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Ni tranvía ni tampoco ampliación del vertedero: Urtaran abre otro frente con el Gobierno vasco

Un camón descarga basura en el vertedero de Gardelegi, cerca de Vitoria.

Belén Ferreras

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El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, ha abierto otro frente con el Gobierno vasco, el segundo desde que se conoció que no será el próximo candidato a la alcaldía por el PNV. Si hace unos días fue el trazado del tranvía el motivo de disputa con el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes que dirige el socialista Iñaki Arriola, en esta ocasión ha sido la 'hoja de ruta' sobre vertederos y reducción de residuos marcada por la consejera Arantxa Tapia, del PNV, la que no ha gustado al alcalde en lo que afecta al vertedero de Gardalegi, en Vitoria. Aunque el plan presentado por el Departamento de Desarrollo Económico del Gobierno vasco este pasado miércoles, no contempla, de momento, la ampliación de Gardalegi, éste es uno de los vertederos que se mantendrán abiertos a partir de 2030, y en 2024 el Ejecutivo quiere que tenga instaladas celdas específicas para acoger fibrocemento e inertes, es decir, residuos como el amianto. Y el alcalde de Vitoria se ha encargado de dejar claro que, de momento, no está en la intención del Ayuntamiento facilitarlo.

Solo unas horas después de que Tapia presentara el plan, el alcalde Urtaran ha desechado la posibilidad de que se amplíe el vertedero y ha rechazado también que pueda acoger amianto. A través de una comunicación, que desde el Ayuntamiento han puntualizado que se refiere solo al vertedero de Gardalegi y no al resto de instalaciones en otros municipios, porque Urtaran en ningún caso realiza estas manifestaciones como presidente de Eudel, la asociación de municipios vascos, el alcalde de Vitoria señala respecto a la posibilidad de la ampliación que “las previsiones y planes del Ayuntamiento ya garantizan capacidad suficiente para los ocho o diez próximos años”, por lo que rechaza una ampliación de las instalaciones. “En su momento si fuera necesaria alguna ampliación, se valoraría entonces”, abunda.

En lo que se refiere al hecho de que Gardelegi pueda acoger otro tipo de residuos, como el amianto, Urtaran recuerda que en estos momentos este vertedero “no tiene autorización para residuos peligrosos” y así se va a quedar. “Este Gobierno municipal no va a solicitar el ingreso de residuos peligrosos. Es el Ayuntamiento, como propietario del vertedero, el que tendría que solicitar esa autorización y este gobierno municipal no la va a solicitar”, advierte.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, no ha tardado en responder al alcalde y ha pedido a Urtaran “responsabilidad y solidaridad con otros territorios”. “Hay que hacer un inventario, analizar cuáles son los residuos más peligrosos deshacerlos y llevarlos a vertederos en celdas específicas. Y entendemos que Gardelegi es un lugar en el que podría acogerse todo el fibrocemento que pueda haber alrededor de Vitoria. Por supuesto, tendremos que hablar con el Ayuntamiento”, ha señalado Tapia. Pero ha insistido en que “existiendo ese vertedero en Vitoria con capacidad en Vitoria, no sería lógico, que el fibrocemento del entorno fuera a otro lugar”, ha señalado. “Tenemos que trabajar con responsabilidad y solidaridad para con los territorios vecinos”, ha incidido.

Lo cierto es que el plan para ampliar determinados vertederos ha caído mal también en otros ayuntamientos, como el de Igorre, gobernado por EH Bildu, o Lemoa, del PNV, que han mostrado su sorpresa por el anuncio de la ampliación y han recordado que esas ampliaciones no se contemplan en sus planes urbanísticos. La presidenta del PNV en Bizkaia, Itxaso Atutxa, ha recordado a estos consistorios que “son municipios donde ya existen vertederos”. “Por lo tanto, no se crean nuevos, y lo que se hace es ampliar la capacidad dentro de las posibilidades urbanísticas y de necesidad dentro del programa que ya se estaba trabajando”, ha aseverado.

Por su parte, el diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, socialista, se ha mostrado en Euskadi Irratia de acuerdo con la decisión del Gobierno vasco de reabrir y ampliar varios vertederos, aunque ha considerado que Euskadi va “tarde”. Ha afirmado que es necesario “acelerar” la creación de plantas de reciclaje y valorización de residuos para poder cerrar completamente los vertederos existentes. Ha defendido como exitoso el modelo de incineración de Gipuzkoa, aunque pesan sobre él algunas denuncias que ha achacado a la “estrategia de EH Bildu” contra la Diputación.

Asamblea tensa en Aramaio sobre el parque eólico de Statkraft

No es el único frente medioambiental que el Departamento que dirige Arantxa Tapia tiene abierto con los ayuntamientos. La intención de impulsar la apuesta por las renovables y, más concretamente por los parques eólicos, está encontrando bastante contestación entre los vecinos. Por ejemplo, la empresa noruega Statkraft, sigue explicando el proyecto que plantea para Euskadi, que pasa por levantar dos parques eólicos con una inversión que superaría los 90 millones de euros y que podrían estar operativos en 2027. Se trata, por un lado, del parque eólico Piaspe, que estaría ubicado entre los municipios de Azpeitia, Zestoa y Errezil, de 33 MW de potencia instalada. El segundo de los parques sería el de Itsaraz, que, con una capacidad de 52,8 MW estaría ubicado en los municipios de Aramaio y Eskoriatza. En total se instalarían seis molinos de viento en Gipuzkoa: tres en Azpeitia, dos entre Errezil y Zestoa y uno en Eskoriatza; y otros siete en Aramaio, en Álava. Todos ellos de 205 metros de altura que dobla el tamaño de los instalados hasta ahora en Euskadi.

En octubre arrancó en Azpeitia la ronda de asambleas con los vecinos para presentar la propuesta a la que quiere sumarlos. Si esa asamblea fue relativamente tranquila, siguiendo la estrategia marcada por la alcaldesa Nagore Alkorta (EH Bildu) de escuchar las propuestas de la empresa y verlas como una “oportunidad”, la celebrada este miércoles en Aramaio fue bastante tensa. El ayuntamiento y su alcaldesa Lierni Altuna, también de EH Bildu, había pedido ya el mes pasado “un examen de energía honesto” antes de hacer decidir a los vecinos y lamentaba que no se tuvieran en cuenta los intereses de los pueblos. La convulsa asamblea con los vecinos demostró este miércoles que la empresa noruega no tendrá fácil convencer a esta ayuntamiento de las bondades de su proyecto, y se han quejado de los representantes empresariales no concretaron los datos sobre el proyecto. En el mes de enero el ayuntamiento convocará una reunión abierta para tomar una decisión conjunta del pueblo, según ha señalado la alcaldesa a EiTB.

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