Varios expertos justifican las sociedades con empresas ajenas al sector eólico para evitar competencia

Dos expertos, que han declarado este lunes como peritos en el juicio que se sigue por la conocida como trama eólica, han justiciado la asociación de grandes corporaciones energéticas con empresas ajenas a este área, que no se dedicaban a las eólicas, porque, si no, se habrían aliado con competidores.

Ambos han comparecido en la vista que se celebra en la Audiencia de Valladolid contra exaltos cargos de la Junta de Castilla y León y empresarios por la supuesta comisión de irregularidades en la concesión de autorizaciones de parques eólicos que pudieron generar beneficios económicos ilícitos.

Los dos peritos, que han acudido a propuesta de la defensa de uno de los encausados, Rafael Icaza, quien trabajaba en Ibercyl, una filial de Iberdrola Renovables, elaboraron dos informes sobre la asociación de Iberdrola con Industrias San Cayetano -dedicada en principio al cartonaje- a través de Energía Global Castellana, para proyectos eólicos.

Sobre la forma de funcionar en Castilla y León con los proyectos eólicos, que han considerado similar a la de otras autonomías y en el extranjero, han explicado que primaba el hecho de que hubiera socios locales.

En el caso concreto de la asociación de Iberdrola y San Cayetano, la manera de actuar fue similar a la de otras empresas, con el mismo esquema, que consistía en la constitución de una compañía conjuntamente con una mayoría de Iberdrola, como esta empresa hizo con otras de distintos sectores.

No tiene sentido asociarse con alguien que puede ser un competidor

“No tiene ningún sentido asociarse con alguien que puede ser un competidor”, han expuesto los peritos al referirse a que Iberdrola no se uniera con otra compañía dedicada a la energía y sí con otras con actividades de otros sectores.

De lo que se trataba era de asociarse con compañías que conocían el terreno, que contasen con el factor del conocimiento local y, en el caso de Iberdrola, a pesar de todos los recursos que pueda tener, no llegaba a alcanzar esa capilaridad de relación que podían tener los locales.

Han detallado que lo que se constituyen son sociedades con las compañías energéticas como socios mayoritarios y empiezan a desarrollarse proyectosque llevan aparejada una primera incertidumbre muy elevada hasta su desarrollo, su puesta en explotación y hasta que se produce el primer megavatio pasan unos cinco años.

Dentro de estas circunstancias, hay sociedades que no logran desarrollar ningún proyecto por cuestiones medioamentales, técnicas o administrativas, lo que desemboca en que socios locales abandonen esos proyectos.

En el caso concreto de Iberdrola y San Cayetano, el objetivo del acuerdo al que llegaron el 1 de diciembre de 2004 se dirigió a la promoción, la construcción y explotación de estos proyectos eólicos.

Ese acuerdo supuso un contrato estándar, en el que Iberdrola aportó un 60% y San Cayetano un 40%, en concreto 36.000 y 24.000 euros, respectivamente, para empezar a funcionar.

Preguntado por la recepción de San Cayetao de 47 millones por San por parte de Ibrcyl tras haber aportado 24.000 euros en un inicio, los peritos han especificado que un valor nominal representa lo que supone en el momento de la aportación y el desarrollo de esa compañía abarca la asunción de riesgos de deuda con los que se compromete San Cayetano desde el primer momento.

Es como comparar lo que aportó Amancio Ortega cuando se creó Inditex y decir ahora que vale 100.000 millones de euros; “esas comparaciones no se pueden realizar”, han puesto como ejemplo.

Otros dos peritos que han comparecido este lunes, en este caso a propuesta de la defensa de otro de los procesados, Pedro Barriuso, exdirectivo de Iberdrola Renovables, también han considerado como un patrón común entre autonomías la inclusión de socios locales para los proyectos eólicos.

El Plan Eólico de 2002 de Castilla y León no difiere de la generalidad de las demás autonomías y establece la implicación de empresas locales en el sector con el interés principal de beneficiar la economía de la zona, han expuesto.

Acerca de alianzas de comañias energéticas con empresas que no se dedicaban a la energía eólica han manifestado que en esos años no había experiencia en un sector incipiente y, si se hubiera producido esa especialización, difícilmente se habrían producido beneficios locales.

Han matizado en este sentido que Iberdrola no solo llegó a acuerdos con San Cayetano, sino también con otras empresas dedicadas a distintos sectores del eólico, como las mermeladas o vinculadas con la automoción.