Profesionales médicos no permitirán que Rajoy les obligue a “jornadas extenuantes”
Continúan las reacciones a la polémica decisión del Gobierno en funciones de Mariano Rajoy de presentar recurso de inconstitucionalidad contra la norma del Ejecutivo castellano-manchego que establece la jornada laboral de 35 horas para empleados públicos y anula la jubilación forzosa. A las críticas se ha unido el Sindicato Médico regional (CESM) manifestando su “profundo rechazo” por esta decisión contra los derechos de los trabajadores y advirtiendo de que no permitirá que Rajoy les obligue a realizar “jornadas extenuantes”.
Para este colectivo “no es de recibo” que el Gobierno autonómico anterior del PP sí tuviera competencias para hacer “recortes abusivos” en los derechos de los sanitarios, con disminución de retribuciones superiores a las de otras comunidades autónomas y con aumentos de jornada laboral, y que “ahora ese mismo partido niegue precisamente esas atribuciones cuando se trata de mejorar esas condiciones laborales”.
Por ello, ante la posibilidad de que por las medidas cautelares decretadas por el Tribunal Constitucional, se volviera a la jornada de 37,5 horas semanales, declaran que no permitirán que ese aumento de horario suponga “obligar a los profesionales médicos a trabajar en jornadas extenuantes durante las que en muchos casos tuvieron que desempeñar sus funciones en la legislatura anterior”.
“Las condiciones asistenciales deben respetar los principios básicos marcados por las sociedades científicas nacionales e internacionales y además respetar la normativa de prevención de riesgos y salud laboral”, argumentan. De hecho, afirman que estos preceptos ya se incumplen en la actualidad y fueron ignorados “hasta extremos incalificables” con la jornada de 37,5 horas semanales. “Más aún, si tenemos en cuenta que los médicos son obligados a realizar una jornada mucho mayor por tener que cumplir con sus guardias, lo que supone llegar o incluso superar las 48 horas semanales”.
El CESM recuerda que los médicos deben desarrollar en su jornada actividad asistencial, pero también formativa, docente e investigadora, algo que no se realiza actualmente “en las debidas condiciones”. Por eso avisan de que si finalmente “se consuma la afrenta” esas horas deberán realizarse como lo hace el resto de trabajadores de la Administración Pública: ampliando en media hora la jornada para cubrir el tiempo que necesitan para su formación y del que actualmente no disponen, o para “numerosas labores administrativas y burocráticas”.