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Opinión - El problema de los tres gorros. Por Elisa Beni

Un negocio de cultivo ecológico de árboles deja atrapados a 3.000 inversores

La escritora india Vandana Shiva, el fundador de MNSS, Juan Valero, Cristina Narbona y Al Gore, en Barcelona en junio de 2007. Foto: MNSS

Antonio M. Vélez

Parecía un negocio con vitola medioambiental que, además, prometía rentabilidades de hasta el 12% anual por una inversión mínima de algo más de 3.000 euros. “Una empresa de silvicultura sostenible para la producción de madera de alto valor económico, la compensación de emisiones contaminantes mediante la absorción de CO y la creación de una barrera verde frente a la desertización y el cambio climático en la península Ibérica”.

Pero ha acabado mal. La empresa Maderas Nobles del Segura (MNSS) ha presentado solicitud de concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) en un juzgado de Valencia ante su delicadísima situación financiera. Amenaza con acabar liquidada tras dilapidar el dinero invertido por cerca de 3.000 personas, que en total le habían confiado más de 20 millones de euros. La inversión media de los afectados supera los 6.000 euros por cliente.

Fundada en 2000 y con plantaciones en Alcaraz (Albacete) y Vincios (Pontevedra), la idea de MNSS, que atrajo a muchas personas vinculadas al medio ambiente, era sencilla: sus clientes compraban lotes de árboles de madera noble (por ejemplo, diez nogales, su producto estrella, por los citados 3.000 euros) que la empresa se comprometía a cuidar durante 20 años. Pasado ese plazo, los árboles se cortarían y reemplazarían y el inversor cobraría el dinero obtenido por la venta de la madera, descontando un 10% que se quedaría MNSS en concepto de comisión por ocuparse de los árboles durante su crecimiento.

El problema es que, a día de hoy, buena parte de los árboles están muertos y la empresa, al borde de la quiebra. La situación la resumía hace unas semanas en su blog un afectado, Nacho Blanco: “10 años de venta de lotes de árboles después, la inmensa mayoría de los árboles están muertos y los que no, no valen para madera”, y las tierras “están abandonadas”. Para Blanco, “todo apunta a una estafa, porque no se sabe dónde ha ido a parar el dinero, la empresa está en concurso de acreedores y los clientes seremos los últimos en cobrar un dinero que hemos puesto, pero que no hay”.

Preguntado por este asunto, el fundador y administrador único de la empresa, Juan Valero, se remite al boletín que MNSS envió a sus clientes en junio de 2013 donde ya les advertía de la existencia de “un desequilibrio importante entre el activo circulante y el pasivo corriente que nos ha dejado sin liquidez”, así como de “determinados imprevistos y marras en la producción”.

En conversación telefónica con eldiario.es, Valero dice que esa situación, que “ya entonces era bastante delicada, lo único que ha hecho ha sido agravarse”. Reconoce que se ha “equivocado” en su gestión y dice que está intentando enderezar la situación de la empresa. Se pone a la defensiva si se habla de los afectados como de “inversores”. “Tampoco son socios; son clientes”, precisa.

Estafa o incompetencia

En julio de 2013 se constituyó la asociación MNSS Afectados, que ya agrupa a más de 1.000 personas y tiene la siguiente declaración de intenciones: “Visto el fracaso de las plantaciones de árboles de MNSS, quienes invertimos en ese proyecto, como alternativa al ahorro en banca no ética, ahora afectados, queremos aclarar si la empresa Maderas Nobles es una estafa, o el resultado de una total incompetencia. Para ello, nos hemos agrupado y nos coordinamos con el fin de averiguar qué ha fallado en el proyecto, y si podremos recuperar los árboles y nuestra inversión”.

Los resultados de un informe técnico de julio pasado encargado por la asociación son demoledores: aconsejaba “dar por perdido lo invertido allí” y daba cuenta de “árboles que no están podados desde hace varios años”, “podas a veces mal realizadas a destiempo o con la consiguiente pérdida de calidad de la madera”, “crecimientos pobres en los pocos árboles que han sobrevivido”, “carencia de riego desde hace mucho tiempo”. “Por lo que parece, que todo es especular, se dejó de cuidar adecuadamente desde hace unos cuatro años. Pero lo más grave es que no parece que [los árboles] hayan estado cuidados desde el inicio, más bien aguantaron lo que pudieron los primeros años, muchos murieron (estres hídrico, enfermedades, etc..). La mortandad fue sucediendo año tras año y también parece que hubo intentos de replantar dado que hay mezclas de diferentes alturas en la plantación”.

