Esto no ha sido y el CA2M lo sabe
Movilizar su colección parece una función básica de los museos, sean del tipo que sean. Irla presentando en diferentes configuraciones y en toda su amplitud debería ser obligado. Limitándonos al terreno de lo contemporáneo, ha de explicarse que la mayoría de las instituciones dedicadas al mismo son Centros, por oposición a Museos. Esto significa que muchos de esos lugares carecen de colección. Tampoco es obligatorio.
De la misma manera que la duración de las exposiciones temporales se ha elevado de dos a tres meses (o más), los pocos Museos/Centros de arte contemporáneo se han visto obligados a darle un poco de aire a sus almacenes. Esto es barato, pero en lo absoluto mala cosa si se hace con cierto sentido e imaginación. Es lo que trata de hacer el Reina Sofía desde hace años y constituye una de las propuestas clave de la nueva dirección del IVAM de Valencia.
Uno de esos pocos museos contemporáneos es el CA2M, que no por estar en Móstoles (orgullosa ciudad de más de 200.000 habitantes) deja de ser el museo de la Comunidad de Madrid. El CA2M (Centro de Arte 2 de Mayo, por la cosa local y heroica) es un edificio construido con relativa modestia (mucha, para los usos pre-crisis) que, a lo tonto, dispone de dos colecciones nada despreciables, la propia de la Comunidad (sobre todo fotografía y video) y la de Amigos de Arco/Ifema, compuesta por compras muy diversas a lo largo de los ya 30 años de la feria.
No puede ocultarse que Móstoles está a más de veinte kilómetros de la Puerta del Sol y que el atractivo de una ciudad-boom que en el 1960 no pasaba de 3.000 vecinos se mantiene en límites. Pero también es cierto que la ciudad está muy bien comunicada por metro o cercanías y que el paseo hasta el CA2M son diez minutos. En cierta forma el viaje(cito) es también una invitación a liberarse de la idea de prisa.
Regresando a lo de las colecciones. En realidad, no hay en el mundo una colección completa y canónica sobre ese periodo en el que la modernidad y la contemporaneidad (que viene a ser el arte actual desde hará algo más de medio siglo) se solapan. Siempre hay huecos clamorosos. De hecho, la Tate Modern, y en vista de que su colección los tiene a puñados, decidió desde el primer momento ir presentando lo que tiene en diferentes configuraciones y diferentes acentos. Lo que se llama hacer virtud de la necesidad,
En el caso del CA2M la colección se ha ido presentando en diferentes ocasiones y con visiones muy distintas. Las ha habido casi temáticas, muy subjetivas... Y con resultados más o menos convincentes han demostrado que, paradójicamente tratándose de material museístico, ese es un buen campo para la experimentación y la reflexión.
De lo químico a lo digital
En esta ocasión le ha tocado el turno a la fotografía (hay algún vídeo) y sus formas de mirar con especial incidencia en Iberoamérica. La comisaria, María Virginia Jaua, ha elegido 28 obras, que tampoco son un recorrido agotador para Esto no ha sido/Técnicas de la visualidad, donde, en sus propias palabras: “El ejercicio de la mirada y la configuración del -ser- en y a través de ella son los ejes principales en torno a los que se organiza esta muestra”. Esto se traduce en un repaso por diferentes formas técnicas en la visión de la misma fotografía, desde lo químico a lo digital. Quizá este ya habría sido argumento suficiente, pero la exposición se extiende o se entrelaza con otra consideración, la ya mencionada visión Iberoamericana. Esto se muestra en la lista de artistas presentes: Jorge Ribalta, Iñaki Bonillas, Juan Manuel Castro, Filipa Cesar, Jimmie Durham, Mario García Torres, Cao Guimaraes, Graciela Iturbide, Pedro López Cañas, Ramón Masats, Jorge Molder, Vik Muniz, Gabriel Orozco, Gustavo Romano, Deborah Santiago, Daniel Steegmann Mangrané, Rui Toscano o Daniela Zanzoni
En este contexto se inscribe además Werker 10. Escuela De Fotografía Popular, donde hasta el 26 de Julio. Marc Roig Blesa y Rogier Delfos, muestran los resultados de sendos talleres abiertos y en los que han aplicado diferentes metodologías.
Se da la circunstancia de que el CA2M acoge hasta octubre la exposición Punk. Si alguien se acerca, y merece la pena, no está de mal tener en cuenta estas otras propuestas.