Euskadi recomienda usar la mascarilla en caso de presentar síntomas ante el repunte de la COVID-19 y otros virus

El Gobierno vasco ha pedido formalmente a las personas con síntomas de enfermedades respiratorias -“a todos los que no se sientan bien, estén estornudando permanentemente o tengan fiebre”- que se “protejan” ante el repunte de la COVID-19 y de otras enfermedades respiratorias. “[Se trata de] Que nos protejamos. En algunos casos recuperando la mascarilla; en otros, guardando cama”, ha señalado el consejero-portavoz, Bingen Zupiria. “Si no nos encontramos bien, hay que adoptar las medidas de precaución necesarias”, ha recalcado Zupiria, que ha sostenido que “basta con mirar alrededor” para descubrir el repunte de casos.

En cifras, ha crecido en solamente una semana casi un 40% la presión hospitalaria causada por la COVID-19. En la UCI han subido también a 19 los casos críticos. 2022 es ya el año con más decesos a causa de personas con el Sars-Cov-2 de toda la pandemia, por encima de 2020 y a gran distancia de 2021. Además, el Ejecutivo ha añadido que en la actualidad hay 2.000 sanitarios de baja. Ha dado a entender que la mayoría lo están a causa del coronavirus. El dato es llamativo ya que, a principios de 2022, en plena oleada de la variante ómicron, se estimó que el 4% de la plantilla estaba afectada, esto es, unos 1.640 profesionales. “La incidencia entre los profesionales de salud es elevada. Ante esta situación, Osakidetza seguirá prestando la mejor situación posible”, ha recalcado Zupiria, que ha recordado, asimismo, que las “puertas” para recibir el segundo 'booster' o vacuna de refuerzo están abiertas para todos los mayores de 60 años.

Zupiria, en este sentido, se ha referido también a la crisis abierta en la OSI Donostialdea desde que se conociera la destitución de la gerente, Itziar Pérez, y de la directora médica, Idoia Gurrutxaga, y a las protestas que han surgido en el hospital Donostia, su principal centro. Ha afirmado que no se puede interpretar que solamente hay problemas en Gipuzkoa y que la pandemia ha evidenciado las “dificultades” en toda la red de Osakidetza. En todo caso, ha recalcado que el compromiso es el de preservar los estándares de calidad de la Sanidad pública y el de acometer los cambios “estratégicos” que precisa desde la participación de los profesionales. Eso sí, en ningún momento ha parecido reconocer como parte legitimada para negociar a los 42 jefes de servicio que comandan las protestas en Donostia.