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Gorroño se aferra a la alcaldía de Gernika mientras el PNV presiona para que cumpla el acuerdo y deje el cargo

El alcalde de Gernika, José María Gorroño.

Belén Ferreras

Bilbao —

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José María Gorroño (Gernika, 1953) cogió la makila de alcalde de Gernika por quinta vez el pasado 17 de junio con la fecha de caducidad puesta. El acuerdo al que llegó 'in extremis' con el PNV -a pocos minutos antes de la constitución del Ayuntamiento- llevaba como condición expresa que debía dejar su cargo en el plazo de un mes. El propio Gorroño anunció entonces que la makila pasaría a manos de su hermano, Iñaki Gorroño, integrado en las filas de la nueva formación que creó justo para presentarse a las municipales del 28 de mayo, Guztiontzako Herria, la quinta sigla con la que ha conseguido ser alcalde de la villa vizcaína.

El acuerdo dejó sin la alcaldía a José Ramón Bilbao 'Buli', de EH Bildu, formación que ganó las elecciones en votos aunque empató en concejales con Gorroño: seis cada uno frente a los cinco del PNV, que fueron definitivos para inclinar la balanza. Tres meses después de aquel acuerdo, el futuro del Ayuntamiento es todavía incierto: Gorroño sigue aferrado al cargo 106 días después de sentarse en el sillón de alcalde, y se resiste a las presiones del PNV para que cumpla su acuerdo.

El eterno alcalde de Gernika, porque accedió por primera vez a gobernar el ayuntamiento de esta localidad hace 16 años, en 2007, dice ahora que nunca fijó un plazo para salir de la alcaldía. En julio, al haberse cumplido ya un mes, dijo que se había hablado de “un mes o un mes y pico” y que quizá el acuerdo llegara en verano. Estamos en otoño y ahora desde su entorno dejan la fecha en el aire, porque “hay que llegar a un acuerdo”, que todavía no se ha cerrado.

En estos momentos el PNV y la formación de Gorroño están en conversaciones para intentar dar forma a un acuerdo de gobierno y que se materialice el cambio de alcalde. Los nacionalistas presionan para que sea cuanto antes. La propia presidenta del Bizkaia Buru Batzar, (BBB) Itxaso Atutxa, ha instado en declaraciones públicas al alcalde a “normalizar” la situación del ayuntamiento. Pero Gorroño no tiene prisa. El acuerdo no es fácil porque de manera previa a la investidura como alcalde no se había llevado a cabo ningún tipo de reparto de áreas de Gobierno y Gorroño no quiere ceder al PNV más de la cuenta, sobre todo porque se parte de una relación que no es especialmente buena, aunque hayan aunado sus votos para desbancar a EH Bildu de la alcaldía.

Gorroño gobernó la pasada legislatura con el PNV como socio, pero la coalición acabó mal, con desencuentros constantes al final del mandato que se acrecentaron cuando el PNV le comunicó que presentaba su propio candidato a la alcaldía, Xabier Irazabal, por encima de Gorroño, que a lo largo de su historia política no está acostumbrado a ir de número dos. Eso hizo saltar la relación por los aires y la campaña electoral fue bastante tensa, con críticas constantes entre ellos, que pesan ahora en una negociación en la que Gorroño quiere poner en valor que su formación tuvo mayor respaldo ciudadano que el PNV, partido que le rechazó como candidato. Pero los nacionalistas quieren a su vez rentabilizar en el acuerdo el hecho de que sin sus votos el alcalde de Genika no sería de la formación de Gorroño, sino de EH Bildu.

Si hay acuerdo, Gorroño puede dimitir en cualquier pleno ordinario y habrá que convocar uno extraordinario para el nombramiento del nuevo alcalde. El pleno que se tenía que celebrar este pasado miércoles se aplazó para la semana que viene, para el día 4. Aunque hoy por hoy ninguna de las partes pone un fecha para el pleno definitivo del cambio.

“Juego de sillas”

“Mientras tanto, todo está parado en el Ayuntamiento en este juego de sillas para ver cómo se reparten los cargos”, denuncia José Ramón Bilbao desde EH Bildu. “Todo en funciones, todo provisional, porque no se sentaron antes de la investidura a cerrar un acuerdo de Gobierno”, critica.

Desde EH Bildu plantearon a los otros dos partidos un acuerdo de gobernabilidad. Un reparto de poder entre las tres formaciones, que, de momento, no ha tenido respuesta, aunque conociendo la trayectoria de Gorroño no puede cerrarse ninguna posibilidad. Gorroño no sólo ha cambiado de socios de gobierno con facilidad, sino también de partido. De hecho, ha arrancado su quinta legislatura con su quinta sigla. “Yo gobierno para las personas, no para los partidos”, justificaba Gorroño su cambio de siglas. “Gernika está muy por encima de cualquier partido político, llámese PNV, llámese EH Bildu llámese como se llame”. Esta máxima le ha llevado a una continua sopa de letras en los últimos 16 años, y también de buenos resultados electorales, que han demostrado muchas veces que su carisma se ha colocado por encima de los aparatos de partido.

Arrancó su andadura en la alcaldía de Gernika en 2007 con las siglas de Eusko Alkartasuna (EA), único partido al que dice que ha pertenecido al margen de los que ha creado él. Y formó Gobierno de coalición en el municipio con ANV (Acción Nacionalista Vasca) antiguo partido de la izquierda abertzale que fue ilegalizado por el Tribunal Supremo por ser considerado sucesor de la también ilegalizada Batasuna.

En las siguientes elecciones, EA se había integrado en Bildu -en 2011 todavía no era EH Bildu- y José María Gorroño volvió a encabezar la lista a las electoral, esta vez en representación de la coalición abertzale. Consiguió gobernar con mayoría absoluta. Transcurridos cuatro años, Bildu quiso presentar otro candidato en la siguiente cita con las urnas porque consideraba que la gestión de Gorroño era demasiado “personalista”. Como no aceptó que Bildu le relegara en la lista, Gorroño organizó una nueva formación. Se llamaba Eusko Abertzaleak. Casualmente con las mismas siglas del primer partido con el que ganó la alcaldía, EA.

Antes de llegar a las elecciones de 2015, llegó a un acuerdo con el PNV para ir en coalición. Eso se saldó también con éxito en las urnas, con lo que ganó el pulso a Bildu y demostró que el 'tirón Gorroño' estaba entonces por encima de las siglas con las que concurría. Junto al PNV ganó también las elecciones de 2019, con 10 de los 17 concejales. Hasta que en el último tramo de la legislatura el acuerdo saltó por los aires. El 28-M se presentó con la denominación Guztiontzako Herria (GH) para que el elector no Eusko Abertzaleak (EA) con el PNV por haber ido con ellos en dos elecciones. El juego de mayorías les ha vuelto a juntar. O no. Porque hasta que Gorroño no presente su dimisión en el pleno, todo puede pasar en el Ayuntamiento de Gernika.

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