El ministro de Transportes dice que los guardacostas atracarán en Sicilia, pero Salvini se niega a autorizar el desembarco
La situación del barco de la Guardia Costera italiana, que lleva a bordo 177 migrantes rescatados, y que espera instrucciones desde hace cinco días en alta mar, ha desatado un tira y afloja en el seno del Gobierno italiano.
Por un lado, el ministro de Infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, ha confirmado en un mensaje en Twitter que el buque atracará en la ciudad siciliana de Catania. “El barco Diciotti atracará en Catania. Los valientes hombres de la Guardia Costera han cumplido su deber, salvando vidas humanas a solo 17 millas de Lampedusa”, ha dicho el titular del departamento del que depende la Guardia Costera.
Sin embargo, el Ministerio del Interior han asegurado a los medios italianos que tal desembarco no se producirá hasta que se encuentre una solución con otros países europeos, tal y como ha insistido el titular de su departamento. “El ministro Salvini no dio ni dará ningún permiso para el desembarco de los migrantes del barco Diciotti hasta que tenga la confianza de que los 177 irán a otra parte”, han indicado.
El ultraderechista Matteo Salvini había afirmado en una entrevista por televisión que estas personas podrían desembarcar en Italia siempre y cuando fueran después “divididos bajo el espíritu de la solidaridad de la Unión Europea”, formada por otros Veintisiete países además de Italia. Si no, ha amenazado con devolverlos a Libia.
Toninelli también ha pedido a la Unión Europea (UE) que “se dé prisa en hacer su parte”, en referencia a su petición de que otros países europeos acojan a estas personas, igual que se hizo la semana pasada con el barco Aquarius y los 141 rescatados, que desembarcaron en Malta y serán repartidos entre seis países europeos, incluido Italia.
La nave Diciotti, que según los medios italianos se encuentra próxima a Pozzallo, se hizo cargo el pasado jueves de los migrantes socorridos por otros dos barcos de la Capitanía de Puerto cuando se encontraban en dificultades en aguas de Malta, según explicó el Ministerio del Interior italiano. Desde entonces, estaba esperando en el mar a que el Gobierno italiano, integrado por el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, le consintiera acceder a uno de sus puertos.
El ministro del Interior italiano afirmó que debía ser Malta quien se ocupara de estas personas, pero su homólogo maltés, Michael Farrugia, le trasladó la negativa del país a hacerse cargo del barco. Además, acusó a Italia de haber interceptado a los migrantes en aguas maltesas, “pero solo para impedirles entrar en aguas italianas” ya que la embarcación, dice, no estaba pidiendo ser rescatada.
Salvini, líder de la Liga y vicepresidente del Gobierno de coalición, mantiene su estrategia para frenar la inmigración procedente de África hacia Italia y tiene cerrados los puertos a las ONG con migrantes rescatados del mar y que están a bordo. Sin embargo, esta era la primera vez que el Gobierno italiano impedía llegar a un puerto a un barco de su propia Armada.