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Bankinter avisa de “la tensa situación geopolítica, social y económica” en España por los efectos de la guerra

Docenas de camiones colapsan el acceso a Vigo en una imagen de archivo.

Antonio M. Vélez

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Bankinter Logística, filial de naves logísticas del banco, advierte de la “tensa” situación social y económica que la onda expansiva de la guerra en Ucrania ha generado ya en España, donde concentra todos sus activos.

Esta socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria), que prepara su salida a bolsa, se suma a los avisos de grandes empresas españolas sobre las repercusiones económicas del conflicto y añade el malestar social generado por las consecuencias económicas de esta invasión.

En un documento remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Bankinter Logística reconoce, al abordar los riesgos derivados de su exposición a España, que “la tensa situación geopolítica, social y económica derivada, fundamentalmente, del escenario bélico surgido de la invasión de la Federación Rusa a Ucrania añade un grado significativo de incertidumbre por las posibles consecuencias del conflicto, entre otros ámbitos, en los mercados de materias primas y financieros”.

“Las medidas adoptadas por la Unión Europea, España y otras jurisdicciones en respuesta a esta coyuntura podrían tener igualmente un impacto negativo en las perspectivas económicas”, señala, tras advertir de la “gran incertidumbre derivada de las políticas que se aplicarán dado el alto nivel de fragmentación parlamentaria, lo que podría tener un impacto sustancial negativo en la economía española”.

“En el supuesto de que las tensiones políticas se intensificaran, ello podría tener un impacto negativo tanto en las condiciones financieras como en el escenario español macroeconómico actual en general”.

Los avisos figuran en un documento de registro remitido a la CNMV el pasado jueves, con España parcialmente paralizada por el paro de los transportistas. El aviso se suma a los realizados por otras grandes empresas en diversos documentos remitidos a organismos reguladores. En el caso de la socimi, tiene la particularidad de referirse al riesgo relacionado con el descontento social en España por las derivadas del conflicto.

También el pasado jueves, CaixaBank remitía otro documento al regulador bursátil español en el que, al mencionar los riesgos asociados a la guerra, explica que el efecto de las sanciones a Rusia y la creciente tensión geopolítica van a “exacerbar la alta inflación y los cuellos de botella”, con el consiguiente riesgo de contagio financiero, y un probable “efecto adverso en la confianza de empresas y consumidores y sobre la economía global”.

Esto, en un momento en el que esta todavía se está recuperando de los efectos de la pandemia, junto a “un shock de inflación a causa de la energía podría resultar en mayores tasas de desempleo y menores tasas de crecimiento mundial”, advierte CaixaBank.

Otra entidad financiera, Banco Sabadell, indicaba en un documento registrado el 17 de marzo en la CNMV que, dada la limitada relación comercial entre España y Rusia, el principal canal de transmisión de los efectos del conflicto está en el encarecimiento de energía y materias primas, en un escenario que ya era inflacionista: “Puede suponer un importante aumento de costes que presione la renta de los hogares y los márgenes empresariales y afecte, en última instancia, a la evolución del consumo y la inversión”.

Días antes, BBVA advertía a la SEC estadounidense de que la invasión, “el mayor ataque militar contra un Estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial, podría provocar una perturbación, inestabilidad y volatilidad significativas en los mercados mundiales, así como una mayor inflación (incluso al contribuir a nuevos aumentos en los precios de la energía, el petróleo y otros productos básicos y perturbar aún más las cadenas de suministro) y un crecimiento menor o negativo”.

Gigante de las naves

En el caso de Bankinter Logística, la empresa acaba de aprobar su conversión en socimi de cara a su debut en el parqué en el plazo máximo de dos años y se dedica a la promoción de naves logísticas para su explotación en régimen de alquiler. Tiene su origen en la adquisición, hace un año, de la cartera de Montepino, gigante nacional de naves industriales, por parte de un vehículo de inversión alternativa del área de banca privada de Bankinter. En 2018 el banco ya sacó a bolsa otra socimi, Atom, especializada en hoteles.

En el caso de Bankinter Logística, sus principales accionistas son la entidad financiera (6,4%), la aseguradora Catalana Occidente (6,3%) y la familia Vera (5,1%), antiguos propietarios de Montepino y responsables de la gestión de la socimi. El resto de títulos está en manos de clientes del área de banca privada de Bankinter. 

La nueva socimi, que prepara una ampliación de capital de 250 millones de euros, tiene una cartera de más de un millón de metros cuadrados, con 27 activos ya entregados o en construcción en Madrid, Castilla-La Mancha, Catalunya, Valencia, Aragón y Andalucía. Sus activos están valorados en 910 millones. El 69% ya está operativo y el resto en construcción o pendiente de desarrollo.

Sus dos principales clientes son el grupo Inditex y la portuguesa Luis Simoes, que concentran el 65% de sus ingresos por rentas. Sus naves están alquiladas a empresas de los sectores textil, industrial, paquetería, industrial o farmacéutico, entre otros. Para 2022, Bankinter Logística está analizando oportunidades de inversión por un importe conjunto de unos 300 millones que podrían destinarse a la promoción de diez activos en el mercado español que suman medio millón de metros cuadrados.

También buscará la diversificación geográfica con proyectos en el corredor mediterráneo y la zona centro, principalmente, y explora inversiones en mercados como Portugal y otros emplazamientos europeos.

El documento de registro recuerda que 2021 fue un año histórico en el sector inmobiliario logístico, con cifras récord de contratación e inversión en Madrid, Barcelona y otros submercados. En la zona centro (Madrid, Toledo, Guadalajara) se contrataron 1.037.000 m² de superficie logística, un 12% más que en 2020, con el sector del e-commerce concentrando un 21% del total. En Catalunya también fue un año récord: con 912.000 m² contratados, el doble que en 2020, con el comercio electrónico acaparando el 31% de la nueva superficie.

Según la consultora Savills, el 58% de los operadores logísticos y el 46% de los 'retailers' esperan aumentar sus almacenes en los próximos tres años en Europa, con España como uno de los mercados protagonistas. Según los datos de esta firma recogidos por Europa Press, la cartera de nuevo stock logístico en los principales mercados para 2022 y 2023 asciende, tan solo en Madrid y Barcelona, a los 3 millones de m² de superficie logística, que se podrían incorporar en los próximos 24 meses.

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