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La juventud, cada vez más enganchada al 'policonsumo' de alcohol y drogas como forma de ocio

Bajan las borracheras, botellones y drogas entre estudiantes de 14 a 18 años

Jesús Conde

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El consumo de alcohol entre la juventud sigue siendo un problema frecuente que no ha variado con el paso de los años. Lo que sí ha cambiado ha sido el consumo de varias sustancias a la vez, el ‘policonsumo’, como forma de ocio.

La Federación de Alcohólicos Rehabilitados de Extremadura señala que este policonsumo se ha normalizado hasta convertirse en algo frecuente. Ha aumentado el número de jóvenes enganchados al alcohol, la cocaína y el juego a la vez.

Alerta de que hoy resulta común que a la segunda copa los amigos se inviten entre ellos a un ‘tiro’ de cocaína. “La copa se la paga cada uno, o en todo caso se compra a medias el 'botellón'. A lo que se invita es a las otras sustancias estupefacientes que les acompañan”, explica el presidente del colectivo, Wenceslao Apostua.

Esto supone un fenómeno perverso por el que las drogas duras, las ilegalizadas, se normalizan y se incorporan a la fiesta como una forma más de diversión.

Hace dos décadas el perfil del usuario que acudía a centros para tratar su alcoholismo era el de un adulto que sólo estaba enganchado al alcohol. Hoy ha cambiado por completo a favor del policonsumo y la juventud. De hecho Wenceslao Apostua señala que se ha multiplicado la lista de espera para acceder a estos recursos a la misma velocidad que aumenta el problema.

Los atracones del ‘botellón’

Los y las jóvenes comienzan a beber alcohol a edades muy tempranas, a los 13 años de media, con grandes ingestas de fines de semana. Cuando llegan a los 18 el consumo está generalizado entre el 70 por ciento de ellos. Además hasta el 98 por ciento lo ha probado alguna vez, según los datos de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Extremadura.

El nuevo bebedor se ha iniciado en los ‘atracones’ de fines de semana de los botellones y puede haber sufrido incluso intoxicaciones etílicas. Se trata de algo que tiene unos graves efectos físicos y psicológicos con el tiempo y que sin embargo no resulta nuevo.

Desde el colectivo animan a hacer una reflexión y evaluar si las medidas que se han tomado hasta ahora para evitarlo han tenido sus resultados. “Si el objetivo es intentar retrasar la edad de inicio no se está consiguiendo. Si se intenta reducir el consumo tampoco. Habrá que investigar qué resultados hay que cambiar”.

Con este objetivo elaboran un estudio junto con a la Junta que desea determinar el consumo de alcohol en función de las poblaciones y su tamaño. La idea es determinar qué efectos puede tener la ausencia de un ocio alternativo en estos comportamientos.

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