Los linces reintroducidos han llegado a Extremadura y Madrid
En noviembre de 2014, el programa Life+ IBERLINCE liberaba en los Montes de Toledo ocho ejemplares de lince ibérico, que portaban collares con tecnología GPS y radiofrecuencia, para un rastreo diario y exhaustivo de sus movimientos. El proyecto ha divulgado con frecuencia que los ejemplares que todavía quedan en la región, menos de la mitad, han dado muestras de gran vigorosidad en sus desplazamientos por los territorios autonómicos.
En este sentido, el programa ha señalado en especial a los machos ‘Kahn’ y ‘Kentaro’, ejemplares que venían del Centro de Cría en Cautividad de Silves, en Portugal, que son los más alejados del término municipal de Mazarambroz, donde se ubica la zona de suelta. El primero de los animales se ha ido desplazando al oeste, ya al ser liberado del cercado de pre-adaptación, y ha llegado hasta las zonas que forman los términos municipales de Menasalbas y San Pablo de los Montes. Kahn, además, ha llegado a alcanzar el río Tajo, cerca de Las Herencias, e incluso ha llegado a la zona de la comarca de la Jara, hasta adentrarse en la provincia de Cáceres.
En este caso han sido los responsables del programa de la comunidad extremeña los que han seguido la monitorización del ejemplar en esta Comunidad Autónoma, donde se encontraba el 4 de marzo, según indica el programa, que ha señalado que existe una relación “estrecha y fluida” entre los distintos términos regionales. En este sentido, el ejemplar Kahn habría llegado a desplazarse más de 185 kilómetros.
El otro caso destacado por el programa, Kentaro, no inició sus movimientos fuera de la zona de suelta tan rápido como su compañero, quedándose en el entorno de la zona de liberación durante más tiempo. El animal ha empezado ya una serie de “movimientos dispersivos” hacia el noreste, en las inmediaciones de la ciudad de Toledo, para luego seguir también relativamente el cauce del río Tajo, hasta pasar incluso por la comunidad de Madrid, para volver a Castilla-La Mancha. Kentaro se habría desplazado alrededor de unos 100 kilómetros desde su zona de suelta.
Life+IBERLINCE ha celebrado así la capacidad de movimiento de los animales, que han llegado incluso a cubrir áreas de unos 25 kilómetros por jornada. El programa ha señalado que el papel que han jugado los agentes medioambientales en el seguimiento de los collares GPS de los animales, el que han señalado como parte importante de un proceso preciso y continuo.