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José María Gorroño, alcalde de Gernika: “Tengo miedo, pero creo que no vamos a llegar a un confinamiento”

El alcalde de Gernika, José Marí Gorroño, en el aniversario del bombardeo este 2020

Rubén Pereda

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El 14 de agosto, el mismo día que Iñigo Urkullu adelantaba que se iba a declarar nuevamente la emergencia sanitaria en Euskadi, en el pueblo de Gernika-Lumo había quienes celebraban las fiestas de San Roque, pese a que oficialmente se habían suspendido. Casi dos semanas después, se ha dado comienzo a un cribado que, por el momento, ha arrojado 51 positivos. Su regidor, José María Gorroño (PNV), asegura tener “miedo”, porque “el virus está disperso”. Él mismo estuvo ingresado en marzo después de dar positivo en el virus, y ahora lamenta que a los jóvenes se les haya transmitido la idea de que no son peligrosos. Ha llegado a compararlos con un coche de Fórmula 1 que no sabe frenar. Reitera, sin embargo, que en Gernika se ha cumplido con todas las directrices, y que un brote puede surgir en un ambulatorio o en la cola de la farmacia tanto como en los bares.

Usted ha pedido a todos los vecinos de Gernika que acudan a hacerse una prueba de PCR.

Aquí ha habido una transmisión durante cinco meses. En general, en Gernika, en Euskadi, en el conjunto del Estado español, los medios de comunicación transmitían que joven equivale a asintomático, a falta de peligro. Yo no lo concibo de esa forma. Se ha confundido a la gente joven. Porque esa persona joven tiene un entorno familiar, tiene a sus padres, tiene a sus abuelos, que pueden tener problemas. Y no vale lamentarlo después. Joven no es igual a asintomático, a falta de peligro. El joven no tiene culpa, pero hay que transmitirle claramente que si coge el virus, puede transmitirlo a todo su entorno familiar, y ahí hay peligro. Los padres tienen que convencer a sus hijos y a sus hijas de que de esto o se sale todos juntos, jóvenes y mayores, o no salimos. Primero, por la salud y la vida de muchos, y segundo, por el futuro de todos. Porque si esto continúa, el crac económico nos puede hundir. Está en juego todo: salud es igual a vida, igual a futuro.

Entonces, al margen de la petición oficial a quienes estuvieran en la zona de ocio nocturno, usted pide a toda la población que se haga la prueba.

Yo estaría contento si se la hiciese el mayor número posible. Sé que es difícil, pero si hay una persona joven que va transmitiendo a su entorno familiar, ha de hacérsela todo ese entorno por su propia tranquilidad y por su salud; y eso puede abarcar un abanico muy amplio. Nos han dicho que el virus está disperso, y si el virus está disperso, no sabemos dónde está. Cuantas más PCR se hagan, más seguridad y más tranquilidad para el pueblo.

Hay que ser optimista. Esta es una cosa muy puntual. En junio hemos tenido un positivo y en julio, otro

¿Qué dispositivo se ha desplegado para hacer frente a esta situación?

De la organización se ha encargado Osakidetza, que lo está haciendo muy bien. Nosotros, como Ayuntamiento, hemos aportado aquello que hemos podido: mesas, sillas, carpas... Y Osakidetza pone todo, absolutamente todo.

¿Se va a poder celebrar en esta situación la jura de Urkullu en Gernika el 5 de septiembre?

Yo creo que sí. Creo que no vamos a llegar a un confinamiento. ¿Tengo miedo? Claro que tengo miedo, pero espero que las cosas vayan bien. Hay que ser optimista. Esta es una cosa muy puntual. En junio hemos tenido un positivo y en julio, otro. Ahora han surgido estos y tenemos la alarma, porque estamos preocupados. Osakidetza está preocupada, Urkullu está preocupado. Y nosotros también. Yo creo que sí se podrá hacer la jura de Urkullu y me siento orgulloso; como guerniqués y como alcalde lo llevo en el corazón.

El brote surge los días 14, 15, 16 y 17 de agosto. Es el mismo día 14 cuando el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anuncia restricciones a la hostelería. Ese mismo día también, el lehendakari, Iñigo Urkullu, anuncia que el lunes se va a declarar de nuevo la emergencia sanitaria. En ese contexto, ¿no se podría haber hecho más para evitar que se celebrasen las 'no fiestas'? ¿De quién es la responsabilidad?

No, aquí no ha habido fiestas, ni mucho menos. Ha habido control. Después de los positivos parece que había barra libre para todo, y de eso absolutamente nada. Ha habido una buena colaboración entre la Policía local y la Ertzaintza y se ha hecho el trabajo muy bien. Lo que pasa es que ha aumentado este número. Pero se ha hecho caso estricto a las directrices marcadas por el Gobierno, y seguimos así.

Pese a todo ello, el brote surge en la zona de ocio nocturno.

Puede surgir en cualquier lado. Puede surgir en un hospital, puede surgir en una panadería, puede surgir en un ambulatorio, en cualquier lugar. Yo no soy especialista en estos temas, pero lo que he escuchado a médicos y especialistas es que en cualquier lado, incluso en una farmacia, esperando a la entrada, te puedes encontrar con esto. Entonces, habrá habido algún positivo en la zona de ocio y eso se ha ido transmitiendo. No soy experto, por lo que no puedo entrar a analizar eso como si lo fuera.

En unas declaraciones de este lunes, ha comparado a los jóvenes con un coche de Fórmula 1 que no sabe frenar. ¿Las matiza ahora?

A los jóvenes hay que transmitirles con nitidez y claridad las cosas. Un joven tiene mucha energía, mucha vitalidad, y si no se le dice que tiene que frenar... Porque claro, si desde los medios se está transmitiendo que los jóvenes son asintomáticos y no tienen peligro, ellos no ven peligro. Y hay que decirles que sí lo hay, porque pueden estar en peligro el entorno cercano y las amistades. Nuestro error ha sido no transmitirles adecuadamente ese peligro.

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