Los sindicatos han registrado ya cinco casos de “despido por enfermar” en Castilla-La Mancha
Centenares de personas se unieron a lo largo de la región a las manifestaciones convocadas por Comisiones Obreras y UGT para protestar en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional, que ha avalado el despido por absentismo laboral, incluso con ausencias justificadas. “Por solo nueve días, la gente puede ser echada la calle”, recordó el secretario general de Comisiones Obreras, Paco de la Rosa, que participó en la manifestación en Toledo. Los sindicatos han apelado a los partidos para que al conformar Gobierno actúen en contra de este tipo de medidas, que achacan a la reforma laboral. Cinco son los afectados por la situación en la región, según ambos sindicatos.
“Es una barbaridad que hayamos sido incapaces de dialogar contra una reforma laboral que es anti-personas”, aseguró de la Rosa. Durante la manifestación, el sindicalista instó a los trabajadores a seguir movilizándose. “No podemos dar un paso atrás, os animo a que no cejéis en el empeño. Es importante que trabajadoras y trabajadores estemos en la calle para que el Gobierno tome como medida de una puñetera vez la derogación de la reforma laboral que no ha hecho otra cosa que empobrecer a los trabajadores”.
Los sindicatos han advertido de que sólo haría falta una baja de nueve días en dos meses para que el despido sea considerado como procedente, según el antecedente que ha sentado la sentencia. Alberto Sánchez, secretario de Administración y Formación de UGT, ha recalcado que la sentencia es la “gota que colmó el vaso” y una “vergüenza”. “Prevalece la libertad de la empresa por encima de la libertad del trabajador”, recalcó Sánchez.
“Afecta a toda la clase obrera, pero especialmente a las mujeres”, afirmó Sánchez, porque las trabajadoras tienen “más incidencias”. Por eso, ha pedido al nuevo Gobierno que “no haga suya la reforma laboral como hizo el PP y PSOE” y que la “deroguen entera”. Además, ha advertido de que la sentencia puede incidir también en la siniestralidad laboral, el bienestar físico y en la seguridad de los trabajadores y sus compañeros.
En Albacete, la secretaria general de CCOO, Carmen Juste, ha defendido que la movilización es por un derecho “fundamental”, el de la protección de la salud. “No se puede consentir que ningún empresario despida a un trabajador por el hecho de causar bajas justificadas e intermitentes. Consideramos que esto es totalmente inconstitucional y que está vulnerando ese derecho de la protección a la salud y también se están vulnerando convenios internacionales y de la OIT”. Afirmó. En Ciudad Real, desde el sindicato defendieron que es “cruel forzar a las personas a ir a trasbajar ante la amenazad de poder ser despedidas” y que esto tiene “consecuencias sobre la salud”.
María José Mesas, en Cuenca, señaló que la sentencia es la “mayor lesividad, regresión y daño a los trabajadores y trabajadoras y a la salud laboral, en favor, una vez más, de los beneficios empresariales y de la producción”. Laura Gil, secretaria de Organización en Guadalajara, incidió en que la sentencia perjudica de manera “especial” a las mujeres: “En la última huelga general ya decíamos que nos iban a despedir por una gripe y ahora hay una sentencia que lo viene a confirmar”.
“No soy inservible para trabajar”
Vanesa García ha sido despedida de su puesto en ICSA, dependiente de Aernnova, por bajas por enfermedad. La trabajadora ha contado visiblemente emocionada su caso ante las cámaras. Hace nueve años recibe el diagnóstico de un tumor en un oído, por lo que debe darse de baja durante dos años. A su regreso al trabajo, la empresa intentó ofrecerle dinero para que dejara el puesto, explican desde Comisiones Obreras, pero ella decidió mantenerse en su puesto.
Tras la sentencia, este lunes 25 de noviembre se le notifica el despido debido al abstentismo laboral. Debido a las secuelas del tumor, en los últimos meses debió acogerse a nueve días de baja. “Nunca llegué a pensar que una multinacional como Aernnova me sacara otra vez a la calle. Nadie se da de baja por gusto. Nadie se merece este trato después de una enfermedad tan dura. Estoy muy afectada”, reclamaba García. “No soy inservible para trabajar”, concluyó.