Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Sánchez afronta la negociación de los recortes en agricultura y cohesión de la UE en plena crisis del campo español

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Moncloa.

Andrés Gil

6

El punto de partida es complicado para Pedro Sánchez: sobre la mesa está un recorte del presupuesto de la Política Agraria Común (PAC) del 14% con respecto a las cifras actuales –2014-2020– y del 12% en los fondos de cohesión, mientras agricultores y ganaderos se manifiestan por las ciudades españolas.

El presidente del Gobierno llega este jueves a Bruselas para participar en las negociaciones de las perspectivas económicas europeas –el Marco Financiero Plurianual para 2021-2027– con el resto de líderes de la UE. La cumbre está convocada con hora de arranque –14.00–, pero sin hora ni día de final. Es más, la negociación podría acabar este fin de semana o, por el contrario, prolongarse algunos meses más.

“El acuerdo podría producirse si hay cambios sustantivos en las posiciones de algunos”, explica una fuente diplomática, “pero quizá hace falta un poco más de tiempo y hay que dárselo. Hay que encontrar un acuerdo en que la gente esté igualmente insatisfecha”.

Los 27 jefes de Gobierno están discutiendo sobre cuánto dinero emplear en los próximos años y en qué gastarlo. No es un presupuesto como tal –su volumen es pequeño, en torno al 1% de la renta nacional bruta media de la UE–, sino más bien una bolsa para gastar e invertir, pero sí es una herramienta económica fundamental para muchos países y sectores.

Y a España básicamente le preocupan tres aspectos: si va a seguir siendo receptora neta o empieza a ser contribuyente neto –que recibe directamente más de lo que aporta o lo contrario–; cómo van a quedar los fondos de la política agraria común y cómo van a quedar los de cohesión.

Hasta ahora ha habido varias propuestas. La del Parlamento Europeo es la más ambiciosa, y prevé un monto total equivalente al 1,3% de la Renta Nacional Bruta; mientras que la Comisión lo situaba en el 1,11% y, este viernes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, presentó una propuesta del 1,074%, que aumentaba en cuatro centésimas el 1,07% que presentó la presidencia finlandesa, de turno de la UE, a finales de diciembre pasado.

En números redondos, el presupuesto 2014-2020 era un 1,16% de la Renta Nacional Bruta y 1,082 billones de euros. Y las propuestas para 2021-2027 del Parlamento, 1,324 billones; la de la Comisión Europea, 1,134 billones; la de la presidencia finlandesa, 1,087 billones; y la de Charles Michel, 1,095 billones.

A diferencia de la UE de 2014, la de 2020 tiene un miembro menos tras el Brexit, Reino Unido, que contribuía con entre 10.000 y 12.000 millones anuales y era una de las principales economías de la Unión.

No es austeridad, ahora es frugalidad

Así, la ausencia de Reino Unido y la presión de los cuatro frugales –Austria, Suecia, Holanda y Dinamarca–, que han matado la palabra austeridad pero quieren un presupuesto del 1% de la Renta Nacional Bruta, se están midiendo con los amigos de la cohesión y los fondos agrícolas, entre ellos España, Portugal, Polonia y Grecia, por ejemplo. Y, de momento, nadie está contento, pero las cifras se acercan más a los cuatro frugales por los recortes en política agraria y cohesión.

Sin embargo, un miembro de los frugales afirmaba este miércoles: “El tamaño es demasiado grande, tenemos muchas ideas para reducirlo hasta el 1%, que sería un incremento respecto al anterior por el crecimiento económico de los últimos años. Estamos encantados de ser contribuyentes netos, pero con 27 es un hecho indiscutible que ha de haber menos dinero”.

El canciller austriaco, Sebastian Kurz, se explicaba en el Financial Times: “Estamos seguros de que es posible llegar a un acuerdo sobre un presupuesto ambicioso y moderno que dedique al menos el 25% de sus gastos a la lucha contra el cambio climático. También debe vincular el gasto al apoyo a la aplicación efectiva de los objetivos políticos de toda la UE y la defensa del Estado de Derecho. Confiamos en que el nuevo presidente del Consejo, Charles Michel, nos ayude a lograr dicho acuerdo de manera oportuna”.

