Releyendo a Malthus
El rasgo que mejor caracteriza a Thomas Malthus es su visión pesimista acerca del futuro de la humanidad. Su aportación resulta hoy inquietante. En su obra más conocida, An Essay on the Principle of Population (1798) [Ensayo sobre el principio de población] alertaba del desequilibrio provocado por el crecimiento acelerado de la población frente a los límites de producción y abastecimiento de alimentos. Hoy podemos extender ese temor en general a los recursos naturales. En su opinión esa tendencia iba a generar hambrunas, conflictos y muerte. Malthus era testigo de las condiciones miserables en los barrios obreros de los suburbios de las zonas industriales de Inglaterra. Desde entonces, la población mundial ha pasado de 900 millones en 1.800 a 7.700 millones actualmente. Las proyecciones de Naciones Unidas apuntan hacia los 11.000 millones en 2.100. ¿Es sostenible ese crecimiento de la población mundial desde la perspectiva de la disponibilidad de recursos? La estabilidad demográfica anterior a 1.800 se mantenía con altas tasas de natalidad, mortalidad y crisis demográficas frecuentes ocasionadas por el hambre, las guerras, las epidemias y las catástrofes naturales. Las crisis demográficas corregían el crecimiento natural de la población en épocas de prosperidad.
La trascendencia del equilibrio entre crecimiento demográfico y disponibilidad de recursos detectada por Malthus inspiró a Charles Darwin en su doctrina evolucionista y en la idea-fuerza de struggle for life o lucha por la vida. El neomaltusianismo también generó un amplio debate en círculos libertarios españoles durante los años 1920 y 1930 en monografías y revistas como Generación Consciente y Estudios. El control de la natalidad -la procreación consciente- estaba llamado a ser instrumento principal para la emancipación social y laboral de la mujer, eje vertebrador de la verdadera revolución social. En 1896 se había fundado la Liga de la Regeneración Humana en Francia y en 1900 nacieron en París las clandestinas Federación Universal de la Liga de la Regeneración Humana y la Liga Neomalthusiana Promaternidad Consciente y Libre, ésta en el domicilio parisino del pedagogo catalán Francisco Ferrer Guardia. Los anarquistas españoles sabían que no hay revolución sin liberación de la mujer, procreación consciente y educación.
Malthus influyó también en las ideas de John Maynard Keynes y en su obra Las consecuencias económicas de la paz (1919) principal referente del concepto de estado de bienestar. Desde la perspectiva actual, parece irrefutable que la dinámica del mercado y el crecimiento demográfico no apuntan al equilibrio sino a la crisis catastrófica. Frente a esa tendencia, el único agente estabilizador es el Estado y las regulaciones internacionales mediante políticas fiscales, servicios sociales, educación e inversión pública. La mayoría de modelos actuales que representan el crecimiento sostenible y analizan los límites de los recursos naturales tienen inspiración maltusiana. Es el caso del informe del Club de Roma sobre Los límites del crecimiento (1972) y la prosperidad sostenible (2020). Hoy nos enfrentamos con el agotamiento de los recursos naturales y el deterioro medioambiental, lo que representan un grave riesgo para la supervivencia humana y del planeta. Sin embargo, sectores poderosos del neoliberalismo y la industria predican que los avances tecnológicos y la industrialización mejorarán la productividad hasta hacer el crecimiento de la población compatible con el consumo y el crecimiento económico. Pero la realidad es que el dilema maltusiano se plantea hoy en términos mucho más dramáticos que cuando el bueno de Thomas nos alertó de lo que nos esperaba.
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