Los depredadores de lo público van ahora a por RTVE
Con el cierre de Radio Televisión Valenciana, el PP demostró que no cree en los medios de comunicación como servicio público, consecuentemente con su falta de fe en los servicios públicos en general. Dentro de esta línea, ahora le toca el turno (de nuevo, pues va de susto en susto desde hace bastantes años) a RTVE. En la Comunidad Valenciana, la corporación ya ha sufrido los efectos del desmantelamiento, que ha dejado a los oyentes de RNE sin las emisoras de Elche e incluso de una capital de provincia, Castellón.
Elche cerró sus puertas hace más de un año y en Castellón, aunque la emisora sigue oficialmente abierta, en la práctica se carece de personal de redacción, por lo que la presencia de la información sobre esta provincia ha mermado considerablemente, ya que ahora no tiene boletín informativo propio y además las noticias se cubren desde Valencia. Tal y como están las cosas actualmente en la empresa, no sería de extrañar, aunque sí mucho de lamentar, que en breve el centralismo arrasara también con Alicante. Y, lo que es peor, si con RTVE no se hace una apuesta decidida por la continuidad estable, podrían peligrar las instalaciones en las comunidades autónomas en su conjunto, y yo no apostaría mi mano a que una prolongación del Gobierno del PP en España evitase el cierre global de la corporación pública y su venta ventajosa para algún empresario del audiovisual amigo.
De hecho, en esto último están ya pensando los poderes mediáticos privados, no sabemos si lanzando globos sonda de parte de los populares: hace unos días, El Mundo publicaba en su web una perversa e intencionada encuesta en la que preguntaba a los lectores si estaban a favor o en contra del cierre de RTVE, a la vez que el Ministro Montoro hacía declaraciones garantizando la continuidad de la empresa pública. ¿Se imaginan ustedes que ante problemas económicos en cualquier otra compañía española una encuesta similar? A los cinco minutos tiene Casimiro García-Abadillo esperándolo en la puerta a una buena cuadrilla de obreros palo en mano.
En este país hay muchos medios privados que le tienen ganas a los públicos, y es frecuente oír llamadas al cierre de las televisiones autonómicas entre los tertulianos de ultraderecha, así como el uso falaz e interesado de datos sobre Radiotelevisión Española para justificar su desmantelamiento. Pero los políticos no deberían permitir que intereses económicos particulares se antepusieran al interés general, porque la democracia necesita medios al servicio de los ciudadanos. Ypara garantizar un buen servicio público audiovisual se impone tomar medidas de una vez por todas y por consenso, con el objetivo de: garantizar una financiación suficiente y estable, una gestión eficiente, un servicio público de calidad e independiente, con participación ciudadana.
En el ámbito europeo tenemos modelos, como la BBC, con un reconocido prestigio y paradigma de institución audiovisual entre las empresas comerciales, que además es capaz de prestar un servicio público excelente incluso en un momento de crisis en las radiotelevisiones públicas. La clave, como señala la investigadora Teresa Ojer, en su libro sobre esta compañía británica, parece estar en cuatro pilares en los que se apoya: la condición de empresa pública, su estructura de gobierno, su sistema de financiación y gestión eficaz de sus recursos, y la mejora continua de la calidad de sus contenidos. Desde el principio, los gobernantes han tenido claro que su misión no era utilizar la cadena como trampolín de sus intereses partidistas, al contrario que en España.
Si hablamos de financiación, la BBC saca sus recursos en un 75% del canon (una pequeña cantidad que se detrae del pago de televisores y aparatos de radio que compran los contribuyentes), un 20% de actividad comercial y un 5% de dinero público.
En el caso español, ni el gobierno actual ni el anterior han querido garantizar la solvencia. La “deuda” de 700 millones que se dice que tiene la corporación es en realidad la deuda que tienen los gobiernos de Zapatero y Rajoy con RTVE, a causa de la reducción de la inversión en este servicio público, como bien apunta José Manuel Martín Medem, corresponsal de la casa y ex consejero del ente, en su reciente artículo “Recuperar RTVE”. Este reconocido reportero, además de ser autor de numerosos ensayos sobre política, sociedad y derechos de la infancia en Latinoamérica, donde ha ejercido durante tres décadas, ha escrito también el libro “La agonía de TVE o cómo se destruye la televisión pública”.
