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Investigadores posdoctorales de la Universidad pública vasca denuncian un recorte de 12.000 euros

Campus de la UPV/EHU en Leioa

Alazne Aldayturriaga

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La Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha comunicado a los beneficiarios de la beca Margarita Salas para investigadores posdoctorales que la dotación económica que recibirán será inferior a lo establecido en el convenio laboral del personal docente e investigador. Esta medida llega tan solo una semana después de que la Universidad reclamara a los directores de centro y de departamento una contención del gasto hasta el final del ejercicio económico de 2021. UGT ha pedido a la Universidad que convoque a todos los sindicatos para explicar cuál es la situación económica en la que se encuentra inmersa y les detalle qué recortes y cómo se van a aplicar. Según esta misma central, la Universidad ya se habría comprometido a hacerlo. De momento, la bajada del sueldo ha llevado a los beneficiarios de la beca a plantearse su renuncia.

En un comunicado, el sindicato UGT ha dado a conocer que “empiezan los recortes laborales de Eva Ferreira —rectora de la Universidad— en la UPV/EHU”, según explican, por la “frívola gestión del presupuesto”. El sindicato ha denunciado también que lo que temían se ha hecho realidad, pues los recortes están enfocados a los derechos laborales de los investigadores posdoctorales. En este mismo comunicado, el colectivo de profesores investigadores denuncia que la Universidad no cumpliría con el convenio laboral establecido.

La UPV/EHU sacó en julio las ayudas posdoctorales Margarita Salas, dentro de lo establecido por el Ministerio de Universidades para la “recualificación del sistema universitario español”. A la espera de la resolución definitiva que saldrá en diciembre, 80 investigadores de la UPV/EHU se han beneficiado de las ayudas. La convocatoria establece, según recoge el colectivo de profesores investigadores posdoctorales, que “el contrato laboral [de los beneficiarios] se va a regir por el artículo 22 de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (LCTI)”, que indica que la retribución no podrá ser inferior al del “personal investigador que realice actividades análogas”. En el caso de la UPV/EHU, el convenio del personal docente e investigador establece que “un investigador posdoctoral temporal debe cobrar de acuerdo a lo que cobra un profesor titular de la universidad, que se encuentra alrededor de 35.000 euros brutos anuales”.

Sin embargo, el colectivo manifiesta que la Universidad ha comunicado que el salario bruto de los investigadores beneficiarios serán de 23.000 euros aproximadamente, por lo que se “estaría incumpliendo el artículo 22 de la LCTI” y el convenio laboral. Es decir, los investigadores que hagan su trabajo en España —pues los que lo realicen en el extranjero recibirán una cuantía algo superior— cobrarán en torno a 900 euros menos al mes y su salario neto se quedaría en los 1.300 euros.

“Si se confirma no puedo aceptar el contrato”

“La resolución provisional salió hace tres semanas. Estaba yo entre los beneficiarios, con lo cual, me puse muy contento y empecé la transición para dejar el trabajo en el que estoy ahora para a partir de enero comenzar este contrato”, señala uno de los afectados. No obstante, tras recibir un correo electrónico de la administración de las ayudas Margarita Salas en el que se concretaba la cuantía que recibirán, la situación le comenzó a “chirriar”. “Llamé preguntando y me dijeron que, efectivamente, la cuota patronal de la seguridad social se descuenta del salario bruto que establece la convocatoria; es decir, de la dotación de la ayuda se descuenta tanto la cuota de obreros como la patronal, que es la que paga la empresa por sus trabajadores”, denuncia. De esa manera, la UPV/EHU invertirá “cero euros” y se beneficiará de la propiedad intelectual de los 80 investigadores y de hasta 60 horas de clase al año que tendrán que impartir los contratados.

La diferencia entre lo que cobrarían los investigadores según la convocatoria y lo que recibirán tras esta comunicación ha hecho a este afectado replantearse su futuro laboral: “Si se confirma que estas son las condiciones económicas del contrato yo no puedo aceptarlo. Primero porque me parece absolutamente injusto que repercuta en el salario del trabajador la cuota patronal cuando el empleador va a sacar un beneficio, y segundo, porque las condiciones económicas no me parecen dignas”. Al contrario, desde UGT piden a los beneficiarios de las ayudas Margarita Salas que firmen el contrato para después poder recurrir judicialmente el incumplimiento tanto de la LCTI como del convenio del personal docente investigador. Además, Miguel Henares, secretario de universidades del sindicato, defiende que en estos momentos “no se puede rechazar un contrato laboral”.

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