La Generalitat Valenciana constata el fracaso de las medidas adoptadas en Navidad e impone nuevas restricciones que pueden quedarse cortas
A lo hecho, pecho. Tras un periodo vacacional en el que la Generalitat Valenciana no aplicó medidas lo suficientemente duras ante unas cifras de contagios y de muertes cada vez más crudas, el presidente Ximo Puig ha presentado este martes una retahíla de restricciones para intentar reducir el golpe de la segunda ola.
La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, ha reconocido que durante las fiestas navideñas no se han respetado del todo las más elementales medidas de seguridad contra la pandemia de la COVID-19. “Todos hemos visto y sabemos perfectamente que no se han respetado todas las medidas pese a ser de las más duras que se habían impuesto en la Comunitat Valenciana, hasta el punto de renunciar a que familiares de fuera vinieran”, ha lamentado Barceló. La responsable de Sanidad ha recordado que “no estamos en un Estado policial” y ha apelado a la “complicidad” de la ciudadanía para que “el engranaje funcione”. Sin embargo, la constatación de que las restricciones no funcionaron planea sobre el nuevo escenario de la pandemia.
Puig se ha referido a los 196 fallecidos en una semana —una “cifra absolutamente insoportable”— y ha asegurado que el Ejecutivo valenciano apuesta por “evitar cualquier retraso injustificado” y por intensificar el proceso de vacunación. El presidente ha asegurado que el sistema público sanitario está preparado para una segunda ola y cuenta con material suficiente para los próximos cinco meses. Aunque la situación en los hospitales valencianos no es de saturación, según ha dicho, existen planes de contingencia por si se necesitaran más recursos y la posibilidad de aumentar el personal. La presión hospitalaria es “alta” pero, de momento, “asumible”, ha afirmado la consellera Barceló. Los hospitales tienen capacidad para llegar a 19.000 camas para enfermos agudos y 1.200 críticos y “más personal que nunca”. Puig ha recordado que el personal se ha reforzado con 10.000 contratos a profesionales sanitarios y ha destacado que la Comunitat Valenciana cuenta con 2.137 rastreadores, 300 de la UME.
Con las fiestas navideñas a punto de concluir, el Gobierno valenciano ha adoptado restricciones más severas en el sector del ocio y de la hostelería, que adelantan el cierre de bares y restaurantes a las 17.00, y reduce el aforo en comercios al 30%, incluyendo la capacidad de los aparcamientos, a excepción de farmacias, ortopedias, peluquerías, ópticas y clínicas veterinarias, en los que se mantiene el aforo del 50%. Además, no se permiten eventos o actos que supongan una concentración de personas (espectáculos públicos y actividades recreativas o con animales) ni actividades deportivas infantiles. En Educación, Puig ha asegurado que la prioridad es mantener a los alumnos en las aulas, un “espacio seguro” gracias a la labor del personal educativo.
Por grupos de edad, Barceló ha destacado la incidencia entre los jóvenes de entre 15 y 29 años. La consellera ha advertido de que los indicadores de la evolución de la transmisión del virus son altos y de que el número básico de reproducción es superior a uno (supera, por tanto, el límite por debajo del cual se puede afirmar que la pandemia está controlada). La consellera asegura que se está produciendo una transmisión comunitaria sostenida y ha insistido en que los actos sociales son el origen de la mayoría de los brotes, incluyendo los que se producen en el ámbito privado.
Rechazo a las propuestas de Compromís
El presidente de la Generalitat ha resaltado que la transmisión de la COVID-19 crece “exponencialmente” en Europa, España y “especialmente en la Comunitat Valenciana”. Las medidas adoptadas en varios países europeos, tendentes a un confinamiento casi total, contrastan con las tibias restricciones que se han puesto en marcha en el territorio valenciano, lo que ha acrecentado la distancia entre los dos principales socios del Ejecutivo valenciano: PSPV-PSOE y Compromís. En la mesa interdepartamental celebrada este martes, según ha podido saber este diario, los representantes de Compromís han pedido una serie de medidas mucho más contundentes que no han sido finalmente adoptadas. Puig se ha referido a la “cuestión deliberativa” y ha asegurado que las medidas adoptadas se han tomado con el “máximo grado de consenso”. “Quien lleva la hoja de ruta es la consellera de Sanidad”, ha recordado.
En la mesa interdepartamental los representantes de Compromís han propuesto confinamientos estratégicos durante 14 días, a excepción de los trabajadores que asistan a sus centros laborales y los alumnos, para intentar revertir la tendencia. Los consellers de la formación valencianista también proponían el cierre de grandes superficies comerciales los fines de semana y la prohibición de consumir en el interior de bares y restaurantes.
A la reunión, además de Puig y Barceló, han asistido la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra; el vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau; la consellera de Justicia, Gabriela Bravo; el conseller de Educación, Vicent Marzà; el conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent, y el conseller de Política Territorial, Arcadi España, así como los secretarios autonómicos de Promoción Institucional, Alfred Boix; de Turisme, Francesc Colomer, y de Salut Pública, Isaura Navarro.
“El presidente adopta las medidas escuchando a la mesa interdepartamental, se trata de combinar los máximos esfuerzos posibles”, ha dicho Ximo Puig, quien ha asegurado que su gobierno mantiene una “evaluación continua” de la grave situación sanitaria pero “sin reacciones impulsivas”.
4