Palabras Clave es el espacio de opinión, análisis y reflexión de eldiario.es Castilla-La Mancha, un punto de encuentro y participación colectiva.
Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad de sus autores.
A punto ya de llegar a mitad de agosto, en plena canícula, acaba de comenzar la vendimia en La Mancha, la mayor superficie de viña del mundo, cerca de las 500.000 hectáreas. Consecuentemente, es también la mayor bodega del mundo, con una producción media de las últimas diez campañas, de alrededor de 25 millones de hectólitros de vino y mosto.
Los viticultores de La Mancha empiezan a cosechar alrededor del 10 o 15 de agosto desde hace ya unos años, fundamentalmente por la rápida maduración de variedades blancas, como la chardonnay, moscatel o sauvignon blanc. Las tintas, entre ellas la autóctona cencibel o tempranillo, empezarán a recolectarse para finales de mes, y la airén, con más de 200.000 hectáreas será la última en vendimiarse, en fechas que nos permitirán rememorar las vendimias de antaño.
Pero la realidad del sector nada tiene que ver con la de hace unas décadas. Años de reestructuración, reconversión varietal y mecanización del cultivo, han modernizado y mejorado el viñedo, haciéndolo el más avanzado del mundo. Por otra parte, las inversiones en innovación y tecnología en la elaboración y en comercialización, por parte de las bodegas particulares y las cooperativas, han sido ingentes, situando a nuestro vino en un gran nivel de competitividad en los mercados. El sector vitivinícola de la región está cada vez más organizado y en ello merece una especial mención el esfuerzo de integración comercial que han hecho las cooperativas.
Me siento especialmente orgulloso del tamaño adquirido en los últimos años por las cooperativas vitivinícolas, que han apostado por crecer, integrarse y fusionarse. Fue una apuesta en mis años como consejero, que no hubiera sido posible sin la activa participación de la organización regional de Cooperativas Agroalimentarias, con la que fuimos de la mano desde el primer momento.
En los últimos años se han notado ya algunos efectos, que serán mayores en esta vendimia, que nos traerá, además de una muy buena cosecha, alrededor de 24 millones de hectolitros de vino y mosto, buenas noticias en forma de fusiones en el mundo cooperativo. Sin duda, una forma de defender nuestro modelo, alcanzando mayor capacidad negociadora en los mercados, donde, cada vez vendemos más vino embotellado y donde nuestras elaboraciones son más apreciadas por un consumidor que apuesta, hoy, por vinos frescos y jóvenes, donde somos imparables.
Y así, se trabaja por la rentabilidad de nuestras explotaciones, porque tengamos cerca de 75.000 viticultores que, cada año, hacen posible que nuestra tierra vuelva a ser vino. Como siempre.
0