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La comparación de tarifas de luz y gas, entre las asignaturas pendientes de la mayoría de castellanomanchegos

Bárbara D. Alarcón

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“Más de la mitad de los castellanomanchegos no ha cambiado nunca de compañía eléctrica ni sabe qué tarifa tiene contratada”. Esta es una de las principales conclusiones del estudio ‘Hábitos de ahorro de los españoles’ realizado por la compañía de seguros Rastreator.

Tras elaborar un total de 2010 encuestas, 100 de ellas en Castilla-La Mancha, se concluye que la mayoría de las personas entrevistadas no busca ahorro en sus facturas de luz y gas porque no dedica tiempo ni a comparar tarifas ni compañías. Según el informe, el 68% de los castellanomanchegos no ha modificado ni una sola vez su compañía eléctrica aunque un 85% afirma que lo haría si supusiera un ahorro económico.

Mientras que la comparación de precios y empresas brilla por su ausencia, siete de cada diez encuestados se interesan por el coste de la luz y del gas, explica Daniel Mata, responsable de energía de Rastreator. “A la mayoría de los castellanomanchegos les preocupa el ahorro y más aún ante la incertidumbre del momento actual”.

Entre las medidas del estado de alarma, “se suspende, al menos hasta septiembre de 2020, la revisión periódica de los precios del butano y del gas natural, de modo que los precios se mantendrán tal y como fueron fijados para el primer trimestre del 2020”. De hecho el coste de la luz, según los datos del Índice de Precios al Consumo del mes de abril, descendió un 5,8% y la factura media debería ser un 20% inferior a abril de 2019. Así pues, la pandemia no ha derivado en un aumento de los costes energéticos lo cual supone una preocupación menos teniendo en cuenta que durante el confinamiento el consumo de luz y gas se ha disparado un 28%, tal y como recoge el Instituto Nacional de Estadística.

Con o sin COVID-19, los hábitos de consumo castellanomanchegos no incluyen la comparación de tarifas de luz y gas. “No se analizan las ofertas del mercado con el objetivo de ahorrar ni se presta atención al tipo de contrato o potencia contratada”, señala Daniel Mata quien alerta de que esta falta de interés y desconocimiento son “un obstáculo para el ahorro”.

“La complejidad del sector energético y la dificultad para entender las tarifas y facturas son los principales motivos” de este tipo de comportamientos frente al consumo energético. Según el informe ‘Hábitos de ahorro de los españoles’, los hogares “pierden dinero” ya que “ante esta falta de conocimiento, la probabilidad de no tener contratada la tarifa que mejor se adapta a lo que necesitan, ni los mejores precios, aumenta considerablemente.”

Entre los encuestados de la región, el 44% afirmó no saber qué tipo de contrato tiene ni la potencia contratada mientras que el 51% reconoció no entender sus facturas de luz y gas. “Esto no ocurre, por ejemplo, con la tarifa de teléfono”, asegura Mata. “Cualquier hogar, ya sea propiedad o alquiler, debe saber qué tarifa tiene contratada para asegurarse de que es la adecuada a sus necesidades tanto a nivel de servicios como de precio”.

Potencia contratada y consumo, conceptos clave para entender una factura de luz

Tal y como explican desde la compañía de seguros, el ahorro en la factura de la luz puede conseguirse atendiendo a dos costes: el de la potencia contratada y el del consumo.

“Se trata de la potencia necesaria para que los electrodomésticos funcionen correctamente sin que salten los plomos”, recuerda Mata. “Representa un coste fijo y se paga si se consume más o menos o si no se gasta nada. Por ejemplo, en una vivienda de unos 100m2 la potencia contratada suele ser de 4,6 kW pero dependerá del número de aparatos eléctricos que se usan al mismo tiempo.”

Por su parte, el concepto del consumo hace referencia “al coste real a pagar por el consumo eléctrico realizado durante el período de facturación, medido en kilovatios por hora. Por lo tanto, este es el factor en el que más se puede ahorrar”, añade Mata aunque para ello hay que “comparar los precios del kWh que las comercializadoras ofrecen para cada una de las tarifas eléctricas. Todo se reduce a contratar el precio en €/kWh que más se ajuste al consumo de la vivienda”.

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