La justicia condena a la Junta de Comunidades por denegar la tarjeta de accesibilidad a una dependiente
En un primer momento la Junta de Comunidades denegó la tarjeta de accesibilidad a una niña que había nacido sin una pierna, con problemas en la otra pierna causados por “pie de cangrejo” y con escoliosis, natural de Valdepeñas (Ciudad Real). Este caso y la decisión de no conceder este derecho fue recurrido por la familia de la niña afectada que por un lado presentaron un recurso a la decisión y por otro consiguieron que la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales le realizase una nueva valoración de movilidad por la que en esa ocasión sí le fue concedida la tarjeta de accesibilidad hasta 2020.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Ciudad Real ha admitido el recurso contra la decisión inicial del rechazo a la tarjeta de accesibilidad y condena además a la Junta de Comunidades y su administración correspondiente al pago de las costas judiciales del proceso para la familia.
En su día, el rechazo a obtener esta tarjeta de accesibilidad fue justificado por la Junta porque “no tiene graves problemas de movilidad que le impidan desplazarse de manera autónoma”, a pesar de que la niña no puede moverse sola, tiene una discapacidad reconocida del 51%, y necesita para desplazarse un mínimo de muletas.
Cuando la Consejería emitió la primera resolución por la que denegaba la tarjeta de accesibilidad, la familia presento recurso de alzada a la decisión, que también fue denegado. Todo el proceso judicial ha llevado más de un año a la familia así como los costes jurídicos de los que ahora tendrá que hacerse cargo la Junta de Comunidades. Este recurso contra la decisión fue puesto en febrero de 2014, mientras que ahora se ha conocido su fallo y en este tiempo la Junta realizó la nueva valoración del estado de la niña, concretamente lo hizo en diciembre del año pasado.
Otro punto que los implicados no comprenden es la decisión de la Junta de alargar hasta 2020 la tarjeta de accesibilidad y que no tenga un carácter permanente, ya que señalan el diagnóstico y estado de la niña es crónico e irreversible, y al concedérsela para cinco años entienden que están obligando a que haya una nueva valoración de su estado en ese año de cara a volver a conceder la tarjeta de accesibilidad.
