La defensora del pueblo pide la retirada del alambre de cuchillas de la valla de Melilla
La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha afirmado este jueves que en su opinión, la recolocación del alambre de cuchillas en la valla fronteriza de Melilla con Marruecos es “una barbaridad” y así se lo ha trasladado “a algunas personas del Gobierno”, para alertarles, además, de que esta medida puede acarrear consecuencias.
“Son una barbaridad y nos pueden producir algún desgraciadísimo accidente”, ha señalado durante el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum en Madrid, para incidir en que esta medida no conseguirá frenar la llegada de las personas que buscan una oportunidad porque, “la aspiración a una vida mejor no va a cesar por altas que sean las alambradas”.
“Desgraciadamente, habrá otras 'Lampedusas'”, ha añadido, en relación al fallecimiento frente a las costas de Italia de cientos de personas en los últimos meses, que naufragaron cuando intentaban alcanzar el islote en barcazas.
La defensora considera “imprescindible ampliar los acuerdos con los paises de origen de los inmigrantes”, porque de otra forma “van a continuar intentándolo, a pesar de las cuchillas” que son, conforme ha reiterado, “una barbaridad”. “Los acuerdos con los países de origen son la única manera de organizar el tránsito”, ha asegurado. No obstante, organizaciones internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional, rechazan este tipo de tratos firmados con estados que vulneran los derechos humanos, como Marruecos o Libia.
Becerril ha incidido, además, en que “el número de personas que se juegan la vida para entrar” en las ciudades autónomas “excede la capacidad de las autoridades españolas”, que tienen sus centros de acogida e internamiento “colapsados”. Por eso, defiende que la UE “tiene que colaborar”. “Son fronteras europeas”, ha destacado.