El juez descarta una gestión “negligente” de Rubiralta en Celsa y rechaza la demanda de los fondos propietarios del grupo
El juez ha desestimado la demanda millonaria que los fondos de inversión propietarios de Celsa interpusieron contra el expresidente ejecutivo y miembro de la familia fundadora del grupo siderúrgico, Francesc Rubiralta, al descartar que tuviera una gestión “negligente”.
El magistrado avala la versión exculpatoria de Rubiralta, quien alegó que ni él ni su familia han sacado “ni un euro” del crédito intragrupo por valor de 504,55 millones, cuyo cobro reclaman los actuales propietarios de Celsa a su antiguo administrador, y que esa cantidad se reinvirtió en sociedades del grupo.
Rubiralta fue a juicio por la demanda interpuesta por Inversiones Pico Espadas, una sociedad holding del Grupo Celsa, que lo acusaban de conductas contrarias a su deber, en particular por no declarar vencido ni tampoco reclamar, entre 2020 y 2022, el pago de este crédito intragrupo.
El origen de la demanda son unos préstamos –966 operaciones transacciones entre 2006 y 2009 según el périto de KPMG– concedidos por una sociedad del grupo Pico Espadas a empresas patrimoniales de los Rubiralta por valor de 482 millones de euros (hoy 504,5 millones, teniendo en cuenta los intereses). La garantía de ese crédito eran las acciones del grupo.
Celsa consideraba que esos más de 500 millones son incobrables, ya que las sociedades patrimoniales no tienen activos y están en liquidación, y por eso presentó la demanda. Pero el juez descarta que el antiguo administrador de Celsa haya vulnerado sus deberes de diligencia y de lealtad como administrador.
La sentencia descarta que el antiguo administrador de Celsa haya vulnerado sus deberes de diligencia y de lealtad como administrador, ni por acción ni por omisión, y subraya que en ningún caso se ha demostrado un perjuicio económico directo para la sociedad. Tampoco aprecia conflicto de interés alguno ni “actuación dolosa o negligente”.
La empresa siderúrgica es propiedad de los fondos Strategic Value Partners, Attestor, DWS, Golden Tree y Cross Ocean desde septiembre del 2023. Estos fondos adquirieron en 2022 la deuda de la compañía a un grupo de entidades financieras, entre las que estaban CaixaBank y Banco Santander. Un año después, un juez mercantil homologó un plan de reestructuración, es decir, avaló que los acreedores de la compañía convirtiesen su deuda en capital, lo que supuso apear a la familia Rubiralta en la propiedad.
Desde entonces, la nueva Celsa está inmersa en un proceso de reestructuración de su negocio y saneamiento de sus cuentas. En una junta de accionistas celebrada hace un año, en junio de 2024, Celsa acordó emprender acciones legales contra Rubiralta para hacer lo posible para recuperar estos préstamos. Celsa recibió ayuda gubernamental, por parte del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
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