El fiscal pide dos años de cárcel a González Macho por “manipular” la taquilla
La Fiscalía de Madrid ha pedido dos años de prisión para el expresidente de la Academia de Cine Española, Enrique González Macho por “manipular” el número de espectadores de las películas para obtener subvenciones. También le pide una multa de un millón de euros que, caso de no ser abonada, le acarreará otros seis meses de prisión.
Así consta en el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, emitido por el Ministerio Público de cara al juicio cuya fecha todavía no está señalada. El Ministerio Público pide la misma pena para el productor de cine Juan Romero Iglesias.
A ambos se les imputa un delito continuado de falsedad en documento público y otro de fraude de subvenciones. Además, deberán abonar de forma conjunta y solidaria al Ministerio de Cultura 272.695,99 euros más el interés correspondiente.
Así se gestó 'el taquillazo'
Según el escrito de la Fiscalía, el 10 de julio de 2009 González Macho, como administrador de la sociedad Alta Classics S.L. y Romero Iglesias, como administrador de la mercantil Mecanismo Films S. L., firmaron un contrato mediante el que la productora de la película La isla interior cedía los derechos de distribución a Alta Classics S.L.
Ésta asumía la explotación y reproducción del film en España y Andorra recibiendo el 22% de los ingresos que se recibieran por la comercialización de la película.
El largometraje, dirigido por Dania Ayuso y Félix Sabroso, se estrenó el 28 de noviembre de ese mismo año en distintas salas propiedad de Multicines Cuenca S. A. de la que era consejero González Macho.
Año y medio más tarde, el Boletín Oficial del Estado la convocatoria de ayudas para la amortización de largometrajes que exigía una serie de condiciones para la obtención de subvenciones, como que durante los doce primeros meses de exhibición de la cinta se hubiera alcanzado una recaudación bruta mínima de 330.557 euros y que no superara los 601.012 euros.
El productor de La isla interior certificó el 3 de junio de 2011 al ICAA que la película había tenido una retribución 5.000 euros superior a la mínima exigida por lo que el Ministerio de Cultura le concedió una subvención de 292.326,61 euros.
Las sesiones matinales, infladas
La Fiscalía señala que ambos acusados, “de común acuerdo” y conocedores de las trascendencia que tenía el número de espectadores para la obtención de ayudas “manipularon” los datos “a efectos de obtener la subvención que fue finalmente concedida al desconocer el referido organismo que los datos no respondían a la realidad”.
La Fiscalía acusa a González Macho de comunicar un dato “irreal” en lo que a espectadores se refiere en las sesiones matinales facilitando un número “ingente” que superaba a los de las sesiones de tarde, “sin que dichas sesiones fueran publicitadas, ni anunciadas”.
Las cifras de espectadores, además, no coincidían con las que había recibido el ICAA de otras fuentes.
Una de las voces más mediáticas del cine
González Macho fue una de las voces más mediáticas del cine en los últimos años. En la época de Ángeles González-Sinde como ministra de Cultura defendió la llamada Ley Sinde, que perseguía con dureza la piratería. Con sus discursos, principalmente el que realizó en la gala de los Goya de 2012 como presidente, se ganó la animadversión de numerosos internautas. Curiosamente, González Macho fue el sucesor de Álex de la Iglesia, que tenía un discurso opuesto.
En sus declaraciones públicas siempre ha defendido su posicionamiento en la izquierda, si bien en los últimos años criticó tanto a los Gobiernos del PSOE como del PP, aduciendo que ninguno había hecho nada por el cine español. En su último año como presidente de la Academia fue bastante beligerante con el entonces ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, exigiendo una bajada del IVA cultural del 21%.
En 2013 cerró la productora Alta Films. Como manifestó en una entrevista, “porque la gente ha dejado de ir al cine, el DVD está arruinado y las televisiones, sobre todo la pública, ya no apoyan al cine español ni al cine de autor en general”. También cerraron muchas de las salas que poseía. Finalmente, en febrero de este año dimitió como presidente de la Academia de Cine. ¿Sus motivos? “Mi dimisión se debe exclusivamente a que tengo una actividad profesional. No soy rico, debo dedicarme a mi trabajo”, argumentó entonces.