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'Una voz silenciosa', dibujos animados en lengua de signos

Fotograma de 'Una voz silenciosa"

Rubén Lardín

Acoso escolar y discapacidad. Nadie en su sano juicio quiere ver una película que trate esos temas, pero esto es un anime, otra realidad. Una voz silenciosa cuenta la historia de Shoya, un estudiante de instituto que busca comunicarse con Shoko, compañera de primaria, sorda, a la que hace seis años atormentó con burlas y vejaciones. La mofa llegó a ser tan cruel que el resto de la clase llegó a darle la espalda a Shoya, que ahora, arrepentido y camino de la primera madurez, quiere disculparse con Shoko. Para ello deberá encontrar el modo de comunicarse con alguien que no puede oírle.

Una voz silenciosa es un guión escrito por Reiko Yoshida que adapta el popular manga de Yoshitoki Oima y que dirige para la pantalla Naoko Yamada. Son tres presencias femeninas que tal y como están las cosas convierten la cita en una perita en dulce para la cansina demagogia de género, pero el dato es anecdótico porque la película se vale por sí misma. Y porque instrumentalizar el sexo de las tres artistas podría resultar no solo ridículo sino contraproducente en este caso, teniendo en cuenta que nos encontramos ante un largometraje desaforado, tornadizo, sentimental hasta las trancas y melodramático por vicio. ¿Pura tradición femenina? De eso nada.

Las razones del culebrón

Desoigamos todos esos titulares machistas que distinguen películas por estar firmadas por unos u otras. El gusto por el exceso y la embriaguez emocional no atiende a sexos y es característico del anime dramático tan en boga estas últimas temporadas, donde se han dado títulos como la notable Your Name, todavía caliente en nuestra cartelera, o la inminente FireWorks.

Por lo demás, Una voz silenciosa es una película colmada como corresponde a las adaptaciones de mangas de largo recorrido, proyectos de cientos de páginas dibujadas por entregas donde tramas y subtramas culebrean a capricho y se enredan endemoniadas. Esto la hace algo embrollada aunque nos va a ser indiferente, entusiasmados como nos encontraremos por su categoría plástica, y en cualquier caso será una primera impresión que tras el aturdimiento nos dará a ver el plan general que casi siempre motoriza el anime sentimental: una sencilla historia romántica llevada a extremos patológicos.

 'My generation'

Aunque en principio se presenta muy alejada de la noción de cine espectáculo, Una voz silenciosa es puro espectáculo en esa excelencia gráfica que resultará incluso desmesurada para el espectador poco habituado a la línea. Ampulosa en los fondos, cursi en la iluminación, imbatible en el gesto..., es el estilo característico del estudio Kyoto Animation, que se distingue por un interés en argumentos costumbristas susceptibles de ser sofisticados con recursos exclusivos del dibujo animado.

El mayor mérito de Una voz silenciosa, que ya se encontraba en las páginas del manga original y en gran parte explica su enorme éxito, es que está preñada de verdad adolescente. La película no solo explora todas las conductas involucradas, poniendo el eje en un protagonista de conducta reprobable dispuesto a redimirse, sino que se detiene en las razones de su entorno y logra dar una visión de conjunto de las penosas circunstancias que promueven el acoso escolar, lo que, si se tiene mucha prisa, también se puede llamar bullying.

Con sus particularidades, Una voz silenciosa es una cumbre técnica y estética, ineludible para cualquier aficionado al dibujo animado, que además cumple con creces una de las grandes tareas que le pedimos a la ficción: que sublime los problemas reales y nos los devuelva, ya que no resueltos, al menos domados.

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