Las farmacias de Castilla-La Mancha, “empresas libres de violencia de género”
Las farmacias de Castilla-la Mancha lucharán contra la violencia de género tras el acuerdo suscrito entre la Federación de Farmacias de Castilla La Mancha (FEFCAM) y el Instituto de la Mujer en la región para combatir esta lacra.
“Este acto representa la unión de todo el sector de la oficina de farmacia de Castilla-La Mancha contra la violencia hacia las mujeres”, dijo el farmacéutico ciudadrealeño Mariano González, presidente de FETCAM. Con este acuerdo marco que todavía hay que desarrollar y llenar de contenido, se quiere lograr que las 1.265 farmacias de Castilla-La Mancha firmen el convenio de “empresas libres de violencia de género”. En las 1.265 farmacias hay 1328 titulares de los que 849 son mujeres y 479 son hombres, lo que representa el 64 % frente al 36 de hombres.
FEFCAM engloba a las asociaciones provinciales de farmacias de Ciudad Real (ASEFARCIR), Toledo ( AFEDETO), Albacete( APEFA) y Guadalajara (APEFG), que suman unas cuatrocientas farmacias en la región y su presidente dejó claro en la firma que “somos conscientes de la problemática social existente y de la necesaria implicación de todos y todas en su prevención” .
Piden formación para los farmacéuticos
Las asociaciones de farmacia han pedido al Instituto de la Mujer formación para sus profesionales por parte de especialistas y así adquirir conocimientos generales, básicos pero suficientes, en materia de violencia hacia la mujer, información sobre recursos, medios y programas específicos de atención, y sobre todo protocolos de actuación, tanto para detección precoz de la violencia como de asistencia a las víctimas.
La directora del Instituto de la Mujer, Araceli Martínez, ha confirmado que estos profesionales recibirán formación específica en perspectiva de género para detectar síntomas de malos tratos o abusos sexuales. Del mismo modo, incluye medidas de concienciación y sensibilización conjuntas sobre igualdad real entre mujeres y hombres, facilitar material informativo y divulgativo y difundirlo para que las personas usuarias de las farmacias tengan conocimiento de la importancia de la prevención de esta lacra social.
A juicio de Araceli Martínez, “sería un derroche no aprovechar el potencial que tienen las farmacias, especialmente aquellas que están ubicadas en las zonas rurales, para luchar activamente contra la violencia de género”.
