Encuentro de Blogueros Árabes: “Debemos dejar de pensar que la tecnología nos solucionará la vida”
“Quienes viven en una sociedad occidental no son conscientes de la importancia de poder quejarse de los problemas que causa su Gobierno. Ese derecho no lo tenemos en nuestros países”. Así comenzaba la exposición de Walid Al-Saqaf, fundador de Yemen Portal, en el panel sobre censura y espionaje digital, dentro del Encuentro de Blogueros Árabes #AB14 celebrado en Ammán del 20 al 24 de enero.
Mucho ha cambiado el contexto político desde el último encuentro en septiembre de 2011, cuando blogueros y activistas de todos los países árabes nos reunimos en Túnez bajo el lema “Bienvenidos a Túnez libre”, pero la censura y la represión no cesan. La esperanza vibrante de la última edición, en pleno auge de los levantamientos contra las dictaduras de la región, ha dado paso a transiciones difíciles en unos casos y a conflictos armados en otros, unas tensiones que se reflejan en el escenario digital.
“Debemos dejar de pensar que la tecnología nos solucionará la vida”, insistía Al-Saqaf. “La censura está aquí para quedarse, independientemente de las herramientas, debemos dejar de obsesionarnos con ellas y empezar a pensar a largo plazo”.
En esa búsqueda estratégica de protección frente a la censura y el espionaje, y en el mantenimiento de los vínculos comunes en un escenario cada vez más fragmentado, se centró este encuentro, que incluyó un mensaje de cada uno de los participantes.
Este año, se palpaba la ausencia de dos de los participantes en los encuentros anteriores: el bloguero egipcio Alaa Abdel Fattah y el desarrollador sirio Bassel Safadi. A ellos, y a los periodistas y activistas detenidos en la región, se dedicó el encuentro, del que también surgió un comunicado por la liberación de Razan Zaitouneh, la cofundadora del Centro Sirio de Documentación de Violaciones contra los derechos humanos secuestrada en diciembre en Damasco.
No fueron los únicos ausentes. El representante del proyecto sirio Enab Baladi, un medio local independiente creado tras el levantamiento de marzo de 2011, fue devuelto a Turquía tras varias horas de interrogatorios en el aeropuerto de Ammán, y a los participantes iraquíes se les denegó el visado de entrada en el país. Las restricciones a los ciudadanos de otros países de la región siguen siendo una constante (en el encuentro anterior, fueron los participantes palestinos quienes no lograron entrar en Túnez), que choca con la ilusión de una unidad regional.
“No tengo palabras, sólo vergüenza, para describir cómo tratan los regímenes árabes a ciudadanos de otros países árabes, mientras con un pasaporte occidental se puede circular sin visado prácticamente por toda la región”, escribía Abir Kopti. Y añadía: “Seguiremos luchando hasta que ni las fronteras ni los regímenes autoritarios nos separen”.