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Presas y azudes, una “basura permanente”: así es la primera acción conjunta internacional para liberar a los ríos

AEMS - Rios con Vida

Alicia Avilés Pozo

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No es la primera que el Parque Natural del Alto Tajo, en Guadalajara, se sitúa en el punto de mira de las asociaciones y colectivos que piden la eliminación de presas y embalses para eliminar la fragmentación de los ríos y “devolverlos a la vida”. En este paraje se aglutinan algunas presas obsoletas que solo suponen un obstáculo. Un estudio europeo señaló recientemente a más de un millón de presas, embalses y azudes, la mayoría ya obsoletos como obstáculos que ha convertido a los ríos de Europa en “los más fragmentados del mundo”. Entre ellos destacaba la presa de la Hoz Seca en el río del mismo nombre del Parque Natural del Alto Tajo. Ahora es la plataforma FreeTheRiverToday la que inicia esta campaña internacional desde el azud del Molino Bajo, también en el Alto Tajo. Es la primera acción conjunta global contra los embalses en Europa: la Big Jump 2021. 

La petición de derribo de esta presa en España, promovido por AEMS-Ríos con Vida, se enmarca en la campaña de de WWF Living European Rivers en coordinación con Dam Removal Europe (DRE). El objetivo global de esta iniciativa es promover la demolición de “obstáculos en desuso u obsoletos” como ocurre con numerosas de estas infraestructuras en España. En este contexto, el azud del Molino Bajo es la primera barrera elegida en España para llamar la atención sobre lo que consideran un “grave problema ambiental”.

Concretamente, el evento anual Big Jump se celebra hasta el 11 de julio destinado a la recaudación de fondos mediante crowfunding para quitar presas en seis países europeos, en una acción simultánea liderada por WWF y compartida por más de 300 organizaciones europeas de conservación de la naturaleza. La semana pasada se derribaba una barrera obsoleta en el río Hucava, en Eslovaquia, financiada con fondos de esta misma plataforma, demostrando que “la acción ciudadana puede ayudar a restaurar los ríos de Europa”, explican desde la organización.

Estiman que en total existen al menos un millón de barreras en los ríos en 36 países europeos, más de 150.000 de ellas sin ninguna utilidad, pero siguen en pie mientras “deterioran la salud de los ríos y contribuyen a su declive”. Así, cerca de 600.000 presas en Europa son pequeñas barreras de menos de dos metros de altura, que pueden parecer menos dañinas que las megapresas, pero “hoy sabemos que una serie de pequeños obstáculos a lo largo de un mismo cauce puede tener un enorme impacto acumulativo en la salud de los ríos”.

Este es el mapa que ofrece el Atlas de Barreras en la web del proyecto AMBER, primer inventario completo de los obstáculos transversales registrados en los ríos de Europa. Puede descargarse la información de todos los “obstáculos” de los ríos por tipología. En este caso, aparecen las presas y azudes de España:

Según la organización, los ríos tienen “una extraordinaria capacidad de recuperación una vez que pueden discurrir libres de nuevo” y por ello “nada puede restaurar los ríos con tanta rapidez y eficacia como la eliminación de presas”. Consideran estas asociaciones que se trata así de una “inversión única”, seguida de importantes beneficios permanentes, incluido el retorno de peces migratorios (salmón, anguilas, esturiones, etc.) y otros animales y plantas, mejor calidad del agua, capacidad natural para reducir el impacto de inundaciones extremas y sequías, mayor resistencia al cambio climático, recuperación de actividades económicas ligadas al río.

César Rodríguez, Secretario General de AEMS-Ríos con Vida detalla que la caducidad de las concesiones de numerosos aprovechamientos de agua en España ofrece “una gran oportunidad para empezar a recuperar la continuidad ecológica y el capital natural de nuestros ríos”. Afirma que no se trata solo de la acción de los gobiernos a través de las medidas de los nuevos planes hidrológicos 2021-2027 bajo el paraguas del Green New Deal europeo, sino también con la contribución directa de las personas interesadas. “Deseamos que esta primera barrera que proponemos eliminar en España sea solo la primera de muchas que podamos derribar, con ayuda del Big Jump y de toda la ciudadanía europea”.

Por su parte, Eva Hernández, líder de WWF Living European Rivers, remarca que las presas “viejas e inútiles” no son “más que cemento abandonado que bloquea el flujo de los ríos, hasta una barrera por kilómetro”. Las denomina “basura permanente” que debe desaparecer y ensalza el Big Jump como una oportunidad para que los ciudadanos actúen directamente sobre ella.

“Juntos podemos ayudar a devolver la vida a nuestros ríos contribuyendo a la eliminación de barreras obsoletas y compartiendo las noticias. Esperamos que los gobiernos europeos sigan este ejemplo y juntos superen el objetivo de 25.000 km de nuevos ríos de flujo libre indicado por la Comisión de la UE en su Estrategia de Biodiversidad”.

Finalmente, Roberto Epple, fundador de Big Jump y presidente de European Rivers Network concreta que la temática de la edición del Big Jump este año 2021 son los ríos que fluyen libremente. “Por lo tanto, es natural que hagamos un llamado a la ciudadanía para que apoye la campaña de crowdfunding de eliminación de presas para quitar obstáculos en nuestros”.

Esta iniciativa deja sobre la mesa datos muy significativos. Por ejemplo, solo el 40% de las masas de agua superficiales europeas (ríos, lagos, humedales, aguas de transición y costeras) se encuentran actualmente en buen estado según lo exige la Directiva Marco Europea y la pérdida de conectividad ecológica se ha identificado como una de las causas principales.

Estudios realizados dentro del mencionado Promecto Amber estiman que existen al menos 0,74 barreras por cada kilómetro de río. Las conclusiones del trabajo publicadas recientemente en la revista ‘Nature’ confirman que la sucesión de pequeños obstáculos muchas veces desconocidos y mucho menos llamativos que las grandes presas, también puede ocasionar “una grave fragmentación de los ecosistemas fluviales”.

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