De los sermones de Sant Vicent a ‘Estamos todas bien’ de Ana Penyas, el catálogo de la Biblioteca Valenciana

En una pequeña sala del polifacético Monestir de Sant Miquel dels Reis comparten espacio documentos tan variopintos como un ejemplar de La Fallera Calavera: el joc de cartes valencià (2014), un incunable de los sermones de Sant Vicent Ferrer de 1487, cartas escritas por Enric Valor Benavente negociando la apertura de la primera emisora de radio en València o el cómic Estamos todas bien de la ilustradora valenciana Ana Penyas, ganadora del Premio Nacional del Cómic 2018.

El nexo común es formar parte de las adquisiciones realizadas por la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. En los últimos 25 años, la biblioteca ha sumado 40.000 documentos más a sus fondos gracias a compras y a contribuciones desinteresadas de personas que siguieron el ejemplo de Nicolau Primitiu y donaron sus bibliotecas o archivos personales, como Guillermina Medrano, Pere Maria Orts, Jesús Martínez Guerricabeitia o Carmelina Sánchez-Cutillas.

Recientemente la biblioteca ha adquirido otros archivos como el legado del escritor, historiador y cineasta Ricard Blasco i Laguna (1921- 1994), donado por su hija Gala Blasco Aparicio, o la biblioteca personal de la profesora republicana Alejandra Soler (1913-2017). “Estos fondos, aunque sean modernos, son patrimoniales y acogerlos es una de las funciones principales de la biblioteca”, explica la comisaria de la exposición y técnica de la Biblioteca Valenciana, Carmina Alcañiz, que considera la muestra “una pequeña presentación de la gran riqueza cultural valenciana”.

En total, más de un millón de documentos conforman el mayor centro bibliotecario de todo el territorio valenciano con materiales y tipologías variadas (libros, publicaciones periódicas, fotografías, postales, carteles, grabados, historietas gráficas, cómics...), así como obras valencianas, ya sea por sus autores, por su temática o por su edición, además de aquellas otras consideradas de interés cultural.

La exposición Nuevas adquisiciones está estructurada en dos partes (compras y donaciones) entre las que no podía faltar la novela caballeresca de Joanot Martorell y sus traducciones al chino, noruego, inglés, francés o el bable (Tirán el Blancu, editado por la Academia de la Llingua Asturiana), o una colección cervantina que constituyó Francesc Martínez i Martínez.

Entre los documentos comprados, se muestra, además de un incunable de Sant Vicent Ferrer, unos libros de viajes de los siglos XVIII y XIX en los que la Comunitat Valenciana ya aparecía como “destino interesante” para visitar mucho antes de que The New York Times fichara València como interés turístico. Esa vitrina reúne una quincena de libros de los siglos XV, XVI, XVIII y XIX entre los que se encuentran diversas obras de Joan Lluís Vives (1492-1540), Geometría (1606) de Andrés García de Céspedes, Metafísica (1506) de Jaume Gener y una litografía de la Plaza del Mercado de València dibujada y grabada en el año 1851 en París por los hermanos Rouargue.

Siguiendo el recorrido por el patrimonio documental valenciano expuesto está El tesoro del Cisne Negro de Paco Roca, junto al de la ilustradora Ana Penyas, y otros tantos cómics como un ejemplar del semanario La Traca. Publicado en 1936, ilustraron la portada con una especie de oso (o rata) con explosivos ahuyentando a unas figuras que representan a Franco, Mola, Cabanellas o Aranda. “Se trata de una pequeña representación de la larga tradición del cómic valenciano”, apunta Alcañiz.

Otra de las vitrinas incluye una baraja infantil de cartas Reclamos Berlanga de 1930 “para jugar al truc” de Juan Pérez del Muro y un tarot de cine en las que las ilustraciones de las cartas representan a cineastas como Luis Buñuel, los Hermanos Marx o Greta Garbo, y a películas como el Grande Dittatore o 2001 Odissea Nello Spazio. El juego, creado por Sergio Sarri, está en italiano.

Entre los manuscritos y archivos destacan los de la actriz Berta Singerman o unos borradores de cartas escritas por Enric Valor Benavent donde se gestan las negociaciones sobre la instalación de una emisora de radio en València. Sería el 10 de septiembre de 1931, tras conseguir la autorización del gobierno, cuando empiezan a emitirse las primeras emisiones de Unión Radio València con Enric Valor como promotor y director. La radio dio voz a artistas, políticos y expertos y creció sobre todo durante los años de la República. También se exponen algunos de los guiones que emitieron.

“También tenemos desde hace tiempo depositado archivos de valencianos exiliados, que incluye cartas o documentos personales”, añade Alcañiz. La comisaria se refiere a la colección Biblioteca del Exilio, nacida a partir de un convenio con la Universidad de València para la recuperación del patrimonio de los exiliados valencianos. Se podrá visitar hasta septiembre de 2019.