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Madrid estima una pérdida de ingresos por el coronavirus equivalente al 110,5% de lo que no recauda por Impuesto de Patrimonio

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty. / Europa Press

Antonio M. Vélez

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La pérdida de ingresos públicos que estima el Gobierno de la Comunidad de Madrid como consecuencia del batacazo económico generado por la crisis del coronavirus equivale al 110,5% de lo que no recauda la Administración regional por el Impuesto de Patrimonio, que la región tiene bonificado al 100%.

La Estadística de los declarantes de Impuesto sobre el Patrimonio 2018 recién publicada por la Agencia Tributaria refleja que la bonificación de la Comunidad de Madrid por este tributo ascendió ese año, último disponible, a 905,3 millones de euros.

Esa cifra, la segunda más elevada de la serie histórica, no está lejos de la última previsión de pérdida de recaudación para este año que ha difundido el propio Gobierno madrileño.

En julio pasado, antes de los rebrotes de coronavirus de este verano, el consejero de Hacienda y Función Pública de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, cifró en 1.000 millones la caída de ingresos que van a sufrir las arcas públicas de la región para este año como consecuencia de la pandemia.

Esa estimación, según fuentes de ese departamento, “se mantiene”, aunque todo apunta a que se va a quedar corta, ya que solo tenía en cuenta el desplome de recaudación que se había registrado en la región hasta el 30 de mayo. Los últimos indicadores apuntan a que los rebrotes del virus (que están teniendo una especial incidencia en Madrid) y el desplome del turismo han cortado en seco la rápida recuperación de la actividad económica que venía observándose en España desde el inicio de la desescalada.



Solo unos días después de hacerse pública esa previsión de Lasquetty, la AIReF ya avisaba del “aumento del riesgo de la sostenibilidad financiera” de Madrid ya a partir de 2021 a causa de la crisis de la COVID-19, como consecuencia de la “abrupta caída” del crecimiento económico, el desplome de ingresos de transferencias estatales y el aumento “esperado” del gasto sanitario.

La supresión del Impuesto de Patrimonio en Madrid fue anunciada por Esperanza Aguirre en 2008, aunque el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero también eliminó ese tributo a nivel estatal ese mismo año. El anterior gobierno socialista se vio obligado a recuperarlo en 2011, durante la anterior crisis, pero Madrid mantuvo la exención del 100%. El importe que ha dejado de cobrar la región a los contribuyentes que más patrimonio declaran asciende ya a 5.921 millones en el periodo 2011-2018, a razón de una media de unos 740 millones al año. 

La bonificación de la Comunidad de Madrid benefició en 2018 a un total de 17.291 contribuyentes con más de dos millones de euros de patrimonio, un 2,5% más con respecto a un año antes. A escala nacional, el resultado de la declaración del resto de Comunidades Autónomas supuso una recaudación de 1.123 millones, correspondiente a 177.931 declarantes con cuota resultante no nula. El dato confirma que buena parte de la riqueza nacional se concentra en Madrid, si bien es un destino con nula tributación de este impuesto, cuyo rendimiento el Estado tiene cedido a las comunidades autónomas. 

La más rica de España y la única que bonifica al 100% Patrimonio descarta de plano recuperarlo porque asegura que estimula la recaudación de otros tributos, como el IRPF, al atraer a grandes fortunas de otros territorios. Cabe recordar que Madrid llegó a encomendarse al inicio de la pandemia a las donaciones privadas para hacer frente al coronavirus, solo unos meses después de que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, anunciase en su investidura “la mayor bajada de impuestos de la historia”, que no pudo llevar a cabo porque no ha sido capaz de sacar adelante unos presupuestos.

Recetas de la OCDE

Teniendo en cuenta que en los próximos dos o tres años la capacidad de acción sobre la imposición de la renta (IRPF o Sociedades) y del consumo va a ser muy limitada, en pleno desplome de la actividad, una mayor imposición sobre la riqueza se perfila como una de las alternativas que van a tener que sopesar los diferentes gobiernos para hacer frente a la crisis del coronavirus. La última recomendación en ese sentido la hizo pública el pasado jueves la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 

“Elevar los impuestos sobre el trabajo o sobre el consumo, como se hizo tras la crisis global de 2008, podría ser difícil políticamente y, en muchos casos, no deseable desde un punto de vista de equidad”, según la OCDE, que cree que para que los distintos gobiernos puedan encontrar “fuentes alternativas de ingresos” para hacer frente a esta emergencia económica, “la tributación de la propiedad y las ganancias de capital tendrán que jugar un papel importante, particularmente en el contexto de mejoras significativas en la transparencia fiscal internacional”.



El técnico de Hacienda Ricardo Rodríguez destaca “la estrecha relación que en nuestro modelo de financiación autonómica tiene la recaudación de los impuestos del sistema estatal cedidos (Patrimonio, Transmisiones, Sucesiones) al sostenimiento de las competencias transferidas” a las comunidades autónomas en dos aspectos nucleares en esta crisis sanitaria y económica: la sanidad y la educación.



En 2018, el importe de la bonificación por Patrimonio a los contribuyentes madrileños fue un 9% inferior a los más de 995 millones de 2017 (máximo histórico), en un ejercicio en el que, a escala estatal, el número de súperricos (ciudadanos con un patrimonio superior a los 30 millones) cayó por primera vez en España tras haberse triplicado en una década. En 2018, se situó en 608 (frente a 611 en 2017), como consecuencia de la depreciación de la Bolsa, que propició que la riqueza conjunta de esos poco más de 600 contribuyentes se redujera un 8%, hasta 43.497 millones. 

Solo un tercio de esos declarantes con más de 30 millones de patrimonio (202 personas: ninguna en Madrid) pagaron ese tributo, la cifra más baja desde 2013. Tributaron de media algo más de 669.000 euros. En total desembolsaron 135 millones.



Según los últimos datos de la AEAT, en 2018 había en España un total de 60.744 millonarios, entendiendo como tales a personas que declaran tener una base imponible en el impuesto sobre patrimonio superior a 1,5 millones de euros. Esto supone un aumento del 0,67% con respecto a los 60.337 de la estadística de 2017.

Brecha de género en el impuesto

La estadística refleja que, por primera vez, el reparto del total de declaraciones del impuesto es mayor en el caso de las mujeres (50,03%) con respecto a los hombres (49,97%). Sin embargo, los hombres acumulan el 57% de la riqueza declarada, frente a un 43% de las mujeres. El valor medio del patrimonio declarado por el colectivo masculino es un 33% superior al de las mujeres. Asciende a 3.815.122 euros, mientras que el de las mujeres se situó en 2.862.902 euros, con lo que la brecha de género en la riqueza puede establecerse en 952.220 euros, a tenor de la última estadística de Patrimonio.

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