El mes pasado pasado, Valero se reunió con la asociación y explicó que la deuda de la empresa “sin contar multas e intereses” asciende a unos 1,5 millones de euros, pero contando otros costes sumaría 2,5 millones de euros. Sus principales acreedores son Caja Castilla-La Mancha (actualmente integrada en Liberbank), con unos 700.000 euros, La Caixa, con 175.000, la Agencia Tributaria, con 200.000 y la Seguridad Social, con otros 100.000.

En la reunión, según la asociación, Valero reconoció que “ha actuado con prepotencia” y “convencido” de que “él solo, sin ayuda de nadie más, podía solucionar todos los problemas de la empresa”. También justificó “de manera aproximada, cómo se ha gastado el dinero de los clientes” y dio a entender “que no ha desviado dinero alguno de la empresa en beneficio propio”.

De los aproximadamente 20 millones invertidos, Valero explicó que el 22% ha ido a parar a gastos comerciales, el 37% (7,5 millones) a terrenos, el 10% a árboles y el resto (31%) a jornales del equipo de campo (entre 15 y 20 personas). La asociación intentará personarse en el concurso de acreedores, ya que son los propietarios últimos de los árboles e intentarán que se les reconozca algún derecho en el proceso.

Grandes empresas como clientes

Como parte de su estrategia comercial, MNSS acuñó el concepto de “responsarbolidad”, que invitaba a ciudadanos, empresas e instituciones a “calcular, reducir y compensar sus emisiones contaminantes plantando los árboles necesarios como para absorberlas”. Atrajo a grandes empresas como Volkswagen, Bankinter, Triodos Bank o Natura. Desde Bankinter explican que en 2008 el banco suscribió un acuerdo con la fundación de MNSS, Fundación +Árboles, “con la intención de poner en marcha un proyecto de plantación de árboles que nos sirviera para absorber y compensar las emisiones directas del Grupo”.

La reforestación “se materializó con una plantación de árboles autóctonos en la Sierra del Segura, en la provincia de Albacete”, que realizó personal de la Fundación. En la inauguración participaron voluntarios del banco, como su entonces directora de Riesgos, Margarita Lorenzo, que se confesaba “emocionada” en aquel acto: “Es la primera vez que planto un árbol”, decía, según una nota que aún está colgada en la web de MNSS.

En el banco explican que la fundación se comprometía “a realizar un mantenimiento” de los árboles (en principio, por cuarenta años). “Nosotros les abonamos lo que se nos indicó, ya que era un servicio puntual”, y la plantación inicial (200 árboles) “se amplió en años sucesivos, hasta que el proyecto fue cayendo en el olvido”. “Desde hace 4 años aproximadamente, ya no mantenemos ningún tipo de relación”, señalan en Bankinter.

Encuentros con celebridades

El señuelo para los clientes particulares, además de una inversión socialmente responsable, era una “plusvalía” muy atractiva que la empresa cifraba en torno al 7-8% anual, aunque podía superar el 12%. “No podemos descartar que en los próximos años las maderas nobles suban por encima del 8% anual y tenemos informes técnicos que respaldan previsiones de producción de madera superiores a las indicadas aquí, pero en cualquier caso hemos de insistir en que no ofrecemos ningún producto financiero, sino participar en una explotación agroforestal adquiriendo árboles”, decía una presentación firmada por su entonces director comercial, Rafael Blázquez, que abandonó la empresa en 2008.

Para posicionar su producto, Maderas Nobles se rodeó de personalidades de reconocido prestigio relacionadas con el Medio Ambiente. En junio de 2007, convocó el I Encuentro Internacional de Amigos de los Árboles, celebrado en el Palau de Congressos de Barcelona con la asistencia del exvicepresidente estadounidense y Premio Nobel de la Paz Al Gore (MNSS patrocinó la edición española de su libro Una verdad incómoda); la física, ecofeminista y escritora india Vandana Shiva, a la que MNSS nombró presidenta de su fundación; la entonces ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona y el entonces líder de Greenpeace en España, Juantxo López de Uralde, hoy al frente de Equo.

El acto, al que acudieron 1.200 asistentes con 190 periodistas acreditados, contó con el apoyo de, entre otros, el Ministerio de Narbona, el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y firmas como la multinacional textil Mango.

Ya en julio 2011, MNSS organizó en Cáceres, con el apoyo de la Junta de Extremadura, la segunda edición de este encuentro, que contó con la asistencia de, entre otros, la actriz Daryl Hannah y el abogado y ambientalista estadounidense Robert F. Kennedy, sobrino del expresidente John Fitzgerald Kennedy.

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