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Margarita Rivière desnuda literariamente la Catalunya de la omertà en “Clave K”

Margarita Rivière se dirige desde la pantalla a los asistentes a la presentación de su último libro  : Foto Enric Català

Siscu Baiges

Barcelona —

Hace quince años le encargaron a la periodista Margarita Rivière que escribiera un ensayo sobre la transición. Llenó unas 300 páginas con una historia que leída hace reír y encaja con la Catalunya que estamos redescubriendo tras la confesión de Jordi Pujol que, el 25 de julio del año pasado, reconoció que había tenido escondida una fortuna en el extranjero después de 34 años. Pero era una historia demasiado fuerte para la Catalunya del cambio de siglo. Pujol era entonces presidente de la Generalitat y en Catalunya pocos osaban llevarle la contraria. Clave K, el libro de Rivière, pasó a dormir el sueño de los justos.

Y la justicia ha llegado de la mano de Icaria Editorial, que acaba de editar un libro, que muchos correrán a ver si reconocen sus personajes, con los nombres convenientemente distorsionados. Lo presentaron los periodistas Xavier Vidal-Folch y Sergio Vila-Sanjuán en la librería +Bernat, en Barcelona, este miércoles 25 de marzo.

Algunos lo leerán para saber qué dicen de ellos. Porque en Clave K descubrimos desde el propio Pujol, su mujer y su secretaria hasta el socialista Narcís Serra, los arquitectos Oriol Bohigas y Ricardo Bofill o avispados personajes del entorno presidencial, como el ex-secretario general de Presidencia de la Generalitat, Lluís Prenafeta, y el abogado Juan Piqué Vidal.

El recurso a la ficción y al cambio de nombres permite a Rivière fantasear sobre una realidad que nos acerca a la crisis de Banca Catalana y la manifestación de apoyo a Pujol que se organizó cuando fue incluido en la querella contra sus gestores, el nombramiento del primer director de TV3, o el incendio del Liceu. Se trata de un recurso que le sirve para imaginarse relaciones eróticas de los protagonistas e incluso asesinados.

Es uno de esos libros que hará pasar un rato excelente quienes vivieron aquellos años y hará enfadar algunos de los que desfilan. Muchas de las anécdotas, los rumores que han recorrido las redacciones de los medios de comunicación sin ser publicadas, las encontramos en Clave K. El cuerpo secreto de los mozos de escuadra que lo curioseaba aunque era conocido en el mundo periodístico como los “mortadelos” aparece aquí convertido en los “salchicheros”.

Pero no es cuestión de desvelar todos los secretos y juegos de palabras de Margarita Rivière en esta Clave K que retrata los tics y la omertà de la Catalunya de los años del pujolismo. Es cuestión de leerlo, imaginarse las escenas que describe el Palau de la Generalitat, en el Parlamento de Catalunya o los palcos del Liceu, y confiar en que haya una segunda parte.

La Catalunya actual es mejor que la que nos rememora Margarita Rivière. Pero está llena de defectos, trampas, corrupciones e intereses poco presentables y no podemos esperar quince años a que alguien como ella nos lo explique.

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