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Los funcionarios vascos materializan su órdago a Urkullu con un paro “masivo” minimizado por la Administración

Final de la manifestación de Bilbao ante el Ayuntamiento.

Belén Ferreras

Bilbao —

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Todos los sindicatos vascos, a excepción de UGT, han sacado este miércoles a la calle a miles de funcionarios vascos durante convocatoria de la primera jornada de las dos convocadas por ELA, LAB, CCOO, SATSE, ESK y Steilas en todo el sector público vasco para recuperar el poder adquisitivo, atajar la precariedad de la plantilla y exigir que sus condiciones laborales se decidan de forma íntegra en Euskadi. Es un paro al que están llamados más de 150.000 trabajadores que los sindicatos aseguran que está siendo “masivo” -entre el 70 y el 100%, pese a unos servicios mínimos que “califican de abusivos” y que ha afectado al transporte dependiente de EuskoTren, como el metro o el tranvía, o de servicios de autobuses municipales y forales, a Osakidetza, Educación o medios de comunicación de EiTB, a la Administración del Gobierno vasco, al Parlamento a Ayuntamientos y Diputaciones Forales.

“Estamos hablando de problemas reales, no de malestares artificiales ni de proclamas populistas”, han señalado los portavoces de las centrales en un claro mensaje al lehendakari, Iñigo Urkullu, que en las últimas semanas ha reiterado en diversas declaraciones que los sindicatos quieren presentar una imagen de caos que no es real y que se trata de una huelga política. Estos mensajes, que se han reiterado por parte del portavoz Bingen Zupiria, o por el consejero de Educación, Jokin Bidarratz, este martes al referirse al paro en la enseñanza, se han repetido este mismo miércoles por el vicelehedakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que ha insistido en que la huelga del sector público pretende dar sensación de que existe un “caos” en Euskadi en la antesala de las elecciones autonómicas vascas.

Erkoreka -aunque la Ertzaintza no puede hacer huelga- ha señalado en un entrevista a Onda Vasca que llama “muchísimo la atención” que se haya convocado una huelga para el conjunto del sector público, “dentro del cual hay situaciones enormemente heterogéneas y completamente distintas, que nada tienen que ver unas y otras entre sí”. Además, ha señalado que “en este país se da la paradoja de que un sector creciente de la población --algo que no ocurría en el pasado y que últimamente se está produciendo con especial intensidad--, aspira a la función pública, a un empleo público, y en cuanto accede al empleo público ya se encuentra inmediatamente insatisfecho, y empieza a plantear reivindicaciones y demandas cuando su aspiración vital” era acceder a la función pública.

Los primeros datos ofrecidos de forma oficial por el Gobierno vasco van en esa dirección, al apuntar a que el seguimiento de la huelga dista mucho de ese seguimiento “masivo” del que hablan los sindicatos. El Ejecutivo cifra en un 41% el seguimiento en Educación, que sería el departamento más afectado, el 12% en la Administración general y en apenas un 6% en Osakidetza. De hecho, el Departamento de Salud ha señalado que en el conjunto de los turnos el paro ha afectado a un 5,72% de los trabajadores, de los que un 2,51% ha sido personal facultativo, un 5,8% enfermería y un 8,35% del resto de categorías. En autobuses como los de Tuvisa en Vitoria, ha parado el 16,49% en el conjunto de la plantilla (personal conductor, de talleres, de aparcamientos, de grúa, inspección, administración…) y un 20,86% de los conductores, según fuentes municipales. En cuanto el departamento de Seguridad, el personal laboral -porque los ertzainas no pueden hacer huelga- ha parado en un 3%, según han señalado el director de Relaciones Laborales, Jon Agirre, que ha señalado que en 15 días se convocarán las mesas de negociación para intentar desbloquear el conflicto.

Pese a las cifras oficiales del Gobierno, las centrales insisten en el apoyo casi total de los trabajadores públicos, entre el 70 y el 100% a las exigencias que plantean la Ejecutivo vasco aunque se “pretenda enmascararlo con unos servicios públicos abusivos” , “sobre todo en la Sanidad pública”, dicen. Las manifestaciones celebradas a cabo en Bilbao, Vitoria y Donostia han sido masivas y sin incidentes y en las que se podía ver a muchos padres con sus niños, también sin colegio. En Bilbao, tres columnas de trabajadores han salido a primera hora de la mañana de diferentes puntos, complicando mucho la circulación por la capital vizcaína, confluyendo ante la sede del Gobierno vasco en la Gran Vía, desde donde han salido en manifestación hasta el Ayuntamiento de Bilbao.

En Vitoria, en el Parlamento Vasco, a mediodía, la Brigada Móvil de la Ertzaintza ha realizado un cordón pero miles de funcionarios en huelga han celebrado su protesta sin incidencias. Muchísimos de ellos iban acompañados de sus hijos, sin clase si estudian en la red pública, y alguno de los pequeños incluso se ha animado a portar las banderas, como dos jóvenes simpatizantes de ESK. Se han coreado proclamas como ‘Zerbitzu publikoak defendatu’ o a favor de la euskaldunización.

Los portavoces de las centrales piden una subida salarial del 10% para recuperar el poder adquisitivo que cifran en un 20%. “ ¿Acaso los y las empleadas públicas no sufren la subida de las hipotecas, del precio de los alimentos o del combustible?”. Además, han llamado la atención sobre la elevada precariedad laboral, “que es la mayor de Europa, alcanza el 49%, y triplica la del sector privado, que es del 13%”. “ Estamos hablando de problemas que nuestras instituciones no tienen voluntad alguna de abordar”, afirman.

Además critican que el Gobierno vasco se pliegue a las subidas salariales que fija Madrid. “Nuestras instituciones están muy cómodas con el veto que impone Madrid porque les permite hacer las políticas que realmente quieren realizar, y echarle la culpa a un tercero. También están muy cómodos los partidos políticos vascos. Si no, ¿cómo se explica que Madrid haya aprobado en los últimos años unos presupuestos que no nos permiten negociar aquí el salario y el empleo de nuestro sector público con el apoyo de PNV y EH Bildu? ¿Por qué nunca se ha abierto un conflicto con el Estado para que podamos decidir aquí tanto el salario como el empleo?”, señalan.

“En este momento se está negociando una investidura en Madrid. Mucho se habla de la agenda catalana y nos preguntamos dónde queda la agenda vasca y qué defensa hacen los partidos políticos de nuestros intereses. Estamos en un momento en el que los votos de PNV y EH Bildu son absolutamente necesarios para investir y sostener al Gobierno. Mucho habla el PNV en los medios sobre el autogobierno y sobre la transferencia de nuevas competencias, pero nada dice sobre aquellas que son de la comunidad autónoma del País Vasco y que el Gobierno del Estado lleva una década arrebatándonos. ¿Eso es defender el autogobierno?”, se ha preguntado el representante de ELA, Igor Eizagirre.

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