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Las 8 playas más recónditas de España

En Gulpiyuri, Asturias, el mar pasa por debajo de las rocas para crear una playa a 100 metros de la costa.

Roberto Ruiz

Hay playas y playas, en eso estamos de acuerdo, y gustos para todo tipo de playas, no diremos que no, pero nadie duda que el encanto que tiene una playa en la que las personas se cuentan con los dedos de las manos no lo tienen las demás. Y no hablemos ya de las que incluso puedes quedarte solo, claro.

Si no te van ni las masificaciones ni tener que plantar sombrilla y toalla a las ocho de la mañana para coger sitio, las playas de las que te hablamos a continuación te van a encantar. No son las más grandes, sino más bien las más pequeñas, los accesos no son sencillos así que olvida lo de aparcar junto a la arena, pero a cambio podrás disfrutar de un rato de tranquilidad en parajes que bien podrían ser idílicos. Así, si buscas algo diferente para este verano, toma buena nota de las propuestas que te hacemos a continuación.

1.- Playa de Güi-Güi, Gran Canaria

Su difícil acceso hace que se trate de una playa muy especial, tanto que si te gusta el trekking y la playa aquí tendrías un auténtico 2x1. A la playa de Güi-Güi hay dos maneras de llegar, o en barco o a través de una caminata. El sendero que comienza en Tasartico te hace subir hasta los 600 metros sobre el nivel del mar para después bajar directamente a la playa, hay que estar en forma y te puede llevar dos horas ir y dos horas volver. ¿La recompensa? Una playa de arena volcánica, rodeada de acantilados, y con vistas permanentes al Teide.

2.- Playa de Las Conchas, La Graciosa

Partiendo de la base de que en La Graciosa, en las Islas Canarias, no hay carreteras asfaltadas, ya te puedes hacer una idea de cómo son los accesos a sus playas. La de Las Conchas tiene especial mérito, desde la población caminando te llevará unos 45 minutos o 20 en bicicleta, pero también podrías alquilar los servicios de un taxi 4x4 para llegar hasta ella. Una vez allí cualquier esfuerzo habrá merecido la pena en cuanto veas su arena clara y suave, el océano ante ti y solo unas pocas personas más a tu alrededor. Lo demás te dará igual.

3.- Playa de Gulpiyuri, Asturias

Una playa de mar que no está en el mar ¿Eso cómo puede ser? La playa de Gulpiyuri está a unos 100 metros del mar, el agua pasa por unos túneles bajo las rocas y aparece junto al bosque, donde llega a la arena. Apenas mide unos 50 metros, el agua es calmada y no se le puede negar una belleza singular. Se encuentra entre las costas de Llanes y Ribadesella. El acceso no es difícil, desde donde dejas el coche deberás andar unos 200 metros, pero desde luego si no sabes que está ahí jamás llegarás.

4.- Playa de los Muertos, Almería

Esta playa ubicada en el Cabo de Gata es un paraíso natural. Presume del agua más azul y cristalina de la zona y no es para menos. Si el levante pega fuerte el baño puede ser peligroso, pero si el día está tranquilo la disfrutarás tanto desde la arena como desde el agua por su aspecto salvaje y auténtico. El acceso no es fácil y para llegar a ella hay un par de senderos, uno de 700 metros con bastante desnivel y otro 100 metros más corto pero aún más escarpado.

5.- Playa de Rodas, Islas Cíes

En las Islas Cíes, en Pontevedra, se esconde un arenal al pie del mar conocido como la playa de Rodas. Arena blanca, agua turquesa y el bosque junto a la playa ¿hemos llegado al paraíso? De hecho si cambiáramos los pinos por palmeras (y también la temperatura del agua) podríamos pensar que estamos en el Caribe. Tras la polémica en 2017 por la masificación de las Cíes a partir de este año es necesario solicitar un permiso para poder entrar en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Para llegar puedes navegar desde Vigo, Baiona y Cangas.

6.- Playa de El Madero, Cantabria

El Madero parece estar hecha para aquellos a los que les gusta estar solos. Es una playa creada por la erosión del mar y hay que tener en cuenta las mareas porque con pleamar la playa desaparece. Las rocas crean un paisaje singular y los días de fuerte oleaje el baño puede ser peligroso, pero aunque sea por verla merece la pena llegar hasta ella. Se encuentra a unos dos kilómetros del municipio de Liencres, puedes acercarte en coche pero el último tramo lo deberás hacer por un sendero abrupto y escabroso.

7.- Cala Fonda, Tarragona

Cala Fonda es tan bonita que popularmente se la conoce como Waikiki, como si del mismísimo Hawái se tratara. Protegida por bosques y acantilados hace que sea muy apreciada por los nudistas aunque todo tipo de bañistas son bienvenidos. Arena fina, agua cristalina y mucha tranquilidad. El acceso es a pie pero no te llevará más de 15 minutos, primero deberás llegar a la playa Roca de la Mora y desde ella accederás a Waikiki.

8.- Playa de El Cañuelo, Cádiz

Una playa que se esconde entre los acantilados de Gracia y punta Camarinal, de esas que hay que buscar porque no se encuentran a simple vista. Arena limpia y clara bañada por unas aguas que no son las más tranquilas de la zona, que se extiende a lo largo de 800 metros y 50 de ancho. A la playa de El Cañuelo hay que llegar a pie y el sendero de acceso más corto baja hasta el mar entre pinos y lentiscos durante un kilómetro.

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