El FMI avala la reforma laboral española por su acuerdo con los agentes sociales
El FMI ha dado la “bienvenida” a la reforma laboral ratificada en España hace unas semanas. El organismo, en su último informe sobre España, apunta que permite “abordar las deficiencias del mercado laboral equilibrando una mayor protección para los trabajadores con mantener flexibilidad para las empresas”. El documento publicado este miércoles identifica como principal reconocimiento a esta reforma laboral su “alto nivel de adecuación” por venir derivado del “amplio diálogo con los agentes sociales”.
El informe señala que la restricción al uso de los contratos temporales “puede ayudar a reducir la dualidad” del mercado laboral se si aplica de manera efectiva la nueva norma. Sin embargo, las conclusiones del FMI, que reconoce que se mantienen cierta flexibilidad para las empresas, señalan que la reforma de la ultraactividad, una de las principales medidas acordadas, es “un paso atrás”.
Pese a este reconocimiento, el FMI urge en su informe a las autoridades a acometer un mayor paquete de políticas activas de empleo para mejorar las capacidades de la población activa y su incorporación al mercado de trabajo. Para ello, llamó a la coordinación para abordar este reto que permita reasignar sectorialmente a la mano de obra del país. Estas reformas deben ser supervisadas, señala el FMI, y se debe trabajar en hacer más atractivos los contratos indefinidos para las empresas.
El informe incluye también una actualización de las previsiones de crecimiento de la economía que elabora periódicamente el FMI. El organismo ha corregido al alza la previsión para 2021, apuntando a un crecimiento mayor del esperado al cierre del ejercicio. En concreto, considera que el crecimiento habría sido del 4,9%, frente al 4,6% trazado en la previsión de diciembre. Para este año mantiene el 5,8% que ya trazó a finales del pasado curso. De este modo, cree que la recuperación del PIB previo a la crisis llegará a finales de 2022.
Aunque el FMI sostiene que se deben mantener por el momento las herramientas de política fiscal de protección de la economía hasta que la situación haya mejorado, urge a España a elaborar un plan a medio plazo para reconducir la deuda pública generada por la pandemia. En este sentido, señala que España debe tomar nuevas medidas para equilibrar el sistema de pensiones si se quieren adaptar a la evolución del IPC ya que, entiende, que con las ya anunciadas sobre se cubrirá una parte del aumento del coste que se prevé.
El informe hace mención también a la política de mejora del SMI en España, con el objetivo de que alcance el 60% del salario medio. El FMI sostiene que esta política llevaría a que España tuviera uno de los salarios mínimos más altos de Europa. Por ello, defiende que elevar esta referencia debe estar acompasada con el crecimiento de la productividad y con las condiciones económica.
El informe aborda aspectos más allá del mercado de trabajo en España. Así, apunta que el sector financiero se está mostrando “resiliente” durante la crisis provocada por la pandemia, pero advierte que algunos factores podrían alterar esta situación, especialmente vinculada al futuro de las empresas y su capacidad de asumir las deudas. De este modo, apunta que la morosidad ya se está empezando a percibir en algunos préstamos, como los vinculados al consumo o en el sector de la hostelería y que queda por ver el impacto del levantamiento de las moratorias. Por eso, anima a mantener una estrecha vigilancia en los balances de la banca española.
En este sentido, anima a la banca a seguir reduciendo sus costes y digitalizándose. Por ello, considera que “puede estar justificada” una mayor concentración en el sector, aunque ya se encuentre “por encima de la media europea”.
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