luis Escudero. Entre ellos, destaca el compromiso de lucha contra el cambio climático como eje trasversal en torno al cual orbitarán medidas, normativas, ayudas, estrategias y decretos. Será el caso de modelos como el autoconsumo o acciones como la reducción en la producción de plásticos: el consejero ha anunciado estrategias propias de desarrollo para cada una de estas dos medidas, como también sucederá con la economía circular cuando se apruebe la nueva ley regional, y como ya es el caso de la implantación del uso de biomasa forestal y de la promoción de la educación ambiental.
Impulsar una transición energética justa y potenciar las telecomunicaciones en el medio rural son también otras de las prioridades del Gobierno de Castilla-La Mancha en materia de sostenibilidad y cohesión territorial, según ha enumerado Escudero en las Cortes regionales.
Coincidiendo con la Semana de Acción Global por el Clima y con el día en que se cumplen cuatro años desde que Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030, ha subrayado que el Ejecutivo autonómico es consciente de la importancia del cambio climático a escala ambiental, social y económica y, por ello, ha recalcado la necesidad de “dar una respuesta eficaz a este desafío con medidas urgentes que limiten los impactos del calentamiento global en la región implicando a toda la sociedad”.
La emergencia climática
En este sentido, ha sostenido que Castilla-La Mancha quiere ser “parte de la solución a este reto climático” y la reciente aprobación de la Declaración de Emergencia Climática demuestra el “compromiso de este Ejecutivo con este problema que concierne a toda la humanidad”.
Esta declaración, estructurada en 19 acciones concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, forma parte de un conjunto de políticas que se han desarrollado en los últimos años en la región castellano-manchega para mitigar los efectos del cambio climático como son la Ley del Cambio Climático y la Estrategia Regional de Cambio Climático, Horizontes 2020 y 2030, aprobada el pasado enero.
Entre las líneas estratégicas fijadas por Escudero en materia de transición energética destaca la Ley de Economía Circular, una norma cuya aprobación está prevista para principios de 2020 y que supondrá un cambio en el modelo productivo de la economía regional, además del Plan de Desarrollo Energético de Castilla-La Mancha Horizonte 2030 y la Estrategia Regional de Autoconsumo. Esta batería legislativa da continuidad a las medidas aprobadas la pasada legislatura, orientadas a fomentar la eficiencia energética y la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera. En este capítulo sobresale la Estrategia Regional de Biomasa.
Por otro lado, extender la conectividad ultrarrápida a todo el territorio castellano-manchego constituye la apuesta de Desarrollo Sostenible para “frenar la brecha digital entre el medio rural y el urbano”. En concreto, el objetivo, ha dicho, se centra en ampliar la fibra óptica a todos los municipios de la región de menos de 200 habitantes hasta 2023.
Este plan se integra dentro de los acuerdos que la Junta de Castilla-La Mancha está alcanzando con las diputaciones provinciales para ejecutar políticas en materia de telecomunicaciones en el marco del reto demográfico. En este sentido, Escudero ha señalado que las telecomunicaciones son un potencial para el desarrollo económico y el “asentamiento de población en las zonas rurales”. Castilla-La Mancha es la región española que más ha crecido en cobertura 4G entre 2015-2019.
Además, esta área se plantea sacar adelante una Estrategia regional de Educación Ambiental que, unida a una mejor política forestal, ayude a “proteger el patrimonio natural, fomentar la biodiversidad y afrontar de forma más eficaz la prevención de los incendios forestales en la región”, según ha recalcado Escudero.
Finalmente, la protección y la defensa de los consumidores conforman otro de los ejes de la Consejería de Desarrollo Sostenible. En este apartado, la acción se focalizará hacia un modelo de consumo responsable mediante el desarrollo de un plan para reducir el desperdicio alimentario y la Ley del Estatuto de las Personas Consumidoras de Castilla-La Mancha, aprobado en marzo. Escudero ha matizado que la aplicación de los 17 objetivos que establece la Agenda 2030 supone “el compromiso social” que hemos adquirido y “la vía que conducirá de forma transversal a la consecución de todos los objetivos fijados para esta legislatura”.