Señala Martín Medemen el citado artículo, que “para organizar un buen servicio público audiovisual, primero hay que definir el modelo en función de lo que se pretende, después considerar las posibilidades de financiación y al final, entre lo que se quiere y lo que se puede, establecer la plantilla necesaria. En la reforma de RTVE, el gobierno de Zapatero lo hizo al revés.Primero redujo la plantilla (¡un 40%!), después improvisó un perverso sistema de financiación, pasando de la publicidad a los impuestos sobre las televisiones comerciales y las telecos, y al final desbarató el modelo, rebajándolo en la Ley General Audiovisual desde el servicio público esencial al de interés económico general. Era un escenario perfecto para que la política depredadora del gobierno de Rajoy gangrenara la estructura de RTVE, gubernamentalizando la información, contratando sin necesidad productoras y directivos, degradando la gestión y reduciendo el presupuesto, haciendo caer la audiencia por debajo del 10%”.
A propósito, el Tribunal de Cuentas ha advertido este año sobre el uso irregular del presupuesto de la empresa para pagar sueldos e indemnizaciones a directivos muy por encima de lo establecido. También ha sido denunciado reiteradamente por los trabajadores el uso abusivo de productoras privadas (una vez más el Gobierno favorece intereses empresariales a costa de lo público) para contenidos que pueden perfectamente hacerse desde dentro con una gran calidad.
RTVE, el servicio más barato y con menos plantilla de la UE
De los empleados hay también que aclarar que a laeliminación del 40% de los trabajadores hay que sumar el empeoramiento de las condiciones salariales y laborales que se ha producido en los últimos años. RTVE tiene la plantilla más pequeña de todos los servicios públicos audiovisuales de la UE y es el servicio público audiovisual que menos cuesta entra los más importantes de la Unión Europea, exactamente, cinco céntimos por día a cada contribuyente.
Todo esto es así, a pesar de las mentiras que se dicen desde los medios privados sobre las condiciones “privilegiadas” de los trabajadores de RTVE o el coste excesivo del servicio (los mismos argumentos falaces que usan para atacar a los empleados públicos de cualquier sector) y que, para vergüenza de la profesión, son coreadas por periodistas de a pie (los propietarios de sus medios atacan a la RTV pública por interés económico pero sus esbirros no sé si lo hacen por fidelidad perruna a sus amos, envidia o falta de la más mínima dignidad profesional). Parece que a muchos compañeros de prensa les conforma que la situación laboral de esclavismo creciente que sufre este oficio en el sector privado se equipare en el sector público, en vez de sacar los reaños que los periodistas nunca hemos tenido en este país para reivindicar unas condiciones dignas de trabajo para todos.
A pesar de los recortes laborales, no se ha garantizado una financiación suficiente, pues Zapatero empeoró la situación al optar por atender a las históricas peticiones del sector audiovisual privado y eliminar la publicidad de TVE. La financiación proveniente de las telecos y de las televisiones comerciales se ha reducido notablemente, como era previsible, ¿quién va a pensar que empresas que compiten con TVE en audiencia se van a encargar de sostenerla?
Un nefasto nuevo presidente para RTVE
El Gobierno de Rajoy ha ahondado más en el agujero, pues ha reducido la financiación en un 40%,y en los presupuestos actuales Montoro anuncia que una vez más se congela la partida, lo que hadejado a la corporación a los pies de los caballos y ha provocado la dimisión del presidente de RTVE. A propósito, su flamante sustituto, José Antonio Sánchez, al que el PP impuso ayer sin consenso, no hace augurar mejores derroteros para el servicio público, pues ya fue director general en la etapa de Aznar, dando amparo a las manipulaciones informativas más sonadas de la historia de la casa en democracia, con el inefable Urdaci al frente de los informativos.
El hasta ahora director de Telemadrid se ha lucido gestionando la televisión madrileña, pues ha sido acusado de cinco delitos relacionados con el ERE efectuado en esta empresa, la cual, por cierto es también modelo de manipulación política. Por último, pero no por ello menos preocupante, Sánchez aparece en los papeles de Bárcenas como receptor de sobre de dinero negro. Este tipo no tendrá escrúpulos en tomar medidas como el más que posible cierre de Teledeporte, con el que ya se amenaza, el aumento del control político,otro ERE en RTVE o vayausted a saber…
Esta preocupante historia de nuestra radiotelevisión pública tienen más capítulos, que les contaré la próxima semana, aunque ahí va un adelanto: al principio de este artículo les hablaba de Canal Nou y creo que lo que voy a decirles ahora les va a sorprender: a estas alturas ya sabemos todos que el PP valenciano no apuesta por la lengua y la cultura propias, pero ¿sabían que tampoco lo hace, a pesar de lo que alardea, por el español y lo español? Acaba de tomar una medida en RNE que hace que disminuya considerablemente la información en castellano para los españoles en el extranjero y, de paso, la difusión internacional del idioma de Cervantes. Lo dicho, el martes que viene, más… Qué quieren, he de adaptarme a los nuevos tiempos de predominio televisivo privado, por eso no se lo cuento ahora, sino después de la publicidad…