Ecomoral logra la primera certificación participativa de garantía Agroecológica
Este sábado 21 de junio, la Red de Apoyo a Iniciativas Agroecológicas de Ciudad Real realizó su primera “certificación participativa” o “sistema participativo de garantía” a Ecomoral. Consiste en una verificación por parte de los consumidores que componen la Red para asegurar que la forma de producir los alimentos se realiza bajo principios agroecológicos. En palabras del daimieleño Mariano García Nieto, miembro de la Red, “es un sistema de certificación que lo damos directamente los consumidores de un determinado proyecto, que en este caso es de agricultura agroecológica, y que consiste en que nosotros mismos certificamos que las cosas se están haciendo según nuestro criterio”.
Esta certificación participativa se hace con un test en el que se evalúa, entre otras cuestiones técnicas, la distancia que recorren los productos desde su origen hasta los puntos de venta, los tipos de fertilizantes que usan los productores, el estado del suelo y de la hierba o la procedencia de las semillas, valorando especialmente si son de origen autóctono. Todas estas variables sirven para determinar si el productor trabaja bajo principios agroecológicos y de Soberanía Alimentaria. Además, dentro de la Red también hay técnicos expertos en agroecología como Ignacio Mancebo, que aportan su experiencia y sus conocimientos para evaluar la producción, así como ayudar a estos productores a trabajar bajo principios agroecológicos.
Mariví Rojo, una de las co-fundadoras de Ecomoral, que es una de las primeras iniciativas a las que apoya la Red, nos dice que esta certificación tiene para ellas más valor que las oficiales: “Nos fiamos más de personas que vienen a ver nuestra huerta y se preocupan de cómo nos va y de cómo lo estamos haciendo que de personas que vienen una vez al año y después no vuelven a venir”. Esta certificación participativa es un paso adelante para la consolidación de esta Red que busca tejer redes de Soberanía Alimentaria en Ciudad Real, con el objetivo de recuperar esas redes de confianza y cercanía que han sido la seña de identidad del mundo rural desde hace décadas.
Desde que comenzó la crisis, Ciudad Real ha visto nacer múltiples iniciativas que buscan la Soberanía Alimentaria, como los grupos de consumo responsable, que tratan de fomentar y recuperar relaciones económicas basadas en la confianza y en la cercanía con las que potenciar el desarrollo económico, social, humano y medio-ambiental de Ciudad Real. Sin embargo, aunque este tipo de relaciones socioeconómicas eran muy habituales en los mercados y pequeños comercios de los pueblos de la provincia, la deriva que ha tomado la Globalización desde la caída del muro de Berlín ha provocado que los productores de ganadería y agricultura de todo el mundo, que trabajaban bajo los criterios de la Soberanía Alimentaria, se encuentren con grandes dificultades para hacer viables económicamente sus proyectos, y los grupos de consumo aún no consiguen consolidar ese tejido social y humano concienciado con esta forma de producir alimentos que busca, por encima de todo, proteger la salud de los seres vivos y el entorno.
Debido a esa debilidad económica, algunas personas concienciadas con este movimiento en la Provincia de Ciudad Real decidieron crear la Red de Apoyo a Iniciativas Agroecológicas, con el objetivo de conseguir que salgan adelante esos pequeños productores que siguen la filosofía de la Soberanía Alimentaria, ya que lo tienen más difícil para competir en el mercado capitalista. En esta red, consumidores concienciados buscan pequeños productores de la provincia a los que apoyan con una cantidad económica mensual fija con la que asegurar el futuro de su producción, reforzando al mismo tiempo unas relaciones humanas basadas en la cercanía y la confianza que han sido siempre la seña del pequeño comercio.
Esta confianza se sella ahora con un distintivo de garantía para aquellos productores de alimentos ecológicos, alejados de los precios que se suelen tener que pagar por este tipo de servicios. Un sello realizado por los propios consumidores finales de los productos que permite ampliar tanto el campo de venta a los productores agroecológicos como dotar de confianza a quienes decidan entrar por primera vez en estas redes de productos agroecológicos.
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