El ataque falangista al busto del héroe del 'Stanbrook' que salvó a 2.600 republicanos no desluce los actos de homenaje
La Falange ha querido hacerse notar en el inicio de los actos preparados en Alicante con motivo del 80 aniversario del final de la Guerra Civil y por ello no ha tenido otra ocurrencia que atacar el busto dedicado a Archibald Dickson, el capitán del buque Stanbrook que tal día como hoy de hace ocho décadas salvó la vida a 2.638 personas que huían de la represión franquista que se avecinaba.
El monolito, inaugurado hace un año por la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, ha amanecido con el texto que acompañaba la escultura tachado con la bandera de España, seguido del logo de la Falange, el url de la web de la organización y la frase 'zona nacional', en alusión al conflicto bélico.
De esta forma, el grupúsculo falangista no solo ha pretendido boicotear el símbolo del Stanbrook, sino que lo ha querido hacer justo el día en el que la corporación municipal había planeado acercarse al busto para rendir homenaje a las más de 2.600 personas que lograron exiliarse en Orán (Argelia) así como a las 15.000 -en su mayoría republicanas- que se quedaron en tierra sin posibilidad de huir y que muchas de ellas acabaron recluidas por el bando vencedor en campos de concentración como el de Los Almendros o el de Albatera.
Al final los actos previstos se han podido desarrollar con normalidad gracias a los operarios de Limpieza del Ayuntamiento de Alicante que han acudido a la entrada del puerto para borrar la pintura. Entre ellos ha destacado la ofrenda de flores que ha seguido a los discursos de los representantes políticos, que ha tenido la deferencia de interrumpir el pleno ordinario que estaban celebrando en la sala consistorial para homenajear la gesta del capitán Dickson.
En dicho pleno se ha aprobado una declaración institucional a propuesta del PSPV-PSOE, Guanyar y Compromís, a la que se ha sumado PP y Ciudadanos -se ha abstenido el edil tránsfuga Fernando Sepulcre porque quería que apareciese reflejado el comunismo- “contra la guerra y el fascismo y a favor de la paz y los valores democráticos”. La propuesta supone que Alicante, como última ciudad de la retaguarda sitiada por el ejército de Franco, se compromete a conmemorar los sucesivos 31 de marzo, fecha simbólica del final de la guerra, como el “día del recuerdo a las personas represaliadas”.
Para este 80 aniversario la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, Presidencia de la Generalitat Valenciana y Conselleria de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas han preparado un extenso programa de actividades y jornadas donde se analizará, por ejemplo, la represión sufrida por las mujeres republicanas o los masones, intervendrá Carmen Negrín, la nieta del último presidente de la Segunda República, Juan Negrín, o el prestigioso Julián Casanova, entre otros.
