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El nuevo presidente del Bundesbank, un “halcón” con carné socialdemócrata

Joachim Nagel, nuevo presidente del Bundesbank.

Aldo Mas

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“A halcón muerto, halcón puesto”. Para describir lo que pasa estos días en el Bundesbank, el banco central alemán, bien vale esa adaptación ornitológica del dicho según el cual “a rey muerto, rey puesto”. La salida de Jens Weidmann, considerado un “halcón” de las finanzas que dimitía el pasado otoño aduciendo “motivos personales” tras ocho años al frente del Bundesbank, ha dado pie a que le suceda otro “halcón”. Joachim Nagel, quien tomó posesión de su nuevo cargo a principios de esta semana.

El adjetivo “halcón” se utiliza en este contexto para hablar de aquellos defensores de una ortodoxia económica alemana siempre alerta ante la inflación. Esa tradición teutona también se caracteriza por ser reacia al endeudamiento propio y ajeno. Durante los ocho años que estuvo Weidmann al frente del Bundesbank, la suya fue una de esas voces críticas con las políticas del Banco Central Europeo (BCE), cuyas iniciativas en Alemania se tienden a juzgar como “demasiado expansivas”.

En el perfil de Nagel, de 55 años, destaca su afiliación al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Esa formación es la del actual canciller alemán, Olaf Scholz, sucesor de la conservadora Angela Merkel gracias a una coalición a tres bandas con el partido ecologista Los Verdes y los liberales del FDP. Nagel, en los años noventa, era el responsable de política económica y política financiera para la presidencia del SPD en Bonn.

Pero ese pasado socialdemócrata de Nagel está ya muy lejos. Además, de entrada, el nuevo presidente del Bundesbank pertenecía en su momento “al ala más moderada de los socialdemócratas”, según lo han descrito los medios alemanes. Hoy por hoy, Nagel es alguien que pasa por ser un banquero 100% Made in Germany.

No en vano, antes de llegar al banco central teutón, ha trabajado para instituciones financieras como el Banco de Pagos Internacionales, considerado, a nivel internacional, como el “banco de los bancos centrales”, o el Banco Alemán de desarrollo (KFW). En el Bundesbank, Nagel no es un desconocido. Al contrario, trabajó para el banco central teutón entre 1999 y 2016.

De 2010 a 2016, Nagel integró los puestos de dirección de dicha institución. “Nagel ha pasado mucho tiempo en el Bundesbank, su paso por el SPD queda lejos, no es como si ahora viniera al Bundesbank alguien directamente desde la sede central del partido”, dice a elDiario.es Hubertus Bardt, responsable de estudios en el Instituto de la Economía Alemana (IW, por sus siglas alemanas), un centro de investigación económica con sede en Colonia.

Prueba, en cualquier caso, de que Nagel se inscribe en la tradición del Bundesbank es que cuenta con la total aprobación del ministro de Hacienda germano y líder del partido liberal, Christian Lindner. “Estoy seguro de que usted, Señor Nagel, en vista de su currículum, va a defender la tradición de la política monetaria y la continuidad del Bundesbankle decía Lindner al nuevo presidente del banco central alemán el día de su toma de posesión.

Lindner no debe estar defraudado con Nagel. Porque éste ya ha dejado claro que suyas son también las preocupaciones de su predecesor, Jens Weidmann. En el día de su toma de posesión, Nagel dejó dicho que él es de los que ve “más bien el peligro de que el nivel de inflación se mantenga elevado más de lo que se cree actualmente”. No es casual que el nuevo presidente del Bundesbank hable desde su primer día de la subida de los precios. Éste tema ocupa a Alemania desde hace meses.

La inflación se sitúa en un 5,3% en Alemania, según datos oficiales del mes pasado. Es una subida de precios que no se había visto aquí desde junio de 1992. Alemania no es una excepción, pues en la zona euro la inflación ha llegado a cotas inéditas (5%). La tasa en España cerró diciembre en el 6,5%.

La alta inflación, viento a favor para Nagel

En este contexto, Nagel ya ha manifestado preocupación por los efectos de las subida de los precios. “A la gente con menores ingresos esto les va a afectar más porque destinan una mayor parte de sus ingresos al consumo”, decía el nuevo presidente del Bundesbank en la ceremonia de toma de posesión de su nuevo cargo celebrada esta semana. Nagel no está sólo a la hora de preocuparse por este problema.

“El BCE está atento a la inflación y ya se han escuchado declaraciones que indican que la subida de la inflación preocupa, y esto es un cambio respecto a lo que se decía hace apenas un par de semanas”, estima en declaraciones Bardt, el responsable del IW. Alude Bardt, por ejemplo, a las recientes declaraciones de la también alemana Isabel Schnabel, integrante de la dirección del BCE. Ella reconocía incertidumbre sobre la inflación sobre en una reciente entrevista con el diario francés Le Monde.

“Sabemos que la inflación será alta durante algún tiempo, pero también que disminuirá durante el próximo año” pero “no estamos tan seguros de la rapidez y la intensidad del descenso”, afirmaba Schnabel. La preocupación que se observa en Fráncfort (oeste germano), sede del BCE, a cuenta de la inflación se ve en Alemania como viento a favor para los mensajes del nuevo presidente de Bundesbank. Éste suele contar en el concierto de banqueros centrales europeos con el notable apoyo de Austria, los países escandinavos y los Países Bajos.

“En realidad, el debate entre banqueros centrales europeos fue más intenso durante los días en que se decidía la gestión de la crisis económica de la pandemia”, según Bardt. Él ve consenso ante la eventualidad de que el BCE intervenga para frenar la escalada de los precios, subiendo los intereses, por ejemplo. “Lo importante es actuar a tiempo, no demasiado pronto ni dormirse. El BCE ahora mismo se preocupa por la inflación y esto va a llevar en un momento dado a una intervención, da igual quien presida el Bundesbank”, concluye Bardt.

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