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El Sindicato Médico recuerda a los jefes hospitalarios de Donostia: “Igualdad, mérito y capacidad” en la Sanidad pública

Protesta de los jefes de servicio del hospital Donostia

Iker Rioja Andueza

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El Sindicato Médico de Euskadi (SME), mayoritario entre los facultativos, ha marcado distancias con las protestas de los jefes de servicio de las especialidades médicas del hospital Donostia, que llevan diez días levantados en armas contra el Departamento de Salud y contra la dirección general de Osakidetza a raíz de las destituciones de la gerente de su comarca sanitaria (la OSI Donostialdea) y de la directora médica, Itziar Pérez e Idoia Gurrutxaga. El SME, aunque comparte con ellos que la Sanidad pública vasca requiere reformas y que las salidas de Pérez y Gurrutxaga fueron “abruptas”, recuerda a este colectivo que ellos solamente se representan a sí mismos y que el sindicato vela por “todos” los facultativos, también los de base y los de primaria. Además, no comparte la idea de que las jefaturas recobren poder para elegir a sus equipos ya que, recalcan, un principio básico en el empleo público es el de “igualdad, mérito y capacidad”.

En este último punto, la plataforma reivindicativa del colectivo de jefes hospitalarios del Donostia, apoyada en principio por 42 de los 47, plantea “descentralizar” la gestión de recursos humanos y dar más facultades a los servicios para conformar sus equipos. En la rueda de prensa que ofrecieron el pasado miércoles en el Colegio de Médicos de Gipuzkoa incidieron en que no ven aceptable que personas de fuera puedan ocupar plazas frente a los facultativos que se han ido formando en el centro. Apuestan también por que se modifique el sistema de puntuación de méritos, con los mismos propósitos.

No es un tema menor. Formalmente, sigue abierta una investigación penal por las oposiciones médicas de 2018 en la que se investiga si los miembros del tribunal en una docena de especialidades, jefes de servicio, beneficiaron a opositores muy concretos. Análisis estadísticos como los realizados por el propio SME en su día mostraban cómo había una sucesión de notas altas y casi perfectas. Indagaciones posteriores revelaban que, en muchos casos, eran de colegas de hospital de los vocales del tribunal. En estos años se han sucedido denuncias en esa línea con calificativos como “tongo”, “pucherazo” o similares. El caso llegó a forzar las dimisiones del consejero entonces, Jon Darpón, de la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, y del responsable de Recursos Humanos, Juan Carlos Soto.

“Huelga decir que en el SME siempre hemos respetado todas las iniciativas de este tipo que han ido surgiendo en Osakidetza a lo largo del tiempo no sólo a nivel hospitalario sino también en otras áreas asistenciales. Dicho esto, no podemos obviar que Osakidetza es una organización de gran envergadura, con múltiples variantes y circunstancias, y que el abordaje de los problemas, aún pudiendo parecer de ámbito local, requiere en muchas ocasiones de una visión global de toda la organización”, señalan también sobre los agravios territoriales que han aflorado en este conflicto. La OSI Donostialdea, según estos directivos intermedios, ha ido perdido peso en beneficio de Bizkaia.

La parte textual donde el SME marca más distancia es la que sigue: “Vivimos tiempos complicados y ahora, más que nunca, desde el Sindicato Médico apoyamos la negociación y búsqueda de las mejores soluciones posibles para este y otros problemas. Defender una Sanidad pública de calidad y los intereses de todo el colectivo facultativo al que representamos es nuestro objetivo, respetando los principios de igualdad, mérito y capacidad por los que siempre ha abogado el SME”. En el original aparecen en negrita las frases “todo el colectivo facultativo” e “igualdad, mérito y capacidad”. “Los respetamos pero no representan al colectivo en su totalidad”, inciden fuentes del SME a este periódico.

Añade el SME que “hasta la fecha” los jefes del Donostia “no se ha puesto en contacto” con esta organización “en ningún momento”. “Nuestra función como sindicato profesional es defender los intereses laborales del colectivo facultativo y con ello mejorar la asistencia prestada a pacientes. Los últimos años esta actividad ha venido marcada, a pesar de nuestro esfuerzo y aportaciones, por una dificultad en la interlocución con Osakidetza en general y con la OSI Donostialdea en particular. El conflicto que ahora ve la luz en este centro es una consecuencia más del mencionado fallo de interlocución, con el agravante de que ahora se manifiesta dentro del propio equipo directivo de la OSI entre el que también se encuentran las jefaturas de servicio. Si bien Osakidetza tiene la potestad de nombrar a cargos directivos y jefaturas mediante la libre designación y gracias a la confianza que deposita en ellas, no es menos cierto que puede prescindir de dichas personas en cualquier momento. Aunque, en este caso concreto, llama la atención lo abruptos que han sido los ceses”, abunda la nota de la organización sindical corporativa.

La rebelión salta a Telegram

En paralelo al inicio de las hostilidades en Donostia, el SME suscribió la pasada semana un comunicado con otros sindicatos de Osakidetza, en este caso Satse, ELA, LAB, CCOO y UGT. Aunque esta central en concreto no ha participado en todas las movilizaciones, la suma sindical defendía su labor de años en defensa de la Sanidad pública y contra su “desmantelamiento”. Y demandaban abrir una negociación, sí, pero en los foros representativos ya establecidos para ello. Se da la circunstancia de que la rueda de prensa inicial y algunas reuniones las están realizando en el Colegio de Médicos de Gipuzkoa. Esta institución tiene como presidenta a una exparlamentario del PNV, la pediatra Carmen Solorzano. Preguntados por este periódico, indicaron que ceden las instalaciones como lo hacen a cualquier colegiado pero que ello no implica un posicionamiento en este contencioso.

Los jefes de servicio de la OSI Donostialdea, entretanto, mantienen su intensa agenda. A las dimisiones en solidaridad con las directivas destituidas les siguió una carta pública de protesa y una rueda de prensa. Ya van cinco concentraciones, la última este mismo lunes. Ahora también han creado un canal en Telegram. Se hace llamar OSI Donostialdea Langileak y se ha conformado un foro virtual de debate. Aunque inicialmente era un canal unidireccional, ahora ya admite comentarios. Tiene ya 532 miembros (dato de las 16.00 horas de este lunes) y emplea como logotipo el propio de Osakidetza y de la OSI Donostialdea. En el canal, este grupo insiste, entre otros puntos, en recuperar la “referencialidad” para la Sanidad pública en Gipuzkoa y en ajustar los perfiles para seleccionar personal. En cuanto a sus iniciativas, ya adelantaron que no son proclives ni a “pancartas” ni a hacer huelga, ya que entienden que solamente perjudican al usuario. Este lunes han celebrado una reunión con representantes de atención primaria.

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