Haciendo historia (en wikipedia)
Partido Popular de la Comunidad Valenciana (Redirigido desde «PPCV»). Fundación: 1989. Disolución: 2019. Presidentes del PPCV: 1989-1990: Junta gestora presidida por Juan Antonio Montesinos; 1990-1993: Pedro Agramunt; 1993-2004: Eduardo Zaplana; 2004-2011: Francisco Camps; 2011-2015: Alberto Fabra; 2015-2019: Isabel Bonig. Ideología: Centro-derecha; Conservadurismo; Liberalismo; Reformismo; Nacionalismo español; Democracia cristiana; Blaverismo; Constitucionalismo (La definición propia del partido era «centro reformista»).
El Partido Popular de la Comunidad Valenciana (en valenciano Partit Popular de la Comunitat Valenciana) era la delegación valenciana del Partido Popular, que tiene su origen en Alianza Popular, partido fundado en 1976 por Manuel Fraga (ministro durante la dictadura franquista).
El PPCV como tal fue fundado en 1989 y estuvo en la oposición en las Cortes Valencianas hasta 1995. Tras un primer mandato de Pedro Agramunt, en el año 1993 se celebró el VI Congreso Regional del Partido (el 2º tras la refundación de Alianza Popular) y resultó elegido Eduardo Zaplana, quien el 28 de mayo de 1995 ganó las elecciones autonómicas por mayoría simple y consiguió la presidencia de la Generalitat después de un pacto con Unión Valenciana, cuyo candidato, Vicente González Lizondo, se convirtió en presidente de las Cortes Valencianas. En 1999 Zaplana repitió de candidato consiguiendo una mayoría absoluta que posteriormente amplió Francisco Camps en 2003, 2007 y 2011.
El estallido del caso Gürtel (que provocó la renuncia en julio de 2011 de Francisco Camps, sustituido por Alberto Fabra) marcó un punto de inflexión en la imagen pública del PPCV, desde entonces salpicado por un reguero de escándalos de corrupción que tuvo su colofón en plena campaña de las elecciones autonómicas de 2015 con la difusión de las grabaciones del caso Imelsa, que implicaba entre otros al presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. El 24 de mayo las urnas pusieron fin a veinte años de hegemonía del PPCV, que a pesar de ser la fuerza más votada quedó en minoría y fue desplazada del gobierno por un pacto tripartito entre PSPV, Compromís y Podemos («Acuerdo del Botánico»).
Tras la debacle electoral y la dimisión de Fabra, se hizo cargo de la presidencia del PPCV Isabel Bonig, que revalidó su mandato en el Congreso regional celebrado en abril de 2016, donde se rechazó la propuesta de cambio de siglas pero se aprobó dar un giro a posiciones aún más derechistas y valencianistas (anticatalanistas). La nueva dirección trató de marcar distancias con la época anterior mientras se sucedían las operaciones policiales y los procesos judiciales contra ex altos cargos del PPCV. La llamada Operación Taula, que provocó la caída de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y de varios exconsellers de la Generalitat, tuvo su continuación en la Operación Gaviota, que desarticuló el complejo entramado de financiación ilegal del partido, que operaba a través de diversos grupos (“bandas organizadas” según el auto del juez instructor) y en los distintos niveles (local, provincial, autonómico y estatal). La confesión de algunos acusados fue determinante para esclarecer los hechos y enviar a la cárcel a más de trescientas personas, condenadas por graves delitos de corrupción. Sumido en el descrédito público y en la ruina económica, al haber perdido casi todas sus fuentes de financiación y más del 90% de la militancia, el PPCV renunció a presentarse a las elecciones autonómicas de 2019. Esa decisión, tomada en un referéndum interno desautorizado por la dirección nacional del Partido Popular, no fue acatada por una facción que concurrió a los comicios bajo las siglas Unidos por España y quedó fuera de las Cortes Valencianas por no superar la barrera electoral. En octubre de 2019 se celebró el XV Congreso que, en un clima de fuerte tensión, aprobó la disolución del PPCV. La mayoría de sus militantes ya se había integrado previamente en el partido Ciudadanos.
La historia del PPCV ha sido objeto de numerosos estudios académicos, que coinciden en atribuir su auge al fenómeno del clientelismo y su caída a la corrupción masiva, producto de la falta de cultura democrática y de mecanismos de control de los dirigentes por parte de la militancia. También ha inspirado decenas de libros, tanto de ensayo como de literatura, varias películas y una famosa serie de televisión, “Los Yonkis del Dinero”.
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