Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La Comunidad de Madrid recoloca en una de sus empresas públicas a una protegida de Ana Pastor

Lucía Molares y Ana Pastor, en enero de 2016.

Antonio M. Vélez / Sofía Pérez Mendoza

Ni dos semanas ha tardado el Gobierno de la Comunidad de Madrid, gobernado por el popular Ángel Garrido gracias al apoyo de Ciudadanos, en encontrar acomodo para Lucía Molares, hasta ahora directora general de la empresa estatal de suelo (Sepes) y persona muy cercana a la actual presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor.

Tras la llegada a Moncloa del socialista Pedro Sánchez, Lucía Molares (Vigo, 1968) estaba abocada, como muchos otros directivos del sector público estatal, cargos y asesores del anterior Gobierno central, a abandonar su puesto en Sepes, donde había sido colocada en enero de 2012 por Pastor, entonces ministra de Fomento. Su retribución bruta allí fue de 112.462,84 euros en 2017, incluyendo sus ocho trienios como funcionaria.

No ha tenido que esperar mucho para encontrar su nuevo destino. El pasado miércoles, fue nombrada nueva consejera delegada de la empresa pública Obras de Madrid, Gestión de Obras e Infraestructuras SA, según confirman fuentes del Gobierno regional.

El nombramiento puede leerse en clave nacional. Molares (700.000 euros de sueldo acumulado en Sepes en estos siete años) es el primer alto cargo del Ejecutivo de Mariano Rajoy que encuentra acomodo en otro gobierno popular tras la debacle de la sentencia de Gürtel y la moción de censura. Y Ángel Garrido, presidente por accidente tras la dimisión de Cristina Cifuentes, encabeza el mayor feudo del PP en toda España, con Madrid convertido en un lugar donde recolocar a los cientos de cargos que han quedado sin empleo tras la caída de Rajoy.

De hecho, según informaba este lunes El País, una reciente orden interna de la dirección nacional del PP ha pedido que no se cubriesen puestos vacantes sin asignar para cargos altos y medios en la Comunidad de Madrid con el fin de poder recolocar a los provenientes de Rajoy. Algunos responsables de prensa de ministerios también han empezado a trabajar para los equipos de comunicación de las consejerías.

“Ser amiga de la tercera autoridad del Estado tiene sus cosas positivas”, ironiza una fuente de Sepes sobre el nuevo destino de Molares que, añade, “presentó su renuncia como directora general” en esa sociedad estatal antes de que la cesaran. En Sepes fue hace años director general el socialista Pedro Saura, que ahora, como secretario de Estado de Infraestructuras, es el nuevo presidente de la empresa estatal.

Licenciada en Económicas y Empresariales y máster en Gestión y Administración Sanitaria por la Universidad de Vigo, Lucía Molares cursó, según el currículum oficial que todavía figura en la web del Ministerio de Fomento, estudios de Derecho por la UNED y de Alta Dirección por el Instituto Nacional de Administración Pública. Desde 1993 es funcionaria del Cuerpo Superior de la Administración General de la Xunta de Galicia.

Años de amistad

Su relación con Ana Pastor viene de muy atrás, desde que ambas pasaron, a principios de los 90, por la estructura provincial del Servicio Galego de Saúde (Sergas) en Pontevedra, y cuando en 1999, con Rajoy como ministro de Educación, Cultura y Deportes, la hoy presidenta del Congreso era subsecretaria del ministerio y Molares, directora de los gabinetes del secretario de Estado y presidente del Consejo Superior de Deportes.

Antes, la ya ex directora de Sepes había estado vinculada al equipo de Rajoy en su época de ministro de Administraciones Públicas entre 1996 y 1999, como directora de Gabinete del secretario de Estado del ramo.

Ex delegada territorial de la Xunta de Galicia en Vigo y exteniente de alcalde en Vigo, durante su mandato en Sepes Lucía Molares ha protagonizado una gestión discreta (“extraordinaria”, dicen en el entorno de Pastor) salpicada por alguna actuación polémica: desde sus viajes a la capital viguesa a cargo del erario público a permitir construir pisos de precio libre en suelo reservado a vivienda protegida o vender inmuebles a un fondo de Claudio Aguirre, primo de Esperanza Aguirre, a precios inferiores a los del mercado.

En Obras de Madrid, Molares va a tener una retribución estimada de unos 97.000 euros brutos, si se tiene en cuenta el salario de su antecesora, Susana Magro, aunque fuentes de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, a la que está adscrita la empresa, señalan que será “similar a la de los directores generales”, de unos 93.855 euros brutos anuales.

La antecesora de Molares en Obras de Madrid, Susana Magro, ha sido nombrada nueva Comisionada del Gobierno de la Comunidad de Madrid para el Cambio Climático y Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Su hasta ahora responsable, Arturo González Cardalliaguet, ha estado apenas una semana en el puesto. “Cesó de su cargo por motivos personales”, aseguran en Medio Ambiente.

Obras de Madrid es la heredera de Nuevo Arpegio, la empresa de suelo que el Gobierno de Cifuentes decidió liquidar en 2016 para integrarla en esa firma, tras la vinculación de Arpegio (que llegó a estar presidida por Francisco Granados) en el escándalo de corrupción de Púnica.

Con sede en el número 21 de la Calle de Alcalá, Obras de Madrid tuvo a cierre de 2016 (último ejercicio del que ha presentado cuentas) una plantilla de 18 empleados, activos de 135,9 millones de euros, ventas de 7,58 millones y un resultado de 1,62 millones. La entidad realiza obras “de interés público” para consejerías, organismos autónomos, empresas públicas y entes públicos de la Comunidad de Madrid y alquila edificios a diversos organismos del Gobierno regional y a otras entidades públicas y privadas.

Etiquetas
stats