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El BCE mantiene los tipos de interés y amplía las compras de activos en 2022 pese a la inflación

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, en una fotografía de archivo.

Economía

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El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves elevar de forma temporal sus compras de activos durante 2022 debido a que considera “necesaria” la acomodación monetaria para estabilizar la inflación en su objetivo del 2% a medio plazo, según ha informado este jueves el organismo.

El BCE ha tomado esta decisión a la vez que ha revisado a la baja su pronóstico de crecimiento para la eurozona en 2022, aunque ha mejorado notablemente el de 2023, mientras que ha incrementando “significativamente” sus previsiones de inflación para la región. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha reconocido en rueda de prensa que, a pesar de esta revisión al alza de la inflación, la institución sigue confiando en que la subida de precios se relajará a lo largo de 2022 y se situará por debajo del 2% al final del horizonte de las proyecciones macroeconómicas.

De este modo, el banco central espera que la inflación de la zona euro en 2021 sea del 2,6%, frente al pronóstico de septiembre del 2,2%, para acelerar en 2022 al 3,2%, frente al 1,7% anticipado anteriormente, y solo relajarse al 1,8% un año después, tres décimas por encima de lo esperado con anterioridad. Para 2024, el BCE espera que la inflación sea del 1,8%.

En cuanto al crecimiento del PIB de la zona euro, Lagarde ha reconocido una pérdida de impulso en los últimos meses de 2021 que se extenderá al arranque de 2022, lo que retrasará al primer trimestre del próximo año el momento en el que la eurozona recupere el PIB previo a la pandemia.

Por esta situación, mientras que el programa de compra de emergencias contra la pandemia (PEPP) finalizará en marzo de 2022, durante los seis meses siguientes el BCE elevará las compras al amparo de su programa estándar de compra de activos (APP). Con el PEPP se habrá adquirido deuda pública y privada por un total de 1.850 billones de euros, para apoyar a la economía durante la crisis por la pandemia.

El instituto emisor ha mantenido sin cambios los tipos de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 0%, mientras que la tasa de facilidad de depósito continuará en el -0,50% y la de facilidad de préstamo en el 0,25%.

La presidenta del BCE ha subrayado que continúa siendo necesario mantener una posición acomodaticia de la política monetaria, que deberá ser complementada con estímulos fiscales específicos, así como mantener la flexibilidad y las opciones abiertas.

“Sigue siendo bastante improbable que subamos los tipos en 2022, pero nos guiamos por los datos”, ha defendido la Lagarde tras el Consejo de Gobierno del BCE. De este modo, el BCE se desmarca del tono mucho más ortodoxo de otros grandes bancos centrales, como la Fed de Estados Unidos, que ayer anunció que acelerará la retirada de estímulos para ganar margen de cara a subir tipos de manera más agresiva en 2022, mientras que el Banco de Inglaterra ha anunciado este jueves su primera subida desde 2018, al elevar la tasa de referencia en 15 puntos básicos, hasta el 0,25%.

Ciclo económico diferente

Sobre esta cuestión, Lagarde ha reiterado que la posición en el ciclo económico de la zona euro difiere de la de estos países por lo que “no puede asumirse que si algo pasa con la Fed, pasará con el BCE”.

El BCE ha informado de que adquirirá bonos por valor de 40.000 millones de euros en el segundo trimestre y por valor de 30.000 millones de euros en el tercer trimestre con el programa de estímulos monetarios que tenía antes de la pandemia.

Estas compras de bonos finalizarán poco antes de que comiencen a subir los tipos de interés oficiales. “Todavía es necesaria la expansión monetaria para que la inflación se estabilice en el objetivo del 2 % a medio plazo”, dice el BCE en el comunicado.

“En vista de la incertidumbre actual, el consejo de gobierno necesita mantener flexibilidad y opciones al conducir la política monetaria”, añade. En la actualidad, el BCE compra deuda por valor de alrededor de 70.000 millones de euros al mes debido a la pandemia, y por valor de más 20.000 millones de euros al mes con el otro programa de expansión cuantitativa.

A este respecto, a pesar de admitir que la nueva variante ómicron puede tener un impacto adverso para la eurozona, cuyo alcance es de momento desconocido, ha hecho hincapié en que las economías son más resistentes ahora, “más fuertes variante tras variante”.

De este modo, la presidenta del BCE ha expresado su confianza en que durante 2022 los precios de la energía se estabilicen, los patrones de consumo se normalicen y se relajen las presiones sobre los precios relacionadas con los cuellos de botella.

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