Dos regiones en una: la Castilla-La Mancha que crece y la que se vacía en la última década
Los últimos datos oficiales de la población en los municipios españoles publicados por el Instituto Nacional de Estadística muestran que hay dos dinámicas del crecimiento de población en la región. O de crecimiento y decrecimiento de la misma. Y es que mientras las provincias de Albacete, Cuenca y Ciudad Real han perdido irremediablemente vecinos durante los últimos diez años, Toledo y Guadalajara se sitúan entre las provincias que más crecen.
En total, la población de Castilla-La Mancha ha perdido unas 50.000 personas entre 2009 y 2019. Ahora, bien, la región también ha ganado más de 300.000 habitantes desde 1999. Sindicatos y organizaciones civiles han advertido de la pérdida de la población que se hizo especialmente acuciante durante los años de la crisis, en particular en el 2012, cuando la población comenzó a caer en picado, perdiendo 20.000 personas entre los años 2012 y 2013.
El crecimiento ha sido moderado y así lo tienen en cuenta localidades como Cabanillas del Campo, municipios que han visto que su población no ha parado de crecer en los últimos años, debido a su ubicación en el Corredor del Henares. En cuanto a los datos del Instituto Nacional de Estadística, explican que se el crecimiento que se ha alcanzado en los últimos períodos es “moderado” y “está lejos del ritmo anual de crecimiento que vivió la localidad” entre los años 2000 y 2010.
Las dos provincias que han ganado población en los últimos diez años, Guadalajara y Toledo, no han sido ajenas a este fenómeno. De hecho, el número de habitantes en la provincia toledana recién comenzó a volver a crecer en 2017, y con unas cifras más bien tímidas. Fue solo este año, cuando se registra una subida más destacable, de cerca de 10.000 personas. En el caso de Guadalajara, la dinámica es la misma: la provincia pierde población sin parar entre 2012 hasta el año 2016, cuando empieza a volver a crecer tímidamente.
En el caso de Cuenca, la caída de población ha sido a un precipicio desde 2011. Entre 2011 y 2012, se perdieron unos 1.000 habitantes, pero entre 2012 y 2013, más de 7.000 personas abandonaron la provincia. Así, hasta perder más de 20.000 personas. En el caso de Ciudad Real, han sido más de 30.000 personas y en el de Albacete, hay unos 15.000 habitantes menos que hace diez años.
En el caso de las capitales de provincia, sólo Cuenca ha perdido población en la última década. Albacete ha ganado unos 4.000 habitantes, Ciudad Real cerca de 700 y en Toledo y Guadalajara viven más de 2.000 personas más que hace diez años. Cuenca, por su parte, ha visto como se ha ido ceca de un millar de vecinos de la capital.