Un análisis de la comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo publicada este miércoles explica que “en comparación con el período 2014-2020, la propuesta de la Comisión para 2021-2027 ya implicaba recortes en cohesión y agricultura de -10% y -15%, respectivamente. Y Michel está reduciendo aún más la cohesión en un -2% (concentrado en FEDER y FSE +), por lo que representa un corte total de -12% en relación con 2014-2020”. El Parlamento Europeo también se queja de que Michel “reduce ligeramente el recorte a la agricultura a -14% al redistribuir 2.500 millones”.

“Lo que está claro es que la negociación dura se juega en las dos grandes partidas agrícolas y de cohesión”, explica una fuente diplomática, “en principio hay posiciones muy separadas entre los frugales con el resto, y dentro de los grupos hay matices e intereses distintos en una negociación especialmente difícil por la salida de Reino Unido”.

En concreto, Michel prevé 329.300 millones para la Política Agraria Común para los próximos siete años (254.247 millones del Fondo Europeo de Garantía Agrícola y 80.037 millones del Fondo Agrícola Europeo para el Desarrollo Rural), un 13,9% inferior a los 382.500 millones del periodo 2014-2020.

Los fondos de cohesión, según la propuesta de Michel, ascenderían a 380.100 millones de euros, un 12,1 % menos de los 387.500 millones del presupuesto precedente.

Fuentes diplomáticas también defienden la propuesta de Michel: “El realismo empieza con un volumen razonable. La idea es invertir en el futuro, e inyectamos más dinero en nuevas políticas y es visible con un 25% destinado a gasto climático y dinero adicional para un fondo de transición de 7.500 millones. Hemos propuesto una innovación con apoyo masivo del Banco Europeo de Inversiones con aumento de capital de 100 millones. Permitirá a Europa jugar papel central en lucha contra cambio climático”.

“En cuanto a la innovación digital”, explican las fuentes, “se beneficiará de gran capacidad de inversión y fuerte incremento. La idea aquí es dar convergencia, sin olvidar la modernización. Cuando hablamos de agricultura, la PAC está viva”.

“La agricultura es la primera prioridad española”

“La agricultura es la primera prioridad española”, explica una fuente comunitaria. ¿Tanto como para bloquear? “Va a ser una pieza que hay que cazar antes de salir de aquí. Mantener el nivel de presupuesto 2014-2020 es nuestra aspiración teniendo en cuenta que tenemos menos dinero en global”. En todo caso, dicen las fuentes diplomáticas, “sería un error histórico confrontar el mundo digital con el agrícola”.

“En cuanto al reparto de la cohesión”, explica la fuente, “tenemos un problema que se deriva de los cálculos por nuestra crisis, unos cálculos previos en los que la economía española estaba en fase ascendente en penúltima parte del análisis, pero cayó en picado y no se recogió en las perspectivas de 2014. A partir de ahí, hay que hacer una reflexión a medio plazo de cuál es la prosperidad que se había perdido. Partimos de que los cálculos previos condicionan los cálculos futuros. Tenemos un país que ha tenido gran deterioro relativo en términos de renta. Los países del Este han crecido al 6% y eso se tiene que reflejar. Es una negociación muy política”.

“España tiene que defender su situación específica pero defendiendo políticas europeas”, afirma una fuente comunitaria: “El argumento de los frugales es pobre. Dices que quieres hacer más cosas, pero no pones más dinero. Y en algunos casos cuando se mueve Alemania, se mueven todos los frugales. Ahí está la clave”.

La negociación para Sánchez se presenta, por tanto, en clave de geometría variable porque hay muchos intereses cruzados. Algunos Estados tienen especial vinculación con la PAC y firman posiciones juntas, con otros, la cohesión con regiones más pobres y en transición. “Lo que no está claro con la propuesta de Michel”, explica una fuente diplomática, “es si España es contribuyente neto o no”.

Además, el presupuesto prevé un régimen de condicionalidad para “deficiencias manifiestas generalizadas” por parte de los Estados miembro en relación con el respeto del Estado de Derecho para asegurar el buen uso de los fondos europeos.

En tanto que el Parlamento Europeo, desde su presidente hasta los líderes de todos los grupos, consideran que las propuestas de la Comisión y del propio Charles Michel son “insuficientes”... ¿Hasta dónde puede llegar el pulso? “No lo hagamos incluso más complicado intentando todo a la vez. No veo que si líderes llegan a un acuerdo, el Parlamento lo tumbe con la consecuencia de no tener presupuesto el 1 de enero de 2021”, explica una fuente diplomática.

Etiquetas
stats