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JxSí y la CUP desobedecen al Constitucional y votan impulsar el proceso constituyente catalán

Jordi Turull, Carles Puigdemont y Xavier Garcia Albiol en el hemiciclo

Oriol Solé Altimira

Junts pel Sí y la CUP han dado un paso más este miércoles en su plan hacia la independencia de Catalunya. Los independentistas, omitiendo la advertencia del Tribunal Constitucional, han elevado al pleno las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente catalán. Después de un bronco debate que ha evidenciado la fractura de la Cámara, los independentistas han hecho valer su mayoría de 72 diputados para validar las conclusiones. Entre los puntos del texto aprobado destacan la posibilidad de activar un “mecanismo unilateral de ejercicio democrático” para convocar una “Asamblea Constituyente”, así como continuar la tramitación de las tres leyes 'de desconexión' para llevar a cabo el “proceso constituyente” de un Estado catalán independiente. Todo ello en medio de una gran tensión entre los grupos favorables y los contrarios a la independencia de Catalunya. Catalunya Sí que es Pot ha votado en contra de las conclusiones. El PSC no ha participado en la votación. El PP y Ciutadans han abandonado el hemiciclo en señal de protesta. El líder popular, Xavier Garcia Albiol, ha afirmado que este miércoles se ha cometido un “atentado al Estado de Derecho”.

El Constitucional había advertido a los diputados, y en especial a la Mesa del Parlament, que las conclusiones de la comisión no eran “constitucionalmente admisibles” si daban continuidad a la resolución independentista aprobada por la Cámara el pasado 9 de noviembre y que fue declarada inconstitucional.

En este sentido, el texto aprobado este miércoles no solo se inspira en el contenido de la declaración anulada sino que supone su desarrollo parlamentario. El proceso constituyente planteado por los independentistas tendría tres fases: una de participación ciudadana, otra de “desconexión” con el Estado en base a las leyes de Hacienda, Seguridad Social y Transitoriedad Jurídica y, finalmente, la ratificación mediante referéndum de la Constitución catalán. Las tres leyes, según el texto, no serían “susceptibles al control, suspensión o impugnación por parte de ningún otro poder, juzgado o tribunal”. También se insta al Govern a “poner a disposición de la ciudadanía los recursos que haga falta para conseguir realizar un debate constituyente de base social”.

Los diputados quedan a la espera de las actuaciones que pueda emprender la Abogacía del Estado, que podría pedir al Constitucional activar los mecanismos coercitivos contra los cargos públicos que incumplan sus resoluciones comprendidos en la última reforma del TC aprobada por el PP. “La broma se ha terminado” proclamó Garcia Albiol al presentar los cambios en septiembre de 2015.

Los independentistas han defendido que las conclusiones aprobadas emanan de la voluntad popular y que el objetivo es hacer un proceso constituyente “de base popular, transversal, plural y abierto”. “Tenemos el aval democrático y el permiso de las urnas”, ha afirmado la portavoz de Junts pel Sí, Marta Rovira. “Hablamos de desobedecer al régimen del 78. El pueblo de Catalunya tiene legitimidad para iniciar un proceso constituyente”, ha señalado la diputada de la CUP, Gabriela Serra.

La oposición ha afeado a los independentistas que busquen el enfrentamiento con el Constitucional, así como el contenido y las formas con las que han tramitado las conclusiones.  “Se pasan la justicia por el arco del triunfo y proponen un golpe a la democracia”, ha criticado la jefa de la oposición, Inés Arrimadas (C's).“Señores independentistas, están llevando a cabo un acto antidemocrático. Esto no les va a salir gratis. El Estado de Derecho actuará”, ha advertido Garcia Albiol.

“No nos hablen de consensos. Hay una mayoría independentista que ha impuesto su criterio”, ha afirmado el líder del PSC, Miquel Iceta. “Todo esto no va a ninguna parte. No tienen derecho a situar el Parlament fuera de la ley”, ha zanjado. “Las conclusiones confunden deliberadamente proceso constituyente e independencia de Catalunya”, ha aseverado el portavoz de CSQP, Joan Coscubiela, que ha cargado contra el carácter “dirigista” del plan de JxSí y CUP.

Bronca por votar las conclusiones en el pleno

El debate de las conclusiones de la comisión ya venía cargado de tensión por la decisión de JxSí y la CUP de forzar la votación del texto en el pleno. Inmediatamente después de la sesión de control al Govern, el presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull, ha pedido la palabra para pedir que se ampliara el orden del día con el debate sobre el proceso constituyente, una solicitud a la que se ha sumado inmediatamente la portavoz parlamentaria de la CUP, Anna Gabriel.

En este punto, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, les ha preguntado sobre si eran “conscientes” de la resolución Constitucional que instaba a la Cámara catalana a no elevar al pleno las conclusiones ya que suponen desarrollar la declaración anulada del 9-N.

“De lo que somos conscientes es del mandato democrático del 27 de septiembre. Lo que vamos a hacer lo podemos hacer perfectamente”, le ha respondido Turull. “Somos conscientes del Constitucional y caminamos hacia la independencia sin miedo”, ha añadido Gabriel.

Tras varias intervenciones de representantes de todos los grupos de la oposición afeando las formas parlamentarias de los independentistas, el vicepresidente del Parlament, Lluis Corominas (JxSí), ha leído el informe de los letrados de la Cámara que recogía la advertencia del Constitucional y se ha procedido a debatir las conclusiones.

